Familia de Nadia Peraza pide ampliación de autopsia: hoy será audiencia para definir si caso va a juicio
La familia y el abogado de la joven Nadia Peraza Espinoza, quien fue asesinada y brutalmente descuartizada el año pasado, solicitaron al Juzgado Penal de Heredia ordenar una ampliación de la autopsia para determinar cuál fue el medio utilizado para dar muerte a la víctima.
Este macabro caso, que sacudió al país en mayo de 2024, será sometido a audiencia preliminar la tarde de este martes con el fin de definir si finalmente se eleva a juicio. Además de esta petición del Ministerio Público, se incluyen una acción civil resarcitoria y una querella.
Dentro de las solicitudes de la querella (acusación privada) está la petición recabar más pruebas y ejecutar pericias adicionales, con el fin de establecer cómo habría sido que el sospechoso Jeremy Mauricio Buzano Paisano acabó con la vida de la joven, con quien tenía una hija.
También se solicita al juez obtener pruebas relacionadas con las fotografías de los tatuajes del imputado tomadas durante la reseña policial que consta en el sumario principal en la unidad de lofoscopía del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Heredia.
Asimismo, se requirió otra documentación, como el original de la denuncia 24-001572-0059-PE por la desaparición y la copia del expediente del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) de la menor que tenían en común.
La investigación por el femicidio ha revelado un caso macabro sin precedentes en Heredia, tras el hallazgo de partes humanas de la joven en distintos lugares, incluido el interior de una refrigeradora y un lote baldío cercano a la vivienda donde convivía con su pareja, único sospechoso del crimen. El abogado Rivera había calificado el caso como único en sus 20 años de trayectoria:
"El nivel en cómo arrancó los tejidos de los huesos e incluso cortó los dedos de la muchacha y los envolvió en papel aluminio no tiene precedentes".
La escena del crimen habría sido la casa en San Rafael de Heredia, donde se presume que Nadia fue asesinada y descuartizada. Un familiar cercano de la víctima habría sido testigo clave al observar un charco de sangre de aproximadamente 2,5 metros y un fuerte olor a putrefacción, atribuido en un inicio a un supuesto accidente que habría sufrido Buzano Paisano.
Las investigaciones judiciales detallan que, tras la desaparición de Nadia el 20 de febrero de 2024, se modificó la vivienda para ocultar evidencias: pintaron paredes, cambiaron el piso cerámico y realizaron otros arreglos.
Pese a ello, la Unidad Canina detectó olor a sangre humana en el dormitorio y en una pila adyacente a la sala. Pruebas forenses preliminares con Kastle–Meyer y luminol arrojaron resultados positivos, confirmando la presencia de restos sanguíneos vinculados a la víctima.
Posteriormente, un transportista contratado por Buzano Paisano trasladó pertenencias de la víctima, incluida la refrigeradora que resultó extremadamente pesada, lo que llamó su atención.
En su interior y en bolsas plásticas fueron hallados restos humanos, mientras que otros fragmentos del cuerpo se encontraron a 50 metros de la vivienda. La madre de la víctima fue sometida a pruebas de ADN que permitieron ratificar científicamente la coincidencia con Nadia.
Nadia habría muerto por asfixia y su cuerpo fue desmembrado posteriormente, con huesos y tejidos distribuidos en diferentes zonas. La complejidad del caso incrementó por la dispersión de los restos, el uso de herramientas para descuartizar y las remodelaciones para borrar evidencias.
El expediente revela además que Buzano Paisano se hacía pasar por Nadia mediante mensajes de texto, con el fin de engañar a la familia y retrasar la denuncia de su desaparición. Buzano Paisano, de 26 años, permanece en prisión preventiva desde mayo de 2024 y ha sido trasladado entre distintos centros penitenciarios, donde ha recibido agresiones.
Para el juicio se ofrecieron al menos 25 posibles testigos, quienes pueden aportar información clave sobre la desaparición y el femicidio de la víctima.
Entre ellos se incluyen familiares cercanos —padres y hermanos— que podrán describir la relación de la víctima con el acusado, los actos de violencia observados, la afectación emocional y psicológica, y la comunicación posterior a la desaparición.
Excompañeros de trabajo y jefes de la víctima ofrecerán detalles sobre su vida laboral, las interacciones con el acusado, los comportamientos inusuales observados y la última ocasión en que se la vio con vida.
Propietarios y vecinos de inmuebles vinculados al acusado y a la víctima brindarán información sobre la convivencia, los traslados de bienes —incluyendo la refrigeradora donde se hallaron restos humanos— y la presencia de olores o actividades sospechosas.
Transportistas y amigos que ayudaron al acusado podrán relatar el traslado de pertenencias y la logística relacionada con la desaparición de la víctima.
Investigadores judiciales y analistas criminales aportarán información sobre los procedimientos realizados, la ubicación de restos humanos, la evidencia recolectada, entrevistas a testigos y análisis telefónicos.
El perito forense explicará los hallazgos de los restos, el estado de conservación, la identificación de la víctima y la manera de la muerte. Finalmente, un profesional en informática contribuirá con análisis de redes sociales y respaldo de información digital.
En conjunto, los testimonios abarcan relaciones familiares, laborales y vecinales, desplazamientos, actos de violencia, hallazgos de evidencia y análisis forense, proporcionando un panorama integral de los hechos.
Se ofrecieron también 43 pruebas que incluyen informes de investigación judicial, actas de secuestro de teléfonos, dispositivos electrónicos, documentos bancarios y médicos, dictámenes periciales forenses, psicológicos y psiquiátricos, registros telefónicos y de redes sociales, fotografías, videos, antecedentes judiciales, informes caninos y actas de allanamiento.
Estas evidencias abarcan ubicación de restos, análisis de comunicaciones, verificación de identidad, violencia doméstica y participación del imputado.