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ICD ya recuperó ₡164 millones al subastar ganado de cabecilla ‘Pana’ y conocida barrilera

Lujosos caballos fueron sometidos a exámenes veterinarios y se venderán hasta el viernes

Por José Adelio Murillo | 30 de Jul. 2025 | 6:45 pm

Las cerca de 300 cabezas de ganado que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confiscó a José Abdiel Sánchez González, conocido como Pana, supuesto lavador de dinero y cabecilla del narcotráfico, ya están en proceso de subasta y venta.

Hasta el cierre de este miércoles, ya se había subastado aproximadamente la mitad de las vacas, toros y terneros, lo que permitió la recuperación de unos ₡164 millones, ahora en custodia de la Tesorería Nacional.

En la subasta de Salamá se vendieron reses por un monto de ₡88.749.680 y en Pérez Zeledón fueron ₡74.685.200. Allí mismo se subastarán 8 equinos raza cuarto de milla.

La colocación del ganado continúa, mientras que los lujosos caballos serán subastados hasta el viernes, debido a que requieren exámenes veterinarios específicos.

De acuerdo con el reporte de la policía judicial, se decomisaron un total de 322 reses y siete caballos, que pasaron a manos de la Unidad de Recuperación de Activos (URA) del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), entidad encargada de comercializar estos animales para recuperar, en dinero, su valor.

Como las autoridades no tienen capacidad para cuidar a estos bovinos y equinos, están autorizadas por ley a venderlos, para luego reservar el dinero en cuentas del Estado. Si los sospechosos son condenados, el monto queda comisado de forma definitiva; sino, se devuelve a los propietarios.

Al menos 130 bovinos y los caballos fueron incautados en Pérez Zeledón, y otros 164 bovinos en Buenos Aires de Puntarenas.

Este decomiso representa un golpe importante a la capacidad operativa y financiera de la organización, dado que, además del ganado, se incautó maquinaria, vehículos, remolques y otros bienes de valor económico y estratégico para el grupo criminal.

El OIJ también decomisó siete caballos finos y de alto valor comercial a la reconocida barrilera y abogada, Daniela Mora Méndez (31 años), esposa de Sánchez, señalado como presunto líder de la organización.

Los animales estaban en una finca ubicada en General Viejo de Pérez Zeledón, la cual fue allanada como parte de las diligencias del caso Pana, dirigido por la Sección de Legitimación de Capitales del OIJ.

La relación de la pareja con el mundo ecuestre iba más allá de una simple afición. A pesar de operar diversos negocios y manejar grandes sumas de dinero, invertían millones en la adquisición de caballos de alto pedigrí, entrenados para competencias en las que ambos participaban activamente como jinetes.

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La familia Sánchez Mora residía en una finca de lujo que incluía picadero, establos, caballeriza y un amplio rancho. Durante el allanamiento de este martes, las autoridades encontraron en la planta baja una pintura elaborada por Mora, inspirada en su pasión por los caballos.

"Son caballos destinados a competencias y exhibiciones públicas", detalló el fiscal adjunto de la Fiscalía General, Mauricio Boraschi.

Mora Méndez, conocida en los círculos ecuestres como La Generaleña, tenía una presencia constante en actividades de monta desarrolladas en distintos redondeles del país. En redes sociales circulan videos donde se le observa montando durante estos eventos.

En diciembre de 2023, participó en el redondel de Pedregal, uno de los principales escenarios de las fiestas televisadas de fin de año. También ha competido fuera de Costa Rica, como en una actividad celebrada en Cuba en años recientes.

Medios especializados en el ámbito ecuestre han difundido material audiovisual donde aparece la joven, de 31 años, montando durante esos eventos internacionales.

Su cercanía con el ambiente de los caballos no se limita al gusto personal. Mora ha ocupado cargos directivos en organizaciones del gremio: desde 2016 funge como vocal I en la Asociación de Caballistas Unidos de Pérez Zeledón y, un año después, asumió un puesto similar en la Asociación de Caballistas del Sur.

Esas fechas coinciden con el surgimiento del supuesto esquema de lavado de dinero liderado por su esposo.

Gran investigación

La investigación contra la pareja comenzó en 2021, tras detectarse un incremento patrimonial superior a ¢1.000 millones, reflejado en la compra de propiedades, ganado, vehículos, tiendas y aserraderos.

Sánchez, de 43 años, se estableció en Puerto Jiménez hace más de dos décadas. Inició como pescador con un salario de ¢168.000 mensuales, pero luego incursionó en la compra de fincas y ganado.

Según el OIJ, con el tiempo consolidó un imperio de negocios que servían como fachada para lavar dinero del narcotráfico. La barrilera también  fue detenida el martes, sospechosa de ser parte de la banda.

Tenía en su poder dos caballos que figuran entre los 60 mejores del país: Tylery y Buba son ejemplares propiedad de Daniela Mora Méndez, incluidos en el ranking de la Asociación de Criadores de Caballo de Campo y Deportivo de Costa Rica (Acricamde).

La lista reúne a los 100 mejores caballos del país, pertenecientes a reconocidas haciendas y ganaderías con amplia trayectoria en el mundo equino.

Su pareja, el presunto narcotraficante, además habría blanqueado capitales mediante negocios como la venta de celulares, autos, ganado, caballos, madera y productos farmacéuticos, comercios no comunes en el lavado.

Según el director del OIJ, Randall Zúñiga, Sánchez utilizaba al menos once fincas en Puerto Jiménez de Golfito, presentadas como propiedades ganaderas, para recibir cargamentos de droga.

Esa zona es estratégica para estas agrupaciones por su acceso al mar, la escasa presencia policial: y los terrenos bastante extensos para el pastoreo.

El OIJ confirmó, al cierre de las diligencias, el decomiso de ₡141.856.800 y $889 aproximadamente, doce celulares, 36 municiones calibre 9 mm sin percutir, ocho dispositivos de almacenamiento, siete computadoras, un fierro para marcar ganado, un dron, una motocicleta, seis carros (en su mayoría de alta gama), dos remolques y un cuadraciclo.

Alias Pana, pasó de ser un pescador en Puerto Jiménez de Golfito a desarrollar negocios en al menos siete rubros distintos para supuestamente lavar el dinero que obtenía del narcotráfico. Uno de estos rubros fue el comercio de caballos.

Este costarricense-panameño, de 43 años habría colocado más de mil millones de colones en bienes. Sánchez nació en Chiriquí, Panamá; de ahí su alias y el nombre que los agentes asignaron a la operación.

Sus inicios en el país se remontan a más de 20 años atrás, cuando llegó a Puerto Jiménez de Golfito para involucrarse en actividades pesqueras. Allí trabajó como empleado de una operadora de pesca deportiva, donde recibía un salario de ₡168.000 mensuales.

Fue en ese lugar donde, posteriormente, incursionó en el negocio que lo convirtió en millonario en poco tiempo. Pero, como ocurre en la mayoría de estos casos, terminó siendo descubierto por la policía.

Este sujeto aprovechó que el Triángulo de Osa es una zona prácticamente abandonada por las autoridades para recibir cargamentos de droga.

El dinero que empezó a generar lo invirtió en más de diez fincas, que al parecer utilizaba para movilizar cocaína por tierra una vez descargada de embarcaciones procedentes de Panamá hacia el Pacífico sur costarricense.

"Aparentemente inicia a cargo de la intermediación logística del traslado de droga y, a partir de eso, tiene un capital que de alguna manera buscó nacionalizar o legalizar. Es por eso que empieza a invertir en celulares, ganado, caballerizas, venta de autos, un aserradero…", explicó Zúñiga.

Las autoridades identificaron sus primeras intervenciones en el mundo narco desde 2017. Durante todo este tiempo manejó el traslado de droga por vía marítima.

Incluso hubo dos casos en los que se conocieron sus vínculos directos con cargamentos que fueron interceptados por la policía. Sin embargo, en ese momento no contaban con pruebas suficientes para incriminarlo por narcotráfico.

En esos procesos hubo personas detenidas e incluso condenadas, a quienes se logró vincular con el clan de Sánchez. Por ello, las autoridades decidieron atacar su patrimonio. En la investigación de la Sección de Legitimación de Capitales se lograron identificar las rutas del dinero de la organización.

"Como en otros casos, nos fuimos detrás del capital de la agrupación. Para poder justificarlo, identificamos un cargamento de droga que se decomisó en el Cerro de la Muerte recientemente. Este sí se logró vincular con el grupo y, por ende, se utilizó como delito precedente para ir por el dinero que estaban lavando", detalló Boraschi.

La inversión más fuerte y reciente fue la inyección de capital en al menos cuatro tiendas de celulares llamadas ABC, ubicadas en distintas zonas de Pérez Zeledón. Paralelamente, inició la construcción de la lujosa vivienda en la que fue detenido, en General Viejo.

La camioneta marca Jeep Gladiator, año 2020, decomisada en su vivienda, tiene un valor fiscal de ₡33,8 millones y está inscrita a su nombre. También figura a su nombre un remolque para caballos.

Además, registra como propias dos fincas en Pérez Zeledón y tres en Bahía Ballena, zona que forma parte del Triángulo del Sur, donde operaba su organización vinculada al narcotráfico.

Actualmente, figura como presidente, fiscal y gerente de tres sociedades anónimas utilizadas para movilizar los activos de sus empresas. Entre estas se encuentran La Camioneta Gris Dos Mil Veintidós Sociedad de Responsabilidad Limitada, Geisha María de Costa Rica S. A. y BYG Ángulo Osa S. A.

En varias de estas sociedades figuran personas de su círculo cercano, incluida su esposa. Dichas empresas fueron creadas a partir de 2018, periodo en el que las autoridades estiman que inició su incursión en la creación de negocios para el lavado de dinero.

A su nombre figuran directamente dos furgones, una camioneta, tres motocicletas y un cuadraciclo. En conjunto, estos bienes alcanzan un valor aproximado de ₡20 millones; sin embargo, la mayor parte de sus posesiones las distribuía a nombre de terceros.

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