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Los casos de Lucía y Santiago alertan sobre la no aplicación de protocolos contra el bullying

Por Rebeca Ballestero | 12 de Jun. 2025 | 5:12 am

Lucía y Santiago: 2 tragedias marcadas por el bullying que cuestionan los protocolos del Ministerio de educación Pública

Los casos de Lucía y Santiago han estremecido al país. Santiago tiene 34 días desaparecido y Lucía, lamentablemente, falleció el fin de semana.

Ambos, ella vecina de Poasito y él de Santa Ana, tienen algo en común: Según su familia fueron víctimas de acoso escolar y sus casos no fueron atendidos como indica el protocolo contra el bullying del Ministerio de Educación (MEP).

La familia de Lucía contó a CR Hoy que, lamentablemente, la joven fue víctima de acoso por parte de sus compañeros desde que inició el colegio y ya cursaba el décimo año cuando tomó la decisión de quitarse la vida. Aunque la dirección del colegio siempre fue alertada, no tomaron acciones. Una vez que Lucía falleció, entonces ahora sí activaron el protocolo.

 

"Ya no aguantó más", expresó su prima, Geraldyn Céspedes, quien asegura que la familia reportó la situación en varias ocasiones al centro educativo, pero no se tomaron acciones concretas.

"Aparte del dolor, sentimos una gran rabia porque el director siempre fue conocedor al cien por ciento de esto y 'se hizo el ruso' siempre", aseguró.

El caso de Santiago es diferente, pero igual de doloroso. Este joven de 15 años desapareció a inicios de mayo luego de abordar un Uber en Santa Ana. Aunque la investigación está en curso, su familia ha señalado que el adolescente fue víctima de bullying durante años, desde la escuela hasta el colegio.

"Mi hijo padece de ansiedad debido a la exageración de bullying que sufre desde materno", relató Melania Ramírez, madre del menor, en declaraciones a CR Hoy.

Ambas historias reflejan lo que expertos en orientación educativa han venido advirtiendo: el bullying, si no se atiende de forma adecuada, puede tener consecuencias devastadoras y permanentes.

"Los protocolos existen, pero no se aplican"

Mónica Barquero, representante del Colegio de Profesionales en Orientación, fue enfática: los protocolos de atención a casos de bullying en Costa Rica sí existen, pero en muchos centros educativos no se activan como deberían.

Está en nuestras manos como educadores, no solamente como orientadores, sino como educadores, porque sabemos que los protocolos los activan cualquier persona que haya sido notificada de forma inmediata de la situación. Si un estudiante viene y me dice a mí: 'Profe, es que me estoy sintiendo mal por esto, esto y esto', yo tengo que activar el protocolo. No es nada más venir y referir y decir: 'Es que se sintió mal en mi aula'. Y cuando yo empiezo a hablar con el estudiante y a hacer la entrevista, me cuenta que ya le había contado a tal y a tal y a tal profesor, y no se había activado el protocolo, ahí es donde perdemos la veracidad y perdemos la credibilidad en la ejecución de los protocolos. Entonces, la efectividad es buena siempre y cuando los pongamos en práctica. Es un tema de ejecución y responsabilidad social", afirmó Barquero en entrevista con CR Hoy.

Ante la consulta a la experta sobre si cree que en Costa Rica se están aplicando bien los protocolos, ella respondió que aún "hace falta".

"Me parece a mí que nos faltan muchos temas desde la parte de la capacitación al personal, porque, aunque sabemos que los protocolos están disponibles en la página del MEP, no todos los centros educativos cuentan con un departamento de orientación que pueda encargarse de capacitar sobre su aplicación. Aunque es algo muy sencillo que se puede leer y comprender —porque es un paso a paso muy específico—, no todos contamos con la capacidad o la ventaja de tener un departamento de orientación que, como en nuestro caso, tomó todos los protocolos, los expuso ante todo el personal y explicó la ejecución de cada uno", enfatizó.

Signos de alerta que deben detectar docentes y familiares

La experta en orientación detalló cuáles son los primeros signos de alerta que un docente o familiar debería identificar cuando un estudiante es víctima de bullying. Ellos son:

– Cambios conductuales notorios.

Aislamiento del grupo: el estudiante se aparta y se muestra más silencioso

– Falta de participación en clase

Aumento del ausentismo escolar

– Asisten al centro educativo, pero no entran al aula, o simplemente dejan de asistir

– Justificación de ausencias con malestares físicos ("me sentía mal")

– Solicitudes frecuentes para retirarse antes por dolores, como dolor de cabeza

– Episodios de llanto en el entorno escolar

– Muestras de temor o ansiedad

Descuidos en la higiene y el aspecto personal

– Señales emocionales visibles: angustia, tristeza o desesperanza

Deterioro progresivo del estado anímico: "se les va apagando la luz"

– Abandono de actividades que antes realizaban con normalidad (como participar en clase).

Impacto psicológico a corto, mediano y largo plazo

El impacto psicológico del bullying puede extenderse mucho más allá de los años escolares. Así lo advirtió la especialista quien compartió incluso su experiencia como madre.

"El impacto es a corto, mediano y largo plazo; es algo que no se va a olvidar así porque así. Lo digo por experiencia propia en cuanto a mi hijo, que tuvo una situación de acoso cuando estaba en primer grado de escuela. Ahora está en quinto año de colegio y ha sido un proceso muy largo para poder fortalecer en él la autoestima. Entonces, es un impacto a largo plazo. Si no hay una familia comprometida y un sistema comprometido para poder reivindicar ese daño que se hizo en el área psicológica o emocional a los chicos que son víctimas de bullying, realmente para ellos es mucho más difícil poder salir adelante o tener una calidad de vida completamente distinta.

Principales fallas en la atención del bullying en centros educativos

En la experiencia de expertos en orientación educativa, una de las principales fallas que se observa en los colegios a la hora de manejar casos de bullying es el temor a aplicar los protocolos establecidos.

"Aunque son mis colegas, lamentablemente debo decirlo: existe una resistencia a activar los protocolos porque implica mucho tiempo, numerosas entrevistas y la pérdida de lecciones, además de cumplir con un programa académico", explicó la especialista consultada.

Según comentó, activar un protocolo no se limita a notificar a la dirección y realizar una entrevista rápida.

"Después de la entrevista con la víctima, es necesario entrevistar a la familia del afectado, luego a la familia y del agresor, así como a los observadores involucrados, para finalmente realizar las referencias, la denuncia y elaborar un informe completo", detalló la experta.

Mencionó que además del factor tiempo, otro aspecto que complica la aplicación efectiva de los protocolos es la falta de recursos institucionales y la deficiente coordinación interinstitucional, aspectos que, según la especialista, son claves y suelen fallar con frecuencia.

La experta agregó que si los protocolos se aplicaran como debería ser, el bullying disminuiría considerablemente, lo que reforzaría el bienestar y la seguridad de los estudiantes en las aulas.

Recomendaciones para el MEP

Ante la pregunta sobre qué recomendaciones puntuales haría al Ministerio de Educación Pública (MEP) para mejorar la atención y prevención del acoso escolar en Costa Rica, la experta en orientación educativa destacó la importancia de la capacitación y el acompañamiento constante al personal docente.

"La mayoría del personal de los centros educativos coincide en la necesidad de capacitación constante y de brindar herramientas, pero no hablamos de herramientas materiales, sino de acompañar a los docentes dentro del sistema, informarles sobre lo que está ocurriendo y proveerles de la información necesaria", explicó.

Además, subrayó que es fundamental no solo dirigir las acciones desde instancias superiores, sino también conocer de cerca la realidad particular de cada centro educativo para que las estrategias sean efectivas y adaptadas a las necesidades específicas.

Datos oficiales: más de 2.800 casos atendidos en tres años

Entre enero de 2022 y mayo de 2025, el Ministerio de Educación Pública ha atendido más de 2.800 situaciones relacionadas con bullying y violencia entre estudiantes en centros educativos del país, de acuerdo con datos oficiales de la Contraloría de Derechos Estudiantiles compartidos a CR Hoy. 

El reporte incluye 2 grandes subcategorías: bullying y violencia entre estudiantes, ambas con cifras que evidencian la gravedad del problema.

Bullying:

  • 2022: 294 casos
  • 2023: 388 casos
  • 2024: 352 casos
  • 2025 (hasta el 31 de mayo): 127 casos

Total: 1.161 casos

Violencia Estudiante–Estudiante:

  • 2022: 587 casos
  • 2023: 497 casos
  • 2024: 420 casos
  • 2025 (hasta el 31 de mayo): 166 casos

Total: 1.670 casos

Gran total: 2.831 situaciones atendidas

¿Qué dice el MEP?

CR Hoy consultó al Ministerio de Educación Pública sobre los protocolos que maneja la institución en estos casos. Enid Castro, jefa de la Contraloría de Derechos Estudiantiles, explicó que en los centros educativos se aplican protocolos específicos para abordar el bullying, amparados en la ley 9404 y otros reglamentos.

"Dentro de estos protocolos se encuentran el de situaciones de bullying la ley 9404, el protocolo de actuación en situaciones de violencia física, psicológica, sexual, acoso y hostigamiento sexual, los cuales son una herramienta que tiene el centro educativo para intervenir y abordar de forma inmediata y efectiva las manifestaciones de violencia y son de acatamiento obligatorio. Además, para el procedimiento para la aplicación de acciones correctivas cuenta con el reglamento evaluación de los aprendizajes", detalló.

Castro añadió que, debido a que la violencia es un "problema estructural y sistémico", su atención requiere un abordaje interinstitucional. Por ello, el Ministerio de Educación Pública trabaja de manera coordinada con el Ministerio Público, Fiscalía Penal Juvenil, Fuerza Pública, Patronato Nacional de la Infancia y la Caja Costarricense del Seguro Social.

"Además, se trabaja con las familias, padres y madres y encargados legales para que mantengan una estrecha comunicación con sus hijos e hijas para detectar como primera fuente cualquier signo de violencia que estén presentando y exponerlo a los centros educativos para la activación de protocolos, además de buscar ayuda por sus propios medios", explicó Castro.

En cuanto a la prevención, la funcionaria explicó que el MEP ha incorporado en el calendario escolar una semana dedicada a la sensibilización sobre bullying y ciberbullying, que se trabaja en todos los centros educativos con diversas actividades, además de las iniciativas propias que cada institución desarrolla para atender este problema.

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