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Investigación de DEA señala a Celso Gamboa como coordinador del Cartel del Golfo en Centroamérica

EE. UU. lo acusa de liderar una red de narcotráfico con nexos internacionales en Panamá, Honduras, Guatemala y otros lugares

Por José Adelio Murillo | 25 de Jun. 2025 | 12:11 am

La investigación que desde 2020 lleva a cabo la agencia antinarcóticos de Estados Unidos contra el exministro y exmagistrado Celso Gamboa Sánchez lo señala como el representante del Cartel del Golfo en la región centroamericana.

Así lo confirmaron a CR Hoy al menos dos fuentes confidenciales cercanas al caso. Ese rol que se le atribuye a Gamboa consta en la petición de extradición tramitada por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ante las autoridades costarricenses.

La agencia, adscrita al Departamento de Justicia de EE. UU., encabeza una causa con la que pretende someter al costarricense a juicio en un tribunal de Dallas, Texas.

En la investigación se identifica a Gamboa como el aparente representante del Cartel del Golfo con presencia en Guatemala, Honduras, Panamá y otros lugares.

Este grupo criminal transnacional, dedicado al trasiego de estupefacientes y delitos conexos, es considerado una organización terrorista y la red delictiva más antigua de México. No obstante, el documento no amplía demasiado sobre el rol de Gamboa o los nexos con el núcleo o cúpula de ese Cartel azteca.

También se señala la existencia de conexiones internacionales entre el abogado y sus cómplices, con quienes al parecer mantenía contacto y coordinaba operaciones sin salir del país.

El exfiscal y exjerarca no registra movimientos migratorios desde mayo de 2019, según los registros de la Dirección General de Migración y Extranjería consultada por CR Hoy.

Presuntamente, las comunicaciones se realizaban a través de llamadas y chats por teléfono celular, en los que se discutían los negocios ilícitos y la logística para trasladar droga.

Dos exsocios de Gamboa, de nacionalidad hondureña y ya extraditados a EE. UU., habrían brindado estas revelaciones a la DEA. Incluso aportaron pruebas para vincular al abogado con la red transnacional de narcotráfico.

La investigación sostiene que Celso habría cometido al menos dos delitos. El primero es conspiración para fabricar y distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, con la intención, el conocimiento y la causa razonable para creer que la droga sería importada ilegalmente a Estados Unidos, en violación del Título 21 del Código de los Estados Unidos, secciones 959 (a), 960 y 963.

El segundo cargo es la presunta fabricación y distribución de cinco kilogramos o más de cocaína con la misma intención, conocimiento y causa razonable, así como su participación como cómplice, en violación del Título 21, sección 959, y del Título 18, sección 2 del Código de los Estados Unidos.

El exministro de Seguridad y exmagistrado de la Sala de Casación Penal no aceptó su extradición voluntaria y fue enviado a detención provisional por dos meses, al igual que Edwin Danney López Vega, alias Pecho de Rata.

Ambos fueron detenidos por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), a petición de la DEA y de un tribunal estadounidense. El plazo de prisión preventiva permitirá que un juez costarricense tramite formalmente la solicitud de extradición.

Cartel del Golfo

El Cartel del Golfo es una de las organizaciones criminales más antiguas de México. En su apogeo, su líder Osiel Cárdenas Guillén fue considerado el capo más poderoso del hampa mexicana.

Sin embargo, en los últimos años ha perdido poder e influencia debido a divisiones internas en facciones rivales, según documenta la organización Insight Crime.

Estas facciones siguen controlando zonas clave de la frontera entre México y Estados Unidos, especialmente en áreas cercanas al Golfo de México. En los últimos años, se han beneficiado del aumento del tráfico de migrantes por la frontera.

Su posición estratégica en varios pasos fronterizos les ha dado una ventaja histórica para introducir drogas como cocaína y metanfetamina en Estados Unidos, y armas de alto calibre y dinero en efectivo hacia México.

Los orígenes del Cartel del Golfo se remontan a la década de 1980, cuando Juan García Ábrego asumió el negocio de narcotráfico de su tío, entonces una operación modesta de marihuana y heroína.

García Ábrego negoció un acuerdo con el Cartel de Cali, una poderosa estructura criminal colombiana que buscaba nuevas rutas hacia el mercado estadounidense, tras verse afectado por la ofensiva de EE. UU. en el Caribe.

El trato era irresistible para ambas partes: García Ábrego se encargaría de cruzar los cargamentos de cocaína por la frontera mexicana, asumiría los riesgos y se quedaría hasta con el 50 % de las ganancias.

Cuando fue extraditado a EE. UU. en enero de 1996, el Cartel del Golfo generaba miles de millones de dólares en ingresos anuales. Ese dinero cruzaba de vuelta la frontera en maletas, jets y túneles subterráneos.

La organización construyó una red de distribución que alcanzó ciudades como Houston, Atlanta, Nueva York y Los Ángeles. Su influencia también marcó un precedente para otros grupos.

Capos como Amado Carrillo Fuentes, alias El Señor de los Cielos, jefe del Cartel de Juárez, pronto siguieron los pasos de García Ábrego, exigiendo a sus socios colombianos un mayor control sobre la distribución y mayores ganancias.

El capo fue capturado en 2003, luego de que el Departamento de Estado de EE. UU. ofreciera una recompensa de 2 millones de dólares por su arresto. Su antiguo cuerpo de seguridad evolucionó hasta convertirse en Los Zetas, el legado más violento del Cartel del Golfo.

Hoy, el cartel ya no existe como una organización unificada. Está fragmentado en varias facciones que compiten por economías criminales en Tamaulipas.

Entre ellas están los Ciclones, los Escorpiones, los Rojos, los Metros y las Panteras. Estas agrupaciones controlan pasos fronterizos que usan para traficar drogas, armas y migrantes, entre otras actividades ilícitas.

Aunque los Escorpiones y los Ciclones ostentan el mayor poder, la época dorada del Cartel del Golfo bajo García Ábrego quedó atrás.

De acuerdo con las declaraciones de exsocios de Celso Gamboa y de informantes de la DEA, así como otras pruebas recabadas por esa agencia, el exmagistrado costarricense se habría convertido en una especie de coordinador regional del cartel, con influencia en varios países centroamericanos.

Para lograrlo, supuestamente se alió con uno de sus antiguos clientes y narcotraficante condenado, Edwin López Vega, alias Pecho de Rata. Ambos enfrentan ahora la posibilidad de ser juzgados por un tribunal federal en Estados Unidos.

Gamboa ocupó los más altos cargos de la función pública, tales como ministro de Seguridad Pública y magistrado de la Corte Suprema de Justicia, ahora espera la decisión de un juez nacional para definir si enfrenta un proceso de extradición solicitado por EE. UU. para ser enjuiciado ante un tribunal en Dallas, Texas.

Los implicados incluirían a un colombiano y dos hondureños vinculados a la banda La H, ya extraditados a Estados Unidos, donde enfrentan cargos por tráfico internacional de estupefacientes.

La documentación sostiene que Celso Gamboa brindaba apoyo logístico a esta organización, utilizando su conocimiento y presunta influencia en el Servicio Nacional de Guardacostas y en el manejo de escáneres portuarios, gracias a su trayectoria en el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

Sin embargo, el requerimiento de la DEA indica que Gamboa habría traicionado a sus socios, facilitando información a las autoridades estadounidenses, lo que derivó en la captura y extradición de esa célula criminal que operaba en el Caribe costarricense.

Según el expediente, tras la detención de los extranjeros, Gamboa asumió el control de las operaciones junto a otro individuo con experiencia en actividades ilícitas, consolidando así su posición dentro de la estructura criminal.

Celso Gamboa ocupó varios de los cargos más importantes para combatir el crimen y la inseguridad en Costa Rica. En el Ministerio Público comenzó como asistente del fiscal general y luego fue fiscal en localidades como Siquirres, Limón y la Zona Sur.

Más recientemente, ha defendido a narcotraficantes de alto perfil en Costa Rica, como Pancho Villa, Turesky, Pecueca, Press, Pecho de Rata e incluso al dictador venezolano Nicolás Maduro, señalado por EE. UU. como líder del Cartel de los Soles.

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