Gobierno también condena bombardeo contra bases en Siria

(Imagen tomada de Twitter subida por el productor Arturas Kerelis)

El Gobierno de Costa Rica condena el bombardeo contra Siria registrado en las últimas horas, a cargo de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. También se opuso al régimen del presidente sirio Bashar Al Assad, quien el pasado 7 de abril, durante la permanente guerra, atacó con armas químicas.

"Costa Rica condena los ataques (todos) y considera que es el Consejo de Seguridad quien debe asumir sus responsabilidades ante la comunidad internacional para mantener la paz y seguridad internacional", informó la Cancillería a los medios de comunicación.

Esta misma mañana, el Gobierno se opuso y pidió responsabilidades por el ataque químico perpetrado por el régimen del presidente sirio, Bashar Al Assad. Este ataque fue el motivo para que el el grupo de tres países bombardearan durante las últimas horas sedes del programa de armas químicas en Siria. 

La posición del Gobierno costarricense es en contra de cualquier ataque y a favor de que sea el Consejo de Seguridad de la las Naciones Unidas quien actúe "para lograr un consenso y evitar la escalada del conflicto". 

El conflicto interno de Siria ha dejado más de 350.000 muertes y millones de desplazados y de refugiados. Comenzó en marzo de 2011 con la represión de un sector de la población, pero evolucionó en un conflicto complejo, con la implicación de grupos yihadistas y de potencias regionales e internacionales. 

"Desde que inició el conflicto en 2011, Costa Rica ha hecho un llamado vehemente a todas las partes en conflicto para que respeten el derecho internacional humanitario y a agotar todos los esfuerzos para finalizar este conflicto", informó la Cancillería este sábado.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes una operación militar conjunta con Francia y Reino Unido contra diferentes blancos en Siria, destinada a castigar al régimen de Bashar Al Asad, al que acusa de un ataque con armas químicas contra civiles el 7 de abril en la localidad de Duma, cerca de Damasco.

El régimen sirio, que negó haber llevado a cabo el ataque, denunció "la agresión norteamericano-franco-británica, que en su opinión está "destinada al fracaso".