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“Ma, venga ya ¡Corra!”: Vecina de Santa Ana denunció a profesor por insinuaciones a su hija de 14 años

Caso se encuentra en el Juzgado Contravencional de Santa Ana y se tramita bajo el expediente 25-000259-1725-FC

Por Andrey Villegas | 12 de Ago. 2025 | 5:32 am
Colegio de Santa Ana

Colegio de Santa Ana

Evelyn Sandí, la madre de familia denunció ante el Juzgado Contravencional de Santa Ana a un docente de apellido Jiménez, que da clases en el Liceo de Santa Ana y que habría dirigido comentarios inapropiados a su hija durante las clases.

La denuncia se tramita bajo el expediente 25-000259-1725-FC  y al profesor le impusieron medidas cautelares de abstenerse de perturbar o intimidar de alguna forma a la estudiante, así como de acercarse a ella de cualquier manera —aunque no estipula metros de restricción—. La vigencia de esta orden se mantendrá hasta el término del expediente, a partir de la fecha de la resolución.

Según contó  Sandí, en entrevista con CR Hoy, el docente -un hombre de 62 años- habría hecho comentarios de índole sexual mientras se encontraba impartiendo lecciones el pasado 24 de julio, dentro del centro educativo.

La madre señaló que su hija -quien no será identificada por el derecho a la privacidad de su imagen- le escribió por WhatsApp pidiendo ayuda: "Ma, venga", "Me siento mal", "Tengo una mala espina con este profesor" y "Quiero llorar", lo que a ella la puso en alerta.

Esto debido a que, en apariencia, su docente de artes industriales comenzó a contar una historia que incomodó a los estudiantes. Mientras, en reiteradas ocasiones, aparentemente se le quedaba viendo mucho a la menor.

"El profesor empezó a relatar (según la versión de la menor) que él venía con una reubicación con propiedad al Liceo de Santa Ana —ese era el primer día que tomaba el grupo—. Contó que del colegio de donde venía había una estudiante que otro profesor la violó, pero tenía unas tetotas (haciendo gestos pervertidos con las manos mientras se mordía el labio)", mencionó Sandí.

Señala que el docente, momentos después, habría seguido contando que "había otra estudiante que le había hecho un favor a él, entonces este le pagó con un desayuno. Cuando él se lo fue a entregar, la estudiante le abrió las piernas y le permitió verle los calzones. Después esa misma estudiante se acercó al escritorio para recoger el fresco y le apoyó las tetotas…"

Todo esto ocurrió mientras los estudiantes, le cuestionaban a Jiménez cuál era el motivo por el que les estaba contando esa historia; inquietudes que también compartieron, de forma interna, en un grupo de WhatsApp.

La menor contó a su madre que, en presencia de otra compañera de clase —quien testificó los hechos—, Jiménez se habría acercado al pupitre donde ella se encontraba y, "con la mano en su barbilla, se apoyó en su escritorio" invadiendo su espacio personal; luego de que ella le pidiera espacio, él se apartó.

Ante esto, Sandí relató que la menor le escribió: "Estoy asustada de verdad por toda la situación que se está dando", y después de esto, tras petición de la madre, la estudiante salió de la clase hasta donde se encontraba la orientadora para coordinar una visita en horas de la tarde con su mamá, esto con la intención de relatar los hechos.

Sin embargo, la menor debía regresar al aula en donde impartía la clase Jiménez, por lo que -bajo petición de su madre- comenzaría a grabar todo lo que decía el docente, como una manera de dejar un registro.

En una segunda ocasión, el docente habría retomado la historia e incluso esta vez habría involucrado a la menor de 14 años. Esta es la transcripción exacta del audio que grabó la estudiante:

"De la guila que yo estaba hablando ahora, es su gemela —le dice a la estudiante—. Voy a ver si la tengo aquí (sacó el celular buscando la foto) para que veas; sin anteojos, obviamente", se escucha en el audio. A lo que otra estudiante —que también se mantendrá en el anonimato— le dijo: "¿Y qué tiene que ver eso?". El profesor respondió: "¡Yo me le quedo viendo!" —refiriéndose a la joven—. La otra estudiante volvió a decir: "Sí, pero nada que ver con lo otro", y el docente le respondió en voz baja: "¿Te estás confundiendo?". Entonces, la estudiante replicó: "¿Qué?", y el docente repitió, esta vez en un tono un poco más alto: "¿Te estás confundiendo?". El profesor continuó diciendo: "Yo digo que sí se parecen", y la estudiante contestó: "¡No estoy diciendo nada malo!". El profesor replicó: "Sí, sí". La grabación prosigue con las estudiantes conversando entre ellas, intentando "salvarse" de la situación.

Lo que habría provocado que la joven le escribiera a su madre momentos después: "Mami, venga ya. Por favor, corra" y posteriormente salió llorando del aula. Aunque contó con el apoyo de sus compañeros de clase.

Acciones en el centro educativo

Según contó Sandí a este medio, al llegar al centro educativo le explicó al guarda de seguridad lo que estaba ocurriendo y posteriormente pudo ingresar a la institución, ya que tenía la cita con la orientadora, solicitada por la propia estudiante de 14 años.

Mencionó que la orientadora de la institución le habría ofrecido una disculpa a la menor por lo sucedido.

Posteriormente, el lunes 28 de julio regresaron al centro educativo, tanto la madre como la estudiante —cabe recordar que el viernes 25 era feriado nacional por el Día de la Anexión del Partido de Nicoya—, para solicitar ayuda por parte de la directora de la institución, Ilvin Pineda. Sin embargo, fue tras la insistencia que esta habría querido atender la situación.

Asegura que —de forma indispuesta— Pineda le dijo: "Yo lo que tengo que hacer, ya lo hice, ya lo mandé a asuntos disciplinarios". La madre se encontraba preocupada, pues no hubo mayor sanción por parte del centro educativo, únicamente una propuesta para cambiar a la estudiante de sección.

"Yo no acepté que la cambiaran. Esa sección era un grupo seguro para ella. Si la cambian, igual se topará con ese señor", señaló Sandí.

Incluso reiteró que el supervisor del Circuito 04 de la Dirección Regional San José Oeste, Alonso Jiménez, le solicitó a la directora aplicar el protocolo de la Ley 9999, también llamada "Ley para prevenir la revictimización y garantizar los derechos de las personas menores de edad en el sistema educativo costarricense".

Queja ante el PANI

Sandí cuestionó el accionar del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), que en un inicio, en apariencia, se negó a intervenir alegando que el caso no correspondía a su competencia.

"Primero me dijeron que no se metían, ahora me llaman para una cita. Entonces, ¿para qué sirve el PANI si cuando un niño pide ayuda no está?", reclamó.

La situación ha afectado gravemente la salud emocional de la menor, quien recibe atención psicológica del PANI, del área de salud mental y de la oficina de género de la municipalidad.

Sandí también expresó su preocupación por el hecho de que el docente viva cerca del colegio y que, pese a las medidas de protección, ya se lo han encontrado en las inmediaciones.

Respuestas institucionales en espera

Este medio intentó contactar al educador señalado vía telefónica, sin éxito. Se le envió un correo electrónico solicitando su versión, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta publicación.

Asimismo, se solicitó una postura oficial al Ministerio de Educación Pública mediante su oficina de prensa, consulta que permanece en trámite.

En el caso del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) indicaron que la madre de la adolescente no se ha presentado a la institución.

La Oficina Local de Santa Ana inició la intervención por solicitud del centro educativo, la mamá no se ha presentado para ser atendida. De haberse presentado en la oficina, se habría tomado la denuncia, según corresponde.

Por su parte, la directora del centro educativo se mostró molesta ante la consulta y declinó pronunciarse sobre el caso, señalando que no está autorizada para hablar y que cualquier consulta debe canalizarse a través del despacho de prensa del MEP.

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