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Fusión BCR-Bancrédito será efectiva el 30 de noviembre

Por Juan Pablo Arias | 11 de Sep. 2018 | 11:06 am

La fusión por absorción del Banco de Costa Rica (BCR) al Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) se hará efectiva el 30 de noviembre próximo, informaron este martes Douglas Soto, gerente interino del BCR, en compañía de Marco Hernández, interventor de Bancrédito y Rosy  Durán, gerente de Administración y Finanzas.

Ayer, con 48 votos a favor, 4 votos en contra y 5 ausencias, la Asamblea Legislativa aprobó la fusión por absorción, transacción que incluye una condonación de deudas tributarias por ¢17.000 millones y un tratamiento diferenciado para algunos indicadores de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

"Con esta transacción le quitamos una brasa al Gobierno", explicó Soto. Se espera que al final de mes la ley esté sancionada y en vigencia. Las entidades tienen un máximo de 60 días para

Durán, por su parte, explicó que el Banco quedó protegido en sus indicadores, tanto nacionales como internacionales.

Con la operación, el BCR aumenta su patrimonio en un monto cercano a los ¢32.035 millones, pero también debe hacer frente a las obligaciones pendientes con el único acreedor que le queda: el Ministerio de Hacienda.

El total de activos que restan de Bancrédito son ¢175.794 millones y el pasivo es cercano a los ¢143.759 millones.

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Tras años de malos resultados financieros y por orden del gobierno del presidente Luis Guillermo Solís, Bancrédito fue sacado de la intermediación bancaria en mayo del 2017, lo que aceleró un deterioro de sus indicadores.

Este movimiento y la falta de acciones concretas sobre su futuro, terminaron por golpear el patrimonio de la entidad.

De no haberse aprobado esta fusión, Bancrédito le costaría al Estado cerca de ¢131.000 millones, el equivalente a 0,4% del PIB. Esto hubiera golpeado más las ya de por sí endebles finanzas del Gobierno.

También se hubiera abierto un proceso liquidatorio como el del Banco Anglo, que 24 años después de su cierre no ha concluido.

Iliquidez extrema

El 23 de marzo de este año, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) determinó que la operación de Bancrédito era inviable, por lo que debía ser liquidado o fusionado. A esta conclusión se llegó, después de estudiar el informe de interventoría del banco estatal.

Oficinas de Bancrédito. CRH.

La Interventoría declaró una "iliquidez extrema", o lo que es lo mismo, que el banco no podía hacer frente por su propia cuenta a sus obligaciones vencidas con el Ministerio de Hacienda.

"El problema del banco es que estructuralmente sus activos no empatan con sus obligaciones, que están vencidas y no tiene liquidez para hacerle frente a esas obligaciones vencidas", dijo Marco Hernéndez, interventor del banco, en su alocución frente a los diputados en febrero pasado.

Esto significa que a la entidad le sobreviven recursos, pero en forma de edificios u otros activos difíciles de convertir en dinero en efectivo, lo que provoca que no pueda girar los recursos de inmediato al Gobierno.

Se trata de obligaciones por ¢131.912 millones que Hacienda puede exigir de manera inmediato, pero de las que solo hubiese recibido unos ¢11.872, que corresponden a inversiones a valores y depósitos (un 6% de los activos).

Fundado en junio de 1918 y nacionalizado en 1948, Bancrédito era el más pequeño de los bancos estatales.

¿Cómo se llegó a esta situación?

Uno de los hechos que más golpeó a Bancrédito tuvo lugar en 2012, cuando la entidad perdió la administración de los fondos de Banca para el Desarrollo, lo que le significó una caída en los ingresos por unos ¢4.500 millones.

El cierre de ese año tampoco trajo buenas noticias. La entidad reportó la mayor cartera morosa del sistema bancario. En aquella fecha, la cartera con atraso mayor a 90 días y en cobro judicial se ubicó en un 2,9%, cifra muy cercana al máximo permitido por la supervisión financiera.

En 2015 hubo otro anuncio que tampoco le fue favorable. A partir de mayo de ese año, el servicio de la venta de timbres y especies fiscales comenzó a ser prestado exclusivamente por el Banco de Costa Rica en lugar de Bancrédito.

Hacia el final del año, la alta morosidad volvió a ser noticia: de nuevo se acercó al temido 3%.

Finalmente, en 2016 una caída de las utilidades obligó a las autoridades económicas del país a sentarse en la mesa de negociación con el que era el tercer banco estatal por activos.

En ese entonces se habló de varios tipos de salvatajes, que incluyó desde la capitalización hasta devolver la administración de algunos recursos a la entidad. No obstante, ninguna de las dos alternativas caló como decisión final.

Con una apresurada decisión y con la excusa de transformarlo en un banco de desarrollo, el gobierno de Luis Guillermo Solís lo sacó de la intermediación financiera en mayo de 2017.

El banco hubiese cumplido 100 años en junio pasado.

 

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