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Reclasificación de la marihuana en EE. UU.: 5 claves sobre el alcance real del cambio

Por Gustavo Arias | 20 de Dic. 2025 | 3:39 am

Si tiene solo unos segundos, lea estas líneas:

  • Trump ordenó reclasificar la marihuana de la Lista I a la Lista III, un giro histórico en la política antidrogas de EE. UU. que no legaliza el uso recreativo, pero flexibiliza su marco regulatorio.
  • La medida impulsa a la industria del cannabis, facilita la investigación médica y abre beneficios fiscales, aunque genera críticas dentro del Partido Republicano.
  • A nivel global, la decisión envía una señal de cambio frente a la "guerra contra las drogas", con posibles efectos internacionales y un debate abierto sobre salud pública y regulación.

 

La política antidrogas de Estados Unidos entró en una nueva etapa esta semana. El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que reclasificó la marihuana a nivel federal. La decisión rompe con décadas de enfoque prohibicionista y abre un debate político, económico y sanitario de gran alcance.

La industria del cannabis y los defensores del uso medicinal recibieron la medida como un punto de inflexión. Dentro del Partido Republicano surgieron críticas y advertencias sobre sus efectos.

Más allá del impacto simbólico, la reclasificación plantea preguntas clave sobre su alcance real, sus límites legales y sus consecuencias dentro y fuera de Estados Unidos.

Estas son cinco claves para entender el alcance del cambio.

1- ¿En qué consiste la reclasificación de la marihuana?

La orden instruye a las autoridades a trasladar el cannabis de la Lista I a la Lista III de la Ley de Sustancias Controladas. Durante décadas, la marihuana compartió categoría con la heroína y el LSD. El gobierno federal consideró a esas sustancias con alto potencial de abuso y sin uso médico aceptado.

Con el cambio, la marihuana queda al nivel de fármacos como el Tylenol con codeína, la ketamina y algunos esteroides anabólicos. La Administración para el Control de Drogas (DEA) define estas sustancias con un potencial de dependencia moderado a bajo.

La reclasificación no implica legalización ni despenalización federal del uso recreativo. La marihuana sigue siendo ilegal bajo la ley federal, aunque pasa a un marco regulatorio más flexible.

2- ¿Por qué el cambio ocurre ahora?

La medida culmina un proceso que quedó inconcluso durante el gobierno de Joe Biden. En 2024, la Casa Blanca propuso una reclasificación similar, pero el trámite enfrentó obstáculos administrativos y legales.

Trump justificó la urgencia con peticiones de ciudadanos y veteranos que padecen dolor crónico. El presidente citó la falta de acceso a alternativas medicinales como un problema recurrente.

También influyeron factores políticos y económicos. Durante la campaña de 2024, Trump buscó el respaldo de votantes jóvenes y planteó el fin de arrestos por posesión de pequeñas cantidades. La industria del cannabis también reforzó el cabildeo y canalizó donaciones a comités afines al presidente.

3- Efectos legales y oposición

La reclasificación genera un impacto inmediato en las empresas. Al salir de la Lista I, el sector deja de estar sujeto a la Sección 280E del código fiscal. Las compañías ahora pueden deducir gastos operativos y mejorar su rentabilidad.

En el plano político, la decisión abrió una grieta dentro del oficialismo. Unos 20 senadores republicanos, encabezados por Ted Budd, alertaron sobre una posible normalización del consumo. También señalaron riesgos en seguridad vial y un mensaje negativo para los jóvenes. Los críticos afirman que el impulso a la industria choca con políticas de promoción de la salud.

4- Impacto en salud pública e investigación sobre marihuana

La Casa Blanca destacó la eliminación de trabas para la investigación científica. Bajo la Lista I, los ensayos clínicos enfrentaron procesos burocráticos casi inviables. Con la nueva clasificación, las farmacéuticas pueden avanzar en tratamientos basados en evidencia para enfermedades como Parkinson, esclerosis múltiple y náuseas asociadas a la quimioterapia.

La orden también incluye disposiciones sobre el cannabidiol (CBD). El gobierno planea facilitar el acceso a productos recomendados por médicos para algunos beneficiarios de Medicare y Medicaid, sin costo.

Expertos en salud expresaron cautela. Advirtieron sobre el aumento de la potencia del cannabis y su vínculo con riesgos cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y complicaciones durante el embarazo.

5- Implicaciones internacionales

A escala global, la medida envía una señal de aceptación institucional del cannabis. Para la industria, Estados Unidos se aleja del enfoque tradicional de la "guerra contra las drogas" y adopta una postura más pragmática. Ese giro puede influir en políticas de otros países.

El debate internacional también alimentó la oposición interna. Senadores republicanos afirmaron que la flexibilización beneficia a actores externos, como China, por su peso en el mercado. Según ese argumento, los costos recaen en la salud pública estadounidense.

Trump respondió con un enfoque contrario. Defendió que una industria regulada reduce el espacio para redes ilícitas y limita la acción de cárteles. Para el presidente, la regulación ofrece más control que la prohibición.

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