Guinea-Bisaú: 5 claves para entender el nuevo golpe de Estado
Si tiene solo unos segundos, lea estas líneas:
- Un grupo de militares derrocó al presidente de Guinea-Bisaú, suspendió el proceso electoral y cerró fronteras, desatando una nueva crisis.
- El golpe revive un largo historial de intervenciones castrenses en un país marcado por inestabilidad política, disputas internas y la influencia del narcotráfico.
- Tanto Embaló como sus rivales fueron arrestados y los oficiales instalaron un gobierno de transición por un año, dejando al país en una incertidumbre total.
Un grupo de oficiales militares tomó el control total de Guinea-Bisaú y arrestó al presidente Umaro Sissoco Embaló. El golpe ocurrió tres días después de las elecciones y profundizó la tensión en África Occidental, una región que atraviesa un nuevo ciclo de intervenciones militares.
El grupo insurgente se identificó como el Alto Mando Militar para la Restauración del Orden y anunció la destitución del presidente y la suspensión de todas las instituciones del Estado.
1- La chispa electoral: una votación en disputa
El golpe estalló un día antes de la publicación de los resultados provisionales de las elecciones del 23 de noviembre.
El ambiente político ya estaba cargado. Umaro Sissoco Embaló y Fernando Dias se declararon vencedores de la votación sin autorización de la comisión electoral.
El Alto Mando Militar aseguró que intervino para frenar intentos de manipular la votación. En cuestión de horas, los oficiales suspendieron el proceso electoral, cerraron las fronteras y aplicaron un toque de queda.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental y la Unión Africana reaccionaron de inmediato. Ambos organismos calificaron la votación como "ordenada y pacífica" y exigieron el restablecimiento del proceso electoral. La ONU y Portugal también pidieron respeto al Estado de derecho.
2- Un país atrapado en un ciclo de inestabilidad militar
Guinea-Bisáu carga con una historia marcada por crisis institucionales y rupturas del orden democrático. Desde la independencia en 1974, el país vivió cuatro golpes de Estado exitosos y una larga lista de intentonas.
En los últimos años, la tensión se profundizó. La vida política avanzó entre disputas de liderazgo, exclusión de actores clave y un protagonismo militar que nunca se disipó.
En medio de ese panorama, solo un mandatario rompió la tendencia: José Mário Vaz. Su administración, entre 2014 y 2020, se convirtió en la única elegida en las urnas que logró terminar un periodo presidencial sin interrupciones.
3- Narcopolítica y golpes como herramienta en Guinea-Bisaú
Los líderes militares aseguran que actuaron para frenar un plan de desestabilización que involucraba a políticos locales, a un narcotraficante y a actores extranjeros.
Guinea-Bisaú funciona desde hace años como un punto clave del narcotráfico entre América Latina y Europa. Ese contexto fortaleció la sospecha de pactos entre militares y redes criminales.
Los críticos de Embaló respondieron con otra versión. La coalición Frente Popular afirmó que el presidente y sectores del ejército organizaron un golpe simulado para bloquear resultados que favorecían a Fernando Dias. Ese señalamiento reactivó la discusión por incidentes previos que Embaló presentó como intentos de golpe y que la oposición consideró maniobras internas.
4- La legitimidad rota del presidente Embaló
El debate por la duración del mandato de Embaló encendió la campaña. La oposición afirmó que el periodo concluyó en febrero de 2025. El Tribunal Supremo dictó una extensión hasta setiembre. Esa decisión marcó un quiebre entre las instituciones y la ciudadanía.
El conflicto aumentó con la exclusión del PAIGC, el principal partido de oposición y fuerza histórica del país. Las autoridades alegaron un retraso en la inscripción. Su líder, Domingos Simões Pereira, decidió apoyar a Fernando Dias.
Embaló y Dias vienen del aparato militar y del desgaste político de la última década. La disputa entre ambos dividió al país y debilitó la confianza en las urnas.
5- Arrestos y transición en manos de los militares
Los militares detuvieron a Umaro Sissoco Embaló y a figuras clave del poder político y del ejército. Embaló confirmó que se encontraba bajo custodia en el cuartel general.
Los rebeldes también arrestaron a Fernando Dias, a Domingos Simões Pereira, al jefe del Estado Mayor Biague Na Ntam, a su adjunto Mamadou Touré y al ministro del Interior Botché Candé. El brigadier general Denis N'Canha, jefe de la guardia presidencial, encabezó el anuncio del golpe.
El nuevo mando militar nombró al general Horta Nta Na Man como líder de un gobierno de transición por un año. El país entró así en otra etapa incierta, marcada por el control militar.
