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Matapobres rompe el silencio: “cámaras mostrarán mi inocencia”

A inicios de agosto fue detenido porque supuestamente esclavizó a 5 indigentes y los obligó a trabajar en construcción.

Por Johel Solano | 30 de Ago. 2017 | 12:04 am

Miguel Arley Acuña asegura que mostrará su inocencia con unos videos.

Hace apenas 4 meses salió de prisión, pero regresó a mediados de agosto por una medida cautelar: es el principal sospechoso de tener 5 personas retenidas que eran explotadas a nivel laboral.

Él dice que nunca esclavizó indigentes, ni tenía personas retenidas. Afirma que él solo construía unos apartamentos en una casa que recibió como herencia en Desamparados, tras la muerte de su padre.

A Arley, las autoridades lo conocen como el “mata pobres”, apodo que le molesta y califica como “hediondo”. A él lo vinculan con antecedentes por privación de libertad, tráfico de drogas, robos, extorsión y amenazas.

El 10 de agosto, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ingresaron a su habitación y liberaron a 5 personas que al parecer estaban en condición de indigencia y eran obligados a realizar labores de construcción a cambio de droga.

Pero el principal sospecho del delito de trata de personas con fines de explotación laboral se declara inocente. Insiste que ya entregó las pruebas que demuestran que no existió ningún tipo de abuso. “Todo es pura mentira”, asegura.

Arley dice que le ofreció trabajo a 10 indigentes en la zona roja, pero 5 decidieron no trabajar más con él. Dice que simplemente se marcharon.

De los 5 sujetos que fueron liberados, señala que a las autoridades solo les quedan 3. Dice que están en un hotel en San José Centro –según le contaron sus informantes – y que están supuestamente amenazados porque son extranjeros en condición irregular en el país.

Les acepto las armas pero yo nunca los tuve retenidos"

Además de Arley, las autoridades detuvieron a su esposa y otro hombre que él describe como el maestro de obras. Él dice que ellos son completamente inocentes y que por primera vez están en prisión.

En cuanto a una especie de tumba, donde las autoridades encontraron a las personas, Arley dice que es un sótano similar a una habitación de un motel: con cama de cemento decorado con azulejos y luces.

"La gente vive envidiosa porque uno no vive mal. Eso era un sótano e hice un cuarto con cerámica. Es como un cuarto de un motel. Ellos hablan para dar color y que le den a uno un año de prisión. Todo es puro baño", detalló.

En su criterio no hay una persecución contra él, sino que siempre se investiga mal y lo llegan a relacionar.  

Rastros de sangre

Las autoridades judiciales ubicaron más de 11 puntos con rastros de sangre humana en la casa de Arley.

A él se le atribuyen agresiones contra los 5 indigentes que estaban retenidos. El Ministerio Público y el OIJ indicaron que todos presentaban golpes en rostros y cuerpos que serían producto de las torturas que recibían.

Un sexto logró indigente logró huir y fue al OIJ a interponer la denuncia. Dijo que los obligaban a construir una casa, que también realizaban trabajos domésticos bajo amenzas y solo recibían dosis de crack a cambio de las labores.

La Unidad Operativa de Dirección Funcional del Ministerio Público y los agentes judiciales no dudaron en allanar que describieron como una zona deplorable.

No obstante, Arley acepta que en su casa habían rastros de sangre pero señala que son rastros viejos. Aseveró que ningún rastro coincidirá con las víctimas porque sucedieron tiempo atrás en una "guerra" que tuvo con unos sujetos.

"Ninguna va coincidir, por eso yo estoy tranquilo", manifestó confiado.

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