Guía sobre el balotaje en Chile: el duelo entre Kast y Jara explicado
Si tiene solo unos segundos, lea estas líneas:
- Chile llega al balotaje dividido entre José Antonio Kast, favorito y representante de la ultraderecha, y Jeannette Jara, una comunista moderada que intenta ampliar su base.
- Kast impulsa un programa de mano dura, expulsiones masivas y posturas ultraconservadoras, Jara apuesta por políticas sociales y controles migratorios con enfoque selectivo.
- Aunque Kast lidera con amplia ventaja, cualquiera que gane enfrentará un Congreso fragmentado que podría frenar cambios profundos.
El balotaje presidencial de este domingo en Chile enfrenta dos visiones opuestas que marcarán el rumbo del país. José Antonio Kast, representante de la ultraderecha y favorito en las encuestas, se mide con Jeannette Jara, una comunista moderada que intenta consolidar el respaldo de la centroizquierda.
Jara venció a Kast en la primera vuelta del 16 de noviembre, pero las proyecciones señalan que Kast podría ganar con una amplia diferencia tras recibir el apoyo de candidatos conservadores. La contienda ocurre en un clima de temor creciente por la inseguridad y la migración irregular.
Las encuestas le dan a Kast entre 55% y 60% de intención de voto. Si gana, será el presidente más a la derecha desde 1990. Sin embargo, enfrentará un Parlamento fragmentado que puede frenar su programa.
José Antonio Kast: orden, seguridad y el legado de Pinochet
Kast, de 59 años, lidera el Partido Republicano. Es exdiputado, católico devoto, casado y padre de nueve hijos.
Trayectoria y convicciones
Kast fue diputado durante 16 años. En 2016 se separó de la Unión Demócrata Independiente (UDI) porque la consideró alejada de sus principios conservadores. Fundó el Partido Republicano en 2019. En su tercer intento por llegar a la presidencia, defiende la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y mantiene una admiración abierta por su figura. En semanas recientes pidió revisar las condenas de agentes jóvenes que participaron en violaciones de derechos humanos durante el régimen.
Propuestas: mano dura y migración
Kast promete combatir la delincuencia con rigor. Su eje central es la detención y expulsión de los 330.000 a 340.000 migrantes indocumentados que viven en Chile, a quienes responsabiliza del alza del crimen organizado. Ha fijado una cuenta regresiva para ejecutar ese plan y advierte que "si no lo hacen voluntariamente, los vamos a buscar".
Quiere frenar los ingresos irregulares con un "escudo fronterizo", que incluye un muro en la frontera con Bolivia, una zanja y el despliegue de 3.000 militares. También busca ampliar el poder de fuego de la policía y enviar tropas a zonas críticas.
En lo social sostiene posturas ultraconservadoras. Rechaza el aborto, incluso en casos de violación, así como el divorcio, el matrimonio igualitario y la píldora del día después.
Jeannette Jara: del barrio pobre a candidata presidencial
Jara, de 51 años, milita en el Partido Comunista desde los 14, pero forma parte de su sector más liberal. Representa a una coalición de nueve partidos de centroizquierda cercana al oficialismo.
Trayectoria y perfil político
Nació en El Cortijo, un barrio pobre del norte de Santiago y trabajó como recolectora de frutas y cajera antes de entrar a la universidad. Su ascenso político se dio como ministra del Trabajo en el gobierno de Gabriel Boric. Allí impulsó la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas y una reforma del sistema de pensiones, hitos que elevaron su perfil.
Su equipo destaca que Jara "entiende que para lograr acuerdos debes ir más allá de tus convicciones". Sin embargo, su militancia comunista limita su capacidad para atraer apoyos amplios por el peso del anticomunismo. Incluso tuvo choques públicos con la dirigencia del PC porque cuestionó a Cuba y Venezuela, países que no considera democracias.
Propuestas y giro hacia la seguridad
Jara propone elevar el salario mínimo a casi $800, unos $250 más que el actual. Plantea fortalecer los derechos laborales y aumentar la producción de litio.
Aunque su agenda gira en torno a los derechos sociales, el clima electoral la llevó a priorizar la seguridad. Promete reforzar la policía, intervenir 100 barrios populares y equilibrar seguridad con estabilidad económica. Sobre migración, propone controlar el ingreso por pasos clandestinos y censar a los indocumentados para identificar y expulsar a quienes tengan antecedentes penales.
En derechos individuales defiende una visión progresista. Busca "equidad e igualdad entre hombres y mujeres" y pretende apoyar en el Parlamento la legalización del aborto hasta las 14 semanas.


