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Gobierno trasladó sensible centro de comunicaciones de Guardacostas

Por José Adelio Murillo | 17 de Oct. 2024 | 11:58 am

El viceministro de Unidades Especiales de Seguridad Pública, Manuel Jiménez Steller, ordenó la movilización del centro de comunicaciones del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG): un cerrado grupo especializado en manejar información sensible sobre patrullajes en mar y el rastreo de lanchas rápidas que movilizan droga por aguas costarricenses.

Crhoy.com obtuvo acceso a esta información, que pudo corroborar a través de al menos cinco testimonios de personas cercanas a las distintas labores de Guardacostas, cuyas identidades se resguardan para evitar represalias en su contra.

El traslado de sede ocurrió por orden verbal del viceministro, a quien se le achacan otras decisiones que podrían debilitar la lucha contra el crimen organizado que realiza el país, tales como alejar de Bahía Drake el comando élite de Guardacostas y alejar del Caribe Sur a otro grupo operativo de las fuerzas navales costarricenses.

Anteriormente, la central de comunicaciones de Guardacostas, donde se coordinan delicados detalles de trayectos marítimos e información de inteligencia sobre las embarcaciones de las organizaciones criminales, se localizaban en una ubicación en el distrito de Zapote, no dado a conocer por razones de seguridad.

En esas instalaciones, trabajaba un reducido grupo del SNG, para evitar fugas de datos policiales sensibles: menos de 10 personas que manejaban la información para transferirla a la jefatura de operaciones, para coordinar con los agentes y navíos con presenciaen el agua.

Este grupo de oficiales tenía a su cargo, por ejemplo, mantener contacto con las aeronaves de Estados Unidos que patrullan de forma conjunta con Costa Rica sobre las principales rutas marítimas del narcotráfico internacional y que dan aviso de la presencia de buques o barcas sospechosos. 

"El centro de información se encarga de recibir alertas de narcotráfico, casos de búsqueda y rescate, incidentes del 9-1-1 y todo lo que es el movimiento de las estaciones, como coordinaciones antidrogas, estado de las embarcaciones, cuánto personal se mantiene. Alguna información más sensible se comparte de hecho con solo una estación", indicó otro de los testigos consultados.

Sin embargo, entre mediados de año y agosto, Jiménez Steller les ordenó pasarse a Base 2 en el Aeropuerto Juan Santamaría en Alajuela, limitando el alcance y generando riesgo de filtraciones al mezclarlos con otros funcionarios, según las personas consultadas.

De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, el grupo de comunicaciones fue metido en instalaciones en malas condiciones, sin un traslado oficial, sin ningún oficio o correo electrónico que lo documentara, sino que simplemente, a partir de un día determinado, los pasaron hacia Alajuela sin movilizar el equipo tecnológico completo.

Limita y arriesga lucha antinarco

Uno de los problemas con esta decisión, es que limitaron la capacidad de comunicación del centro de operaciones para contactarse con embarcaciones de Guardacostas mar adentro. Antes la señal llegaba hasta unas 100 millas náuticas mar adentro, pero el alcance se redujo a unas 60 millas, casi la mitad.

"Se queda corto: en caso de alguna operación, las personas están desprotegidas porque los radios no tienen la capacidad que deberían tener. Han pasado casi tres meses desde el cambio y no parece que se vayan a mejorar las condiciones", reveló una de las personas bajo identidad protegida.

Como el traslado fue casi de un momento a otro, todavía no se han readecuado ni incorporado todos los equipos tecnológicos necesarios para las labores que se realizan. Este delicado centro de intercambio de información de inteligencia está doblegado desde hace semanas.

Normalmente, se contaban con dos sistemas de intercambio: uno mediante radiobases, que funciona con antenas que se colocan en algunas estructuras y tienen una capacidad más potente de hasta 100 millas náuticas, y el otro troncalizado, de menor alcance mar adentro.

Desde el desplazamiento ordenado por Jiménez Steller, no cuentan con las radiobases que les permiten hacer llegar los mensajes más lejos, sino únicamente con el sistema troncal. Adicionalmente, no se han incorporado todas las pantallas y parte del equipo quedó en Zapote, quedando debilitado.

Otro de los problemas con el desplazamiento, es la cadena de resguardo de la información: antes del retiro del coronel Martín Arias, exdirector de Guardacostas, él recibía las alertas de los operadores de comunicación y él coordinaba de manera directa junto al director de Operaciones, para ordenar el despliegue de embarcaciones.

Antes el margen de fuga de datos sensibles era muy reducido. No obstante, dado que ahora el centro de comunicaciones de Guardacostas debe estar en Base 2 del aeropuerto, comparten recinto con otros oficiales de cuerpos como el Servicio de Vigilancia y la Policía de Fronteras, que entenderán sin problema las claves policiales y por ende, hay más exposición de la información delicada.

Mario Zamora defendió la acción

El pasado martes 10 de setiembre, durante una actividad pública, crhoy.com abordó al ministro de Seguridad, Mario Zamora, tras recibir el primer reporte sobre este movimiento. Durante las últimas semanas se han recolectado más testimonios que reafirman lo ocurrido.

Ese día, el jerarca no negó que el traslado hubiera ocurrido. Por el contrario, lo justificó e intentó evadir la pregunta asegurando que es información delicada para la policía. A continuación las respuestas:

Pregunta: Lo que le consulto es que, tenemos un reporte, para que usted nos pueda confirmar o no, de que la central de operaciones y comunicaciones de Guardacostas, fue movilizada y ahora comparten sede con Vigilancia Aérea. Esa es la duda en concreto. 

Mario Zamora: Por inteligencia policial esto no lo digo. Ningún cuerpo policial solo. Usted no puede hacer ninguna interceptación solo trabajando dentro de un cuerpo. Se trabaja de manera conjunta. Los detalles de cómo se hace esa conjunción, sí son propios del quehacer policial especializado. 

Pregunta: ¿No hay cierto riesgo por la información tan sensible?

Mario Zamora: ¿Riesgo entre policías?

Pregunta: Sí, que haya fuga de información. 

Mario Zamora: Ni un solo riesgo. 

Pregunta: ¿No lo existe?

Mario Zamora: No. Más bien, quien tenga dudas lo puede hablar conmigo en un debate sin ningún problema. 

 

Más de una acción cuestionada

A esta decisión, se suman otras directrices verbales del viceministro Manuel Jiménez Steller tales como el retiro de la base del Grupo de Operaciones Especiales del Guardacostas (GOPES) desde Bahía Drake en Osa, hacia Quepos, en las instalaciones que anteriormente albergaban la Academia de Guardacostas, que fue llevada lejos del mar a Pococí.

Tal como reveló crhoy.com el pasado viernes, el Ministerio de Seguridad Pública bajo la dirección del jerarca Mario Zamora y el viceministro de Unidades Especiales, Manuel Jiménez Steller, tomó la decisión de alejar el grupo más capacitado de Guardacostas de Drake, disminuyendo los tiempos de reacción para interceptar embarcaciones con droga.

Con esta movilización, los oficiales marítimos tienen menos margen para reaccionar ante las alertas que emiten las aeronaves de los Estados Unidos gracias a los operativos conjuntos. Estas alertan desde el cielo la presencia de lanchas sospechosas y saliendo desde Quepos, ahora durarán hasta 2 horas en llegar. 

Adicionalmente, este medio pudo constatar mediante cuatro testimonios que el viceministro de Unidades Especiales de Seguridad Pública, Manuel Jiménez Steller, ordenó extraer el grupo operativo de Guardacostas que permanecía en el puesto de Sixaola en el Caribe Sur para trasladarlo al centro de Limón, lo que genera retrasos de hasta una hora en los recorridos para combatir al narcotráfico.

La determinación se ejecutó entre junio y julio del año 2023: se sacaron de Sixaola y no se volvieron a instalar. Allí en la zona existe un puesto fronterizo que estaba acompañado presencia de Guardacostas, para responder de forma expedita ante alertas de lanchas rápidas que transportaban droga para intentar ingresarla al país.

La presencia policial en mar es clave en esta zona, debido a que el río Sixaola es navegable y por allí pueden entrar embarcaciones con el producto ilícito.

En su lugar, el grupo de Guardacostas que permanecía allí, habría sido movido hacia el puesto de Portete, unos 5 kilómetros al norte del centro de Limón.

Con ese traslado, los tiempos de recorridos se incrementan una hora para atender la presencia de navíos que transporten estupefacientes, dado que el trayecto nuevo tiene una distancia de unas 40 millas náuticas. Esto también pone en riesgo la atención de emergencias como naufragios o extravíos en agua.

Otra de las decisiones cuestionadas respecto al Servicio Nacional de Guardacostas, es el destierro de la Academia de Guardacostas de Quepos, donde estaba a tan solo metros del mar, para llevar a Pococí, a las instalaciones de la Academia Nacional de Policías que está a 45 kilómetros del mar más cercano.

Por estas decisiones, Zamora y Jiménez Steller fueron denunciados ante la Procuraduría de la Ética y la Asamblea Legislativa determinó convocarlos en audiencia para que rindan cuentas.

 

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