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Madre sorda no disfrutó de graduación de su hija por omisión de la UCR

Por Yaslin Cabezas | 13 de Feb. 2020 | 1:24 pm

(CRHoy.com) Liceidy Esquivel no pudo disfrutar la ceremonia de graduación de su hija, Guisella Guevara, porque la Universidad de Costa Rica (UCR) omitió llevar un intérprete ante su condición de sorda.

En entrevista con CRHoy.com, la joven estudiante relató lo ocurrido el 11 de febrero anterior, cuando llegó a recibir su título como orientadora al auditorio de Derecho. Ella y su madre viajaron desde Palmar Norte, en la Zona Sur, para disfrutar del acto de graduación.

"Hice la solicitud para que hubiese un intérprete para mi mamá. De parte de la coordinación, ellos se encargaron y me dijeron que sí. Llegamos el día de la graduación y nos fuimos al frente del escenario, para que ella tuviera mayor acceso al intérprete, pero nadie sabía absolutamente nada sobre eso. Ese mismo día me dijeron que estaba coordinado y que lo iban a meter en el presupuesto", señaló la joven de 27 años.

Según Guevara, ella fue a buscar a un encargado de la escuela, para que le ayudara. Sin embargo, no se pudo hacer nada.

"La señora me dijo que habían hecho todo el trámite, que si la señora llegaba (la intérprete) se colocaba al frente. Pero al final me dijo: '¿Y su mamá no lee labios?' ¡Como si no entendiera que eso es muy cansado para ellos!", dijo. 

La joven manifestó que la disculpa debieron ofrecérsela a su madre, porque es un derecho que ella tenía y se lo violentaron. 

"Ni siquiera se acercó ni la directora, ni ningún representante de la escuela para decirnos que los disculpáramos. ¡Nada! No es un capricho, es un derecho", expresó Guevara.

A través de su perfil en Facebook, Guisella alzó la voz y afirmó que es irónico que una universidad que busca velar y promover la inclusividad se quede sólo en el discurso y no en la acción.

"Mi mamá viajó desde Palmar Norte solo para observar que mi Alma Mater no le quiso hablar y para vivir el silencio que la indiferencia genera. Ojalá que esto que nos pasó a nosotros (y que les ha pasado a tantos) deje de ser la realidad dentro de las ceremonias de la UCR", lamentó Guevara.

Por este caso también se consultó al centro de enseñanza, pero al cierre de la nota no se había obtenido respuesta.

Otro caso

Este miércoles 12 de octubre, CRHoy.com dio a conocer el caso de Alexander Vásquez, un joven con discapacidad que se sintió excluido en su ceremonia de graduación, también en la UCR.

A través de su perfil en Twitter el joven relató lo ocurrido y explicó que él había avisado con anterioridad a los encargados del acto, para que adecuaran el lugar.

"Ayer (el martes) fue uno de los días más especiales de mi vida. Y como todo en la UCR, no podía faltar el recordatorio de mi discapacidad. Hace 2 semanas, cuando publicaron el lugar de la graduación, enviamos un correo a los organizadores para que conocieran que yo, un estudiante con discapacidad motora, iba a asistir a la graduación e iba a requerir de adecuaciones especiales y de protocolo durante la ceremonia. A pesar de ser responsables y enviar dicho correo, nunca recibimos respuesta", escribió.

Cuando llegó al lugar de la actividad, Vásquez se dio cuenta que nadie sabía de su discapacidad. Sin embargo, se confió porque recientemente remodelaron el recinto.

"Al llegar ayer a la graduación nos encontramos con que era una sorpresa para ellos que alguien en silla de ruedas fuera a recibir el título. Yo no me había preocupado hasta ahora porque según me habían dicho, el auditorio de la Facultad de Derecho venía recién atravesando una remodelación… ¿Cómo iban a olvidar una rampa al escenario? Y pues, como los 'buenos' arquitectos e ingenieros de todos los recientes proyectos infraestructurales de la UCR, olvidaron o ignoraron que habemos estudiantes con discapacidad que nos podemos graduar", añadió.

Con la mejor actitud, Vásquez se dispuso a disfrutar de la ceremonia y "decidí no entristecerme por recibir el título en el nivel inferior del auditorio, diferenciado y apartado del resto de mis compañeros".

"Para colmar la situación, la falta de protocolo fue impresionante… A pesar de haberme pedido mi nombre y carrera para estar alertas a que cuando pronunciaran mi nombre que las autoridades universitarias bajaran las gradas a darme el título, esto nunca sucedió. ¡Lo olvidaron! Al pronunciar mi nombre hubo un silencio profundo de confusión de por qué nadie caminante no subía a por el diploma. Y luego pronunciaron mi nombre otra vez", relató.

Al final, entre su madre y otras personas, alzaron la voz para que los encargados de la ceremonia se percataran de lo que ocurría y fue así como bajaron a entregarle el fruto de su esfuerzo.

"Esto no empieza aquí. Esto fue solo el símbolo que marcó mi salida de una institución llamada UCR, que dice apelar por las minorías e incluirlas pero que lo dice siempre y cuando no deba poner de su presupuesto para cumplirlo. Llevo 5 años esperando un edificio para la Facultad de Letras que cumpla con la ley 7600. ¡Y nunca llegó! Llevo 5 años de tener que cruzar la calle, muchas veces bajo la lluvia, para llegar al baño adaptado más cercano en el edificio de Bibliotecología.

Y es culpa del Ministerio de Salud, que prefiere hacerse de la vista gorda en este y otros miles de casos a nivel país. Odio tener que publicar esto, pero, aunque me llevo a la universidad en mi corazón, ella nunca me tuvo en el suyo ", finalizó el joven, quien es conocido activista por los derechos de las personas con discapacidad y de la comunidad LGBTI.

En el caso de Vásquez, la UCR reconoció que por "un error humano no se activó el protocolo institucional".

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