Mora puso a saltar, llorar y cantar a los fans con su show en Costa Rica
Luces rojas y naranjas salieron del escenario que vibraba con fuerza, mientras una guitarra comenzaba a sonar y la gran pantalla central iluminaba el recinto. Así inició la aparición del puertorriqueño Mora.
En el centro de la pantalla apareció el artista, lo que provocó una ovación entre los cientos de asistentes presentes. Mora permaneció detrás de la proyección, que mostraba la portada de su nuevo álbum, el cual hace referencia a un sótano. Al tiempo que la pantalla se elevaba, fuegos artificiales se disparaban y, finalmente, el público pudo ver en vivo y a todo color al artista.
Mora comenzó el concierto con gran energía, acompañado de sus bailarines, para interpretar "Bandida". Al terminar la canción, pronunció sus primeras palabras a los fans: "¿Dónde está mi gente de Costa Rica?".
La emoción del público era evidente. Al corear su nombre, el cantante, visiblemente conmovido, respondió con un clásico: "¡Pura!".
A lo que los asistentes gritaron al unísono: "¡Vida!".
El artista vestía un pantalón beige, camisa blanca y su distintiva gorra negra con lentes oscuros, que le daban ese estilo tan particular que lo caracteriza.
Tras interpretar temas como "Shori", "Bandida" y "Aurora", el puertorriqueño bromeó con el público sobre el "calorcito" que sentía y confesó que probablemente su atuendo no era el más adecuado. Esto generó risas y gritos entre los asistentes, quienes no dejaban de grabar cada momento del espectáculo.
La producción escenográfica fue una de las más destacadas de la noche. En cada canción se proyectaban imágenes alusivas al tema interpretado, lo que sumaba una experiencia visual inmersiva para el público.
"Ustedes vinieron con la energía completa, ¿ah? Me gustan los públicos así, porque soy un tipo que en show le gusta el brincoteo", dijo Mora antes de anunciar que venía el "party", como lo llamó.
Tan solo habían pasado 22 minutos desde el inicio del show y la conexión entre el cantante y su público ya era evidente.
La interpretación de sus canciones fueron emotivas. Con una puesta escénica nostálgica, Mora no solo cantó, sino que entregó una actuación cargada de sentimiento, provocando sonrisas y miradas cómplices entre los asistentes. Con canciones que muchos dedican… incluso a sus ex.
Detrás del cantante se encontraba una tarima donde dos músicos —un guitarrista y un pianista— tocaban desde estructuras elevadas. Durante el tema "Apa", un cuadro rojo descendió del techo con luces que iluminaban directamente al artista, generando un momento visualmente impactante.
A las 8:40 p. m., Mora contó entre risas que sudaba tanto que debía secar sus audífonos constantemente, ya que el sudor interfería con el sonido. Esta anécdota provocó carcajadas y cercanía con sus seguidores.
Diez minutos después, preguntó al público cómo la estaban pasando y afirmó que el concierto apenas comenzaba. Anunció que cantaría fragmentos de algunas canciones y pidió a los fans que lo acompañaran si se las sabían.
A capela, entonó: "Pero dime cómo has estado, que ya no te veo ni en la discoteca, y yo aquí desesperado…".
Y fueron los fans quienes completaron la canción. Así comenzó un momento melancólico en el Anfiteatro del Parque Viva.
A las 9:00 p. m., vibrantes sonidos y un juego de luces anunciaron la llegada de una nueva canción. Las personas comenzaron a grabar y, mientras el fuego invadía el escenario, Mora apareció con una camisa negra para cantar "Bad trip".
"Ahora sí estoy un poco más fresco", bromeó el artista, antes de invitar al público a imaginarse en una "playita privada". Luego, comenzó a interpretar "Playa privada".
La emoción alcanzó su punto más alto a las 9:20 p. m., cuando Mora interpretó uno de sus mayores éxitos junto a Bad Bunny. El público lo cantó a todo pulmón.
Abrazos entre amigos y parejas se hicieron presentes cuando preguntó: "¿Cuántos andan con sus parejas? ¿Y cuántos se conocieron perreando?".
Así dio paso a otra canción que provocó un intenso baile colectivo "Te conocí perreando".
El cantante no paraba de destacar la energía del público tico y cuánto le encantaba presentarse en el país.
A las 9:40 p. m., simuló que se había dañado la luz del escenario y pidió a los fans que encendieran los flashes de sus celulares. Bajo ese mar de luces blancas, comenzó a cantar "Tuyo".
El puertorriqueño bajó del escenario para interactuar directamente con sus seguidores, provocando una euforia total. Gritos, celulares en alto y emoción desbordada marcaron ese momento único. Poco después, regresó al escenario para continuar el show, acompañado nuevamente por sus bailarines.
Antes de despedirse, pidió una gran bulla para el público costarricense y les agradeció el cariño de siempre.
"Espero verlos un par de veces más por aquí", dijo mientras anunciaba que el final se acercaba.
"¿Cantamos una más?", preguntó.
El público le respondió que querían dos. Fue entonces cuando el recinto estalló al escuchar los primeros acordes de "memorias".
La canción elegida para cerrar la noche fue "Detrás de tu alma", una de las más conocidas de su nuevo álbum. La interpretación provocó lágrimas, emoción y un sentimiento colectivo entre los asistentes. Cientos la cantaron con el corazón, en uno de esos momentos que solo se viven una vez… pero se recuerdan para siempre.