Informe de la UNA: Gasto social cae al nivel más bajo de la última década
La reducción del gasto público aplicada por el Gobierno para alcanzar una mayor consolidación fiscal pone en riesgo "la continuidad y calidad" de las políticas públicas, pues muchas de ellas buscan atender necesidades sociales en materia de vivienda, salud, educación, seguridad y atención de poblaciones vulnerables.
Así lo señala el II Informe Macroeconómico 2025: evolución económica y desafíos fiscales, del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA), presentado este jueves.
Según el estudio, desde 2020 el porcentaje del gasto público respecto al Producto Interno Bruto (PIB) pasó de un 10,1 % ese año a un 8,5 % en 2025, de acuerdo con las previsiones.
Esto ha estado acompañado de una reducción en la inversión social. Por ejemplo, en 2020, año de la pandemia, las erogaciones en este rubro representaron un 24,2 % del PIB. Sin embargo, comenzaron a caer desde entonces: 23,2 % en 2021; 21 % en 2022; 20,7 % en 2023; y un leve repunte el año anterior, con un 20,8 %.
Esa baja es, además, la más pronunciada de la última década. Hace diez años, la inversión social era de un 22,4 % del PIB.
Si se analizan sectores específicos, los datos refuerzan esa caída generalizada. En gastos de protección social —que incluyen pensiones y ayudas a familias en condición de vulnerabilidad— se pasó de un 7,98 % en 2020 a porcentajes que han oscilado entre 7,1 % y 7,4 % en los últimos tres años.
La educación, que ha sido objeto de otros análisis, siguió la misma ruta descendente. Incluso, el año anterior registró un porcentaje de inversión (5,51 %) inferior al recomendado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que establece un 8 % global y al menos un 6 % para Costa Rica.
En salud, la tendencia también ha sido a la baja, principalmente después de 2020, cuando se destinaron más recursos a la atención sanitaria por la pandemia. En los últimos tres años la reducción fue de hasta un punto porcentual en inversión (6,65 % en 2021 frente a 5,67 % en 2024).
"Con el gasto ya por debajo del 6 % en los últimos dos años, cualquier ajuste lineal puede tensionar la cobertura y los resultados (listas de espera, reposición de capital, prevención, infraestructura). La prioridad es recuperar al menos el umbral de la OMS (Organización Mundial de la Salud), preservando la sostenibilidad", sostiene el informe, presentado por los académicos Marco Otoya, director del Cinpe, e Ivannia Bolaños y Allan Quesada, investigadores.
En cuanto a vivienda, el estudio muestra una dualidad: mientras el valor promedio del bono de vivienda casi se duplicó, al pasar de ¢6 millones a ¢11 millones, la cantidad de soluciones se redujo de más de 12.000 en promedio por año a 9.320, cifra registrada el año anterior.
Los investigadores del Cinpe sostienen que "la reducción del gasto público ha generado un alivio fiscal en el corto plazo, pero plantea desafíos importantes de sostenibilidad. La clave está en orientar el gasto hacia áreas estratégicas, como educación, infraestructura y salud, de modo que cada colón invertido no solo cumpla una función redistributiva, sino que también se traduzca en un motor de crecimiento económico y bienestar social en el largo plazo".