Menores de 1 año son los más afectados por violencia intrafamiliar en el país
En Costa Rica, la violencia intrafamiliar continúa siendo una problemática persistente y de graves consecuencias. Las cifras más recientes del Ministerio de Salud revelan un dato estremecedor: los menores de un año presentan la mayor tasa de incidencia por este tipo de violencia, con 565,5 casos por cada 100.000 habitantes.
Esto los convierte en el grupo etario vulnerable y afectado del país, incluso por encima de adolescentes y adultos mayores.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la violencia intrafamiliar abarca una amplia gama de agresiones físicas, psicológicas, sexuales y económicas ejercidas por familiares cercanos.
En el caso de los menores de un año, su total dependencia, incapacidad para comunicarse y falta de mecanismos de defensa los expone directamente al maltrato. El Ministerio de Salud resaltó que los menores de un año han mostrado un aumento sostenido en la incidencia de casos.
Violencia intrafamiliar en mujeres
La violencia intrafamiliar forma parte de un fenómeno estructural más amplio: la violencia contra las mujeres, la cual se sostiene sobre desigualdades históricas de poder en el hogar y la pareja.
De los 10.560 casos reportados durante este 2025, 7.255 corresponden a mujeres, lo que representa una tasa de 272,5 por cada 100.000 habitantes.
En comparación, los hombres reportan 3.305 casos, con una tasa de 112,7. Según Salud, esta diferencia, que se ha mantenido constante en el tiempo, se debe a factores históricos, culturales y psicológicos.
La violencia psicológica es el tipo de abuso más reportado en mujeres, lo cual se debe a relaciones de poder desiguales que permiten el uso del maltrato emocional como forma de control o castigo.
En muchos casos, la violencia psicológica es el inicio de un ciclo que puede escalar hacia formas más graves como la violencia física o sexual.
En contraste, en los hombres, el abuso físico es el más comúnmente reportado, muchas veces como resultado de conflictos intergeneracionales o castigos físicos hacia menores de edad dentro del núcleo familiar.
Niñez y adolescencia: otras poblaciones en riesgo
Si bien los menores de un año encabezan las cifras de incidencia, otros grupos también presentan cifras preocupantes.
Entre los 10 y 14 años, la tasa es de 395 casos por cada 100.000 habitantes, y entre los 15 y 19 años, 376,3. Salud explicó que estos grupos atraviesan una etapa de transición marcada por tensiones con figuras de autoridad, búsqueda de identidad y exposición a violencia o abuso en el hogar.
Factores como pobreza, consumo de sustancias, hacinamiento y violencia entre adultos del entorno elevan aún más el riesgo.
A esta edad, la falta de espacios seguros, acceso a orientación o servicios de salud mental también limita la posibilidad de romper con el ciclo de la violencia.
Casos en adultos mayores
Otro grupo que enfrenta una creciente vulnerabilidad son los adultos mayores, especialmente los hombres mayores de 75 años, cuya tasa asciende a 285,4 casos por cada 100.000 habitantes.
En muchos casos, su dependencia física o económica es aprovechada para que ejerzan maltrato, negligencia o abuso contra esta población. El aislamiento, la pérdida de redes de apoyo y la normalización histórica del maltrato hacen que muchas veces estas agresiones no sean reconocidas ni denunciadas.
Territorialmente, las provincias de Puntarenas y Alajuela muestran las tasas más altas de violencia intrafamiliar.
Según el Ministerio de Salud, esto se relaciona con factores como pobreza, desempleo, baja escolaridad y una limitada cobertura de servicios especializados en violencia doméstica.
En estas zonas, también persisten normas de género tradicionales que perpetúan relaciones de poder desiguales y justifican el control o la subordinación de mujeres, niñas y adolescentes.