Líder de la banda La H niega haber amenazado de muerte a Celso Gamboa
Familiares del exmagistrado denunciaron amenazas de muerte en máxima seguridad, pero todas las partes ahora lo niegan: detrás del episodio asoman viejos vínculos entre Gamboa y el clan narco
Durante las últimas horas circularon informaciones sobre supuestas amenazas de muerte contra el extraditable Celso Manuel Gamboa Sánchez, dentro del área de máxima seguridad en La Reforma.
El señalamiento apunta a uno de los líderes de la organización criminal que operó en el Caribe costarricense, conocida como La H o Los Hondureños, quien descuenta una condena por narcotráfico y está recluido en esa prisión.
Sin embargo, todo se trató de un "malentendido", de acuerdo con el director del Centro Nacional de Atención Específica (CNAE), como se llama formalmente el ámbito de máxima seguridad donde están reclusos ambos.
La presunta confrontación ocurrió el martes pasado, cuando el exmagistrado fue llevado a los Tribunales de San José y, a su regreso a la celda, habría sucedido el incidente.
La denuncia trascendió a partir de un correo remitido por los abogados Manuel Francisco Gamboa Asch y Natalia Gamboa Sánchez, padre y hermana de Celso. En él relataron que el exmagistrado les informó sobre la amenaza.
El texto del mensaje, al cual CRHoy tuvo acceso, detalla lo siguiente:
Por este medio le informo que acabo de recibir una llamada del señor Celso Gamboa Sánchez, quien, tras presentarse en la Fiscalía, me comunicó que al regresar fue ubicado junto al privado de libertad Elías Herrera Hernández, testigo en el proceso de extradición en su contra (junto a su hermano que ya se encuentra extraditado).
Desde ese momento, el señor Herrera lo ha amenazado reiteradamente de muerte, tanto a él como a su familia, situación que coloca en riesgo inminente su vida.
Elías Herrera es hermano de Guillermo y Alexander Zacarías, tres nicaragüenses que integraban la cúpula de la estructura criminal La H, organización que disputaba el control de la exportación de droga desde los puertos de Limón.
De acuerdo con expedientes judiciales, estos sujetos fueron socios de Gamboa en el traslado de cargamentos de droga, según la acusación de EE. UU.
Un testigo declaró a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que, desde 2020, operaba una estructura conjunta que coordinaba envíos de cocaína con numerosos traficantes, entre ellos Alexander Zacarías y Guillermo Gilberto, quienes trabajaron junto a su hermano Elías.
Ese mismo testigo aseguró haber visto a los hermanos Herrera entregarle pagos a Gamboa por montos que iban de 200.000 a 500.000 dólares, producto del narcotráfico.
Por esa razón, los familiares del exmagistrado exigieron la "reubicación inmediata" de Herrera para garantizar la seguridad de Gamboa. Incluso responsabilizaron a la administración penitenciaria en caso de cualquier atentado contra su vida o integridad, al afirmar que la situación equivale a "tortura".
"Mi hijo fue puesto en situación de vulnerabilidad física y sicológica junto a personas que lo adversan. Con la autorización y complicidad de oficiales que están a su mando se le puso en condiciones de vulnerabilidad.
Fue objeto de amenazas contra su integridad física y a su familia. Esas medidas que se tomaron, son una evidente forma de infligir tortura a mi hijo", manifestó el padre en el correo.
Malentendido
Tras la denuncia, el abogado Eduardo Barboza, defensor de Elías Herrera, envió un correo al director del centro penal solicitando un informe sobre lo sucedido. Afirmó dudar de la supuesta amenaza, ya que su cliente no registra antecedentes de conflictos dentro de prisión.
El director de máxima seguridad, Heriberto Álvarez Cantón, respondió en otra cadena de correos también en manos de CR Hoy.
"En horas de la tarde abordé al señor Gamboa. Llegándose a la conclusión de un mal entendido.
Con respecto a su representado, el señor Herrera; del concepto que tenemos es de una persona que se ha ajustado adecuadamente a las normas de convivencia.
Lo cual, espero que se mantenga durante su eventual estancia en este Centro. Por lo demás, no cuento con mayores referencias sobre el tema indicado."
Barboza también expresó preocupación por la seguridad de la familia de Herrera e insistió que el privado de libertad no ha tenido conflictos de este tipo.
"La esposa de él comenzó a escribirme preocupada porque nosotros conocemos a Elías y Elías es una persona decente, nunca ha tenido este tipo de problemas, es una persona muy tratable. Tal como lo dijo el director de ahí, Elías ha tenido un comportamiento de altura, él es una persona pasiva y nos llamó la atención esto.
Nos preocupó porque corre peligro no solo la familia de Celso, sino que la familia de Elías también. El director nos aclara eso que fue un malentendido, que nunca se dio esa situación según el señor Gamboa", manifestó el abogado.
El abogado aclaró que Elías no figura en el proceso de extradición contra Gamboa. El expediente judicial de hecho menciona solo a Guillermo y Alexander Zacarías, líder principal del grupo, detenido y trasladado a ese país.
Los hermanos Zacarías falsificaron identidades para hacerse pasar por hondureños y dirigir La H, organización que elevó los niveles de violencia en Limón mediante ataques armados contra grupos rivales, en particular el liderado por Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, y su hermano Jordie, alias Noni.
Estos, a su vez, habrían establecido vínculos con Tony Alexander Peña Russell, alias La T, jefe de una banda de sicarios en el centro de Limón, que actuaba como brazo armado.
La H también habría integrado alianzas con el exmagistrado Gamboa y con Edwin Danney López Vega, alias Pecho de Rata, Diosito o El Rey de Cahuita, perfilado como operador de las rutas del narcotráfico en el Caribe sur.
La estructura extendía operaciones en Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y otros países, con vínculos con cárteles internacionales como el Clan del Golfo, en Colombia, y el de Sinaloa, en México.
Michael Castillo, abogado de Celso Gamboa, confirmó que todo se trató de un malentendido y señaló que incluso él ya pudo conversar personalmente con el extraditable, quien le negó recibir amenazas.