Los reveladores detalles del juicio contra Weinstein: “Tiene los genitales deformes”
(AFP) Jessica Mann, una de las dos acusadoras de Harvey Weinstein, contó el viernes en el juicio del titán de Hollywood en Nueva York que todo lo que hizo fue por "miedo", en el testimonio más gráfico desde que comenzó el proceso, donde dijo que Weinstein tenía un olor fétido y que sus genitales eran completamente deformes.
Mann dijo que aceptó darle un masaje en la espalda, fingió un orgasmo cuando éste le practicó sexo oral y prosiguió una relación con él tras una presunta violación.
En el octavo día de juicio, Mann, de 34 años, relató con la voz quebrada y muchas veces llorando cómo cuando buscaba empleo como actriz en Los Angeles, y vivía en su coche porque no tenía dinero para el alquiler, fue agredida sexualmente dos veces por el acusado, al cual conoció en una fiesta en Hollywood.
Y contó luego que éste la violó el 18 de marzo de 2013 en un hotel de Manhattan, luego de inyectarse en el pene un medicamento para mantener la erección.
Mann, que tuvo una infancia difícil y modesta y fue criada en una familia evangélica en una granja lechera del estado de Washington, es la tercera mujer que testifica ante el jurado de la corte penal estatal de Manhattan que el acusado la violó.
La defensa mantiene que Mann y Weinstein tenían "una relación cariñosa", y tienen decenas de mensajes enviados por ella al acusado, incluido uno en el que ella escribió en 2017 "te amo".
Mann dijo que creía que "venerar" a Weinstein y masajear "su frágil ego" le ayudaría, porque "pensaba que si (el productor) sentía rechazo, eso dispararía su ira".
"Tenía mucho miedo" del acusado, afirmó, "tenía miedo que le hiciese daño a mi padre" y "estaba preocupada por proteger al actor con el cual estaba saliendo (…) que era bastante conocido".
"Pánico"
Mann hizo una descripción gráfica y humillante de las partes íntimas de Weinstein y de su higiene personal.
"Olía a mierda", dijo, y relató que cuando lo vio desnudo por primera vez pensó que tenía los genitales "deformes".
Al relatar su violación en marzo de 2013, la testigo dijo que estaba alojada en un hotel de Manhattan, y que el productor alquiló allí una habitación pese a sus ruegos.
"Entré en pánico (…) Yo sabía lo que estaba tratando de hacer", dijo.
Luego Weinstein la llevó hasta la habitación y allí, "con voz de sargento, cortante y enojada", le ordenó que se desvistiese y la penetró.
Después, en el baño, Mann dijo que vio en la basura una jeringa con un medicamento para mantener la erección.
Dijo que no le contó a nadie lo sucedido porque le daba "tanta vergüenza".
"Yo lo veía como veía a mi padre (…) Mi padre tenía una ira similar", explicó. Pero cuando lo conoció, sintió que recibía "una bendición de Dios" porque era maravilloso para su carrera.
Weinstein, de traje gris, mascó chicle, tomó notas y negó con la cabeza algunas veces durante el testimonio, mirando serio a su acusadora.
Aunque más de 80 mujeres le han denunciado por acoso, agresión sexual o violación, solo fue inculpado de la violación de Mann en 2013 y de la agresión sexual de la exasistente de producción Mimi Haleyi en 2006, ya que la mayoría de los delitos prescribieron.
Weinstein, de 67 años, se declara inocente. Si es hallado culpable enfrenta una pena máxima de cadena perpetua.
El contrainterrogatorio de Jessica Mann continuará el lunes. Se prevé que el juicio culmine en torno al 6 de marzo.