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Mundo insólito – ¿Y si el pene se queda atrapado en la vagina?

Por Edgar Espinoza | 21 de Oct. 2018 | 8:57 am

(Imagen únicamente con fines ilustrativos).

Esto de que el pene se le quede a alguien atrapado más tiempo del debido dentro de la vagina no es ni mito ni leyenda urbana: ocurre. Y usted puede ser una víctima inesperada.

Sucede en algunos casos cuando, debido a atípicas contracciones de la vagina en el instante de la penetración, el pene, ya de por sí inflamado por el flujo de sangre, queda cautivo y ni para atrás ni para adelante.

Este síndrome ocurre con alguna frecuencia y si no se contabilizan demasiados casos es porque, como es obvio, sencillamente no trascienden, o bien porque muchos de ellos no pasan a más y, tras un tiempo de espera razonable que puede ser hasta de 15 minutos, todo vuelve a la normalidad una vez la vagina se relaja y su invitado de honor por fin se libera.

Pero en otros casos no sucede así y la pareja tiene que volar al hospital más cercano en ambulancia en la misma posición en que quedó tras el imprevisto aldabonazo vaginal.

Por supuesto, en estos casos extremos la situación es más que embarazosa para ambos pues nada más imagínese usted el diálogo entre el esposo, novio o amante pidiendo auxilio y el operador de turno del 911.

Como este último no puede creerlo por tratarse de algo que no figura en los protocolos de rutina, bombardea entonces a la víctima o paciente de preguntas incómodas que obligan a este a contar el episodio con el detalle que él no hubiese querido, máxime si su pareja, o él mismo, estaban teniendo una relación prohibida.

Amante – ¡Aló!
911 – Le escucho.
Amante – Vea, es que…
911 – ¿Cuál es su emergencia?
Amante – Estoy pegado.
911 – Diay, meta la "chancha".
Amante – No es en ningún barrial. Bueno…más o menos.
911 – ¿En una presa?
Amante – ¡Ejem…! Tampoco. Es que mi novia y yo estamos enganchados.
911 – ¡Felicidades!
Amante – Mae, entendeme; ella y yo estábamos….

Si los paramédicos que atienden la emergencia son buenos profesionales, ellos mismos pueden resolver el tema sin tanta aparatosidad y exposición para la pareja en la casa, motel o charral donde se haya presentado la disfunción, pero si no, deberán trasladar a esta directamente al hospital o clínica envuelta en lo que puedan para no convertirla en pasto del escarnio.

Sobre todo que estos casos, por raros, son muy apetecidos por los médicos quienes tienden a divulgarlos en clínicas, congresos, universidades e investigaciones con fines científicos, profesionales y curativos.

Entre los casos médicamente documentados figura, por ejemplo, el de los amantes que, estando en el puerto de Bremen, Alemania, se quedaron pegados tras sufrir ella un "espasmo involuntario" y quedar él atrapado en medio de un público que se fue congregando para observar el espectáculo.

Al final, los enamorados tuvieron que ser enviados al hospital donde, tras suministrársele a ella una dosis de cloroformo, fueron separados antes de que el episodio se volviera más doloroso para ambos y peligroso para él ante la falta de ventilación del pene.

En noviembre de 2016 una pareja de chicos sufrió el mismo problema en un hotel de Kenia y su caso se hizo público al tener que pedir ayuda para poder ser separados, aunque en esta ocasión, a falta de un médico de turno, quien intervino para lograrlo fue un hechicero de la localidad a través de un extraño ritual.

El asunto, pues, no es jugando. Se dan casos de parejas casadas cuya relación sexual se ha truncado por la misma razón, así como de otras que al haber forzado el "desenganche" sufrieron dolores y traumas terribles que dieron al traste con sus relaciones sexuales.

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