Foto prohibida de Kim Kardashian en la MET Gala ayudó a resolver millonario robo
La imagen se hizo viral y, sin saberlo, Kim ayudó a resolver un caso de tráfico ilegal de antigüedades
La MET Gala es uno de los eventos más exclusivos del mundo de la moda. Cada año, celebridades de todo el planeta se reúnen en el Museo Metropolitano de Nueva York para mostrar sus mejores atuendos según una temática especial.
En 2018, el tema fue la "imaginería católica", y muchas figuras llamaron la atención, como Rihanna vestida de papisa y Madonna como una reina con corona.
Pero quien terminó haciendo historia fue Kim Kardashian, aunque no por su vestido, sino por una foto. Durante la cena —donde está prohibido tomar fotos—, Kim decidió romper las reglas y se tomó un selfi junto a un ataúd dorado de origen egipcio que estaba en exhibición, el cual hacía juego con su vestido de Atelier Versace. Ella publicó la imagen en su Instagram.
La foto se hizo viral y, sin saberlo, Kim ayudó a resolver un caso de tráfico ilegal de antigüedades.
El periodista Ben Lewis contó en un podcast que un informante del Medio Oriente vio la foto y la envió al fiscal Matthew Bogdanos, experto en este tipo de crímenes.
El informante estaba molesto porque no le habían pagado por ayudar a desenterrar el ataúd años antes, y reconoció que era el sarcófago de Nedjemankh, robado de Egipto en 2011.
La fiscalía abrió una investigación y descubrió que el sarcófago fue vendido al Museo Metropolitano de Arte por 4 millones de dólares con documentos falsos.
Gracias a la pista que dio la foto de Kim, la pieza fue devuelta a Egipto en 2019, y el museo se disculpó públicamente. Lo que parecía una simple foto para redes sociales terminó ayudando a resolver un caso internacional de robo de patrimonio cultural.
