Gobierno insiste en plan de biometano para sacar al diésel de la matriz energética
Vicepresidente procura que en 10 o 15 años el biometano sustituya al diésel
La Administración Chaves Robles (2022-2026) insistirá en los planes para que a mediano plazo el diésel sea excluido como hidrocarburo en la matriz energética nacional.
Ese producto, importado y distribuido por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), es ampliamente utilizado por vehículos privados y unidades de transporte público.
Según datos de la empresa estatal, el diésel fue el producto más comercializado durante 2023 con una venta superior a los 1.229 millones de litros. Por encima de las gasolinas (Súper y Regular), con más de 1.256 millones, y del Gas Licuado de Petróleo (GLP) con más de 396 mil litros.
Stephan Brunner Neibig, primer vicepresidente de la República, publicó un video a través de las redes sociales oficiales en las que detalló que el gobierno respalda el proyecto de ley de transición energética que permitiría a Recope incursionar en la comercialización de combustibles no derivados del petróleo.
Al igual que lo hizo a mediados de diciembre de 2023, Brunner indicó que los ajustes legales facilitarían la producción del biometano. "Un combustible sostenible que permitiría sustituir el uso del diésel en un plazo de 10 a 15 años", mencionó.
La Comisión Especial del Sector Energético de la Asamblea Legislativa aprobó de forma unánime a inicios de octubre el dictamen que recomendó la aprobación del proyecto de ley 24.079 denominado "ley para promover la transición energética en el sector de combustibles", el cual ampliaría las facultades de Recope bajo los parámetros señalados previamente.
"Este proyecto modifica la ley de Recope para permitirle producir combustibles sostenibles, lo que contribuirá a reducir nuestra dependencia a los combustibles fósiles", expresó el vicepresidente, quien hizo referencia a la posibilidad de fortalecer a la empresa estatal con estos cambios.
Según Brunner, en el país se podría producir biometano a partir de los residuos orgánicos del café o la piña. La intención es que el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) lidere la propuesta, pero ya existe una investigación a partir de un prototipo de biodigestor de pulpa de café en la cooperativa Coopetarrazú.
El biometano es un gas combustible que se obtiene a partir del biogás, tras someter este último a un tratamiento conocido como "upgrading" (actualización). Mediante este proceso se retiran determinadas impurezas del biogás (como el Dióxido de Carbono, CO2) y se logra que el gas alcance una proporción de metano que ronda el 95 %. Este grado de pureza permite la incorporación a la red gasista, mezclado con gas natural convencional, de manera que la energía del biometano pueda usarse para generar electricidad, calor o propulsar vehículos.
El biogás se genera a partir de la descomposición residuos agrícolas o ganaderos mediante digestión anaeróbica (sin oxígeno). Así las cosas, debido a la acción de determinadas bacterias, se genera un gas compuesto principalmente por metano (CH4) y CO2.
El biometano se produciría a partir de las biomasas (fuente de energía a partir de residuos agrícolas) procedentes de los principales 5 productos agrícolas de exportación: café, banano, piña, caña de azúcar y palma africana.
Las investigaciones preliminares apuntan a que la tecnología estándar de biodigestión "no funciona bien con la pulpa de café".

Los residuos de la producción de café podrían servir para generar biometano. Plantación de café en Poás. Archivo CRH/Con fines ilustrativos
Proceso complejoLa empresa española Repsol detalla que, para producir el biometano, el biogás se somete a un procedimiento de depuración. En ese proceso se elimina principalmente CO2 como componente mayoritario, pero también humedad, sulfuro de hidrógeno, amoníaco, compuestos orgánicos volátiles, O2 y nitrógeno molecular, entre otros.
De este modo, la proporción de metano aumenta hasta que el gas puede considerarse biometano o metano de origen renovable. Aunque puede producirse de forma natural, para su explotación se recurre a plantas de biogás que poseen las instalaciones adecuadas para procesar los residuos orgánicos.
"Hay que hacer un proceso previo, hidrólisis, para romper las moléculas muy largas para que en la segunda fase un biodigestor estándar pueda hacer su trabajo. Con solo ese cambio de haber entendido que hay que hacer una prebiodigestión de la pulpa. Normalmente, el contenido de metano en el biogás es entre 50% y 60% en masa. Y, con eso, llegamos a un 75% o 80% en el caso de la pulpa del café", indicó Brunner, en diciembre de 2023.
Al cierre de 2023 el proyecto estaba en la "fase de escalamiento" del proyecto. Entre las posibilidades estaba patentizar el proceso, buscar financiamiento y aplicar el plan a "gran escala".
"Luego viene una parte de purificación del biogás y luego va a ser biometano. Con eso vamos a sacar el diésel de la matriz energética de Costa Rica (…) Con el biometano, lo podemos hacer aquí. Es una tecnología media que perfectamente podemos dominar y que permite ajustes en motores diésel para seguir usando los mismos camiones pesados con un cierto ajuste en el motor", señaló Brunner, en esa oportunidad.
Lo que se está investigando con el café se podría replicar en la piña, pero se requerirá una adaptación tecnológica debido a que actualmente en el mercado no existen los equipos necesarios para aplicarlos en Costa Rica.
Similar a otras propuestas impulsadas desde este gobierno, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunció el 9 de mayo de 2023 que otorgaría $150 mil al gobierno de Costa Rica para que a través del Minae se hicieran estudios que determinarán la viabilidad de producir biometano en el país. Los resultados de la consultoría deberían estar listos 24 meses después de que arranque.
El BCIE indicó que, de resultar exitosa la primera etapa, la cooperación contemplaría una segunda etapa que incluiría la valoración de escenarios de costos de producción, la viabilidad económica, y la valoración de modelos de negocios, entre otros aspectos, para desarrollar planes "pilotos" de gestión de nuevas cadenas de biocombustibles gaseosos.