Las bombas de cobalto están a punto de salir del país
Caja está a la espera del visto bueno del Ministerio de Salud
Las bombas de cobalto se encuentran resguardadas en el Hospital México, ante el riesgo del material radioactivo. (Archovo CRH)
Las fuentes de energía radiactiva de las bombas de cobalto del Hospital México están a punto de de salir de nuestro país. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) anunció que solo están a la espera de los permisos del Ministerio de Salud, para poder hacer el envío a los Estados Unidos.
Debido al peligro que representa el material radioactivo, las fuentes están resguardadas dentro de un contenedor blindado para evitar la emisión de radiación.
Ericka Céspedes, oficial de seguridad radiológica del Servicio de Radioterapia del Hospital México, explicó que el sitio cuenta con alarmas sonoras y cámaras especiales vigiladas en forma remota para evitar cualquier situación anormal.
Las autoridades tomaron la decisión de sacar del país estas fuentes radioactivas hace varios años, en virtud de que las bombas de cobalto fueron desplazadas por los aceleradores lineales. La institución hizo una contratación especial para cumplir las medidas de seguridad necesarias para el traslado.
La CCSS ya remitió toda la documentación respectiva al Ministerio de Salud. Incluye la cualificación de la empresa que efectuará el transporte del material radiactivo; las condiciones de seguridad en las que se efectuará el traslado; y las características del país que hará la recepción del material, en este caso Estados Unidos.
Hace unos años, el Hospital San Juan de Dios realizó una acción similar, con las fuentes radioactivas de las bombas de cobalto que tenían. De acuerdo con la normativa vigente deben ser repatriadas al país de origen.
Tragedia con la bomba de cobalto
Los primeros equipos de cobalto que llegaron a nuestro país permitieron mejorar la calidad de vida de algunos de los pacientes diagnosticados con cáncer entre los años 1980 y 2000. Sin embargo 115 de ellos vivieron una tragedia.
En setiembre de 1996, este grupo de asegurados sufrió una sobreirradiación con cobalto en el Hospital San Juan de Dios. Fueron trasladados al servicio de Emergencias con quemaduras y diarreas más intensas que las esperadas una vez que se hiciera el tratamiento.
Se estimó que la radiación a la que estuvo expuesto este grupo fue de hasta un 73% más elevada de las que debían recibir. Tras las investigaciones, la crisis se le atribuyó a un error humano en la calibración de la bomba de cobalto.
