Felipe Camacho: el hombre del Ráquetbol que lucha por apoyo
[samba-videos id='d66ddded189571da18029a68354ff84e' lead='false']
(CRHoy.com) Felipe Camacho es actualmente uno de los máximos exponentes del ráquetbol costarricense. A sus 31 años sueña con seguir ganando, pero también lucha para que el deporte en Costa Rica se ordene y los atletas puedan recibir apoyo.
Hace unas semanas se dejó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima, junto a Andrés Acuña. Ahora está a la espera de que el Icoder y el Comité Olímpico Nacional le indiquen cuándo y dónde será su siguiente competencia.
Ya se perdió la primera parada del tour internacional; la semana pasada, pues le comunicaron que no tenían aún el dinero para apoyarlo. A pesar de las múltiples trabas que ha enfrentado hoy y a lo largo de su carrera, la pasión por lo que hace puede más.
En conversación con CRHoy.com, Felipe fue claro en indicar que los atletas en este país dan siempre el 100% a pesar de que no reciben el apoyo que deberían. Él no esconde la desazón que le genera el tema, pero también pone su mirada fija en las metas claras que tiene.
"Cuando uno quiere algo, se puede. Si bien es cierto aquí es diferente con otros países que son potencia en deporte, en mi caso, más que pensar en la parte material, uno tiene objetivos y metas que queremos cumplir y eso es lo que lo mantiene a uno detrás de ese sueño. La verdad es que estoy agradecido con el deporte", dijo Felipe.
"A veces uno se cae, se desmotiva. Hace muchos años no podía jugar el tour completo y este 2019 es uno de esos porque no hay apoyo económico. No salió a tiempo. Es difícil, pero lo que hay que hacer es mantenerse fuerte y seguir con la mente en ese sueño", añadió.
Ese sueño hoy es el motor que lo impulsa a seguir adelante. A sus 31 años apenas está entrando en la etapa más madura de un raquetbolista. En este momento solo piensa en reinventarse a diario y en seguir entrenando al más alto nivel, mismo que encontró viviendo en Estados Unidos.
¿Cómo mantenerse a un alto nivel?
"Para ser un buen atleta hay que ser atleta las 24 horas del día. Desde las horas que uno duerme, lo que uno come, la psicología deportiva, fisioterapia. Todo eso es lo que hay que unir para ser un buen atleta. No solo ir y esforzarse las 2 horas de competencia".
¿Cuándo nació esta pasión?
"Cuando tenía 10 años mi papá jugaba de forma recreativa y yo me metía a la cancha, seguro me dejaban para gastar energías, así de niño. Me gustó. Un entrenador me vio y le dijo a mi papá que tenía cualidades y poco a poco me fui metiendo. A los 12 ya estaba enfocado en eso. Desde entonces no he parado".
En el 2016 fue octavo del mundo ¿Qué ha faltado para mantenerse ahí?
"El tour profesional… uno debe defender los puntos del año anterior. Entonces pasa lo de ahorita. Si yo no juego todos los torneos no logro defender los puntos del torneo anterior.
Por otro lado, como todo deportista he hecho cambios para no ser el mismo jugador, porque a uno lo estudian. Tuve varias cosas que me han costado un poquito y ya me voy sintiendo bien. Más que pensar en estar de 8 en el mundo, quiero seguir ganando, mejorando"
¿Qué se viene para Felipe?
"De aquí a mayo es la temporada, entonces esos son los torneos que hay. Son entre 17 y 20. Además el próximo año hay Mundial, Panamericano de Ráquetbol. Pero más allá de pensar en el futuro, me enfoco en pensar en el mañana, en el entrenamiento que sigue, donde tengo claro que debo ir a darlo todo. Esos poquitos es lo que le da a uno lo más grande".
¿Cómo le ha ayudado el entrenar en Estados Unidos?
"Yo diría que gracias a eso es que todavía vivo del deporte. El estar fuera. Creérsela, rozarse con los mejores del mundo es algo importante y que a uno lo hace ver que se puede, ver la forma en que se entrena. Allá están a otro nivel y eso es lo que uno intenta traer a Costa Rica".