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Jeffrey Epstein y JPMorgan: el banco que ignoró las alarmas y siguió lucrando

Por Gustavo Arias | 8 de Sep. 2025 | 11:34 am

Cuando se habla de Jeffrey Epstein, el recuerdo inmediato es su escándalo sexual: uno de los criminales más notorios de Estados Unidos que abusó de decenas de jóvenes y adolescentes durante años. Pero detrás de la historia de explotación hay otra trama menos conocida: la financiera.

Una investigación de The New York Times, basada en más de 13.000 páginas de documentos legales y bancarios internos, revela que JPMorgan, el banco más grande de EE. UU., se benefició de las operaciones de Epstein, ignorando señales claras de actividad ilícita.

Un cliente muy lucrativo

Durante los 2000, Epstein fue un cliente extremadamente valioso para la división de banca privada de JPMorgan, especializada en atender a personas de gran riqueza. Entre 2006 y 2019, procesó más de 4.700 transacciones por más de $1.100 millones, incluyendo pagos que, según los documentos, estaban vinculados a sus víctimas. Además, el banco transfirió fondos a Rusia y Europa del Este, donde se presume que operaban parte de sus redes de tráfico sexual.

El manejo del dinero incluía retiros frecuentes de grandes cantidades de efectivo, y la apertura de cuentas para asistentes y víctimas, a veces sin controles adecuados que hubieran alertado sobre posibles delitos.

Alarmas internas ignoradas

Desde 2006, empleados del banco advirtieron sobre estas prácticas. Señalaban que los retiros masivos de efectivo eran una señal de actividad sospechosa y alertaban sobre el riesgo reputacional de mantener a Epstein como cliente. Pero los ejecutivos optaron por seguir haciendo negocios con él, confiando en las garantías de Epstein y sus abogados.

El rol de Jes Staley

El alto ejecutivo Jes Staley se convirtió en el vínculo central dentro del banco. Consultaba a Epstein sobre decisiones estratégicas, oportunidades de negocio e incluso sobre su salario. Staley también pidió a Epstein ayuda para la carrera de una de sus hijas.

La relación tuvo consecuencias aún más graves: en 2010, Staley mantuvo relaciones sexuales con una asistente de Epstein, quien más tarde alegó que había sido forzada a involucrarse en encuentros sexuales con amigos del financista.

Jamie Dimon y la supervisión cuestionada

El CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, asegura que apenas conocía a Epstein hasta 2019. Sin embargo, documentos internos y declaraciones de Staley sugieren que Dimon pudo estar informado sobre la relación con el cliente, lo que plantea dudas sobre la supervisión y la responsabilidad del banco frente a un criminal de alto riesgo.

Consecuencias y lecciones

La investigación muestra cómo un banco global permitió que un depredador sexual operara durante años mientras generaba millones para la entidad. Aunque JPMorgan reconoció que mantener a Epstein como cliente fue un error, el caso revela la tensión entre la rentabilidad y la ética, y cómo la omisión de controles puede favorecer la impunidad.

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