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Sarampión en Estados Unidos: 10 preguntas y respuestas sobre el brote

Por Gustavo Arias | 20 de May. 2025 | 5:53 am

Estados Unidos enfrenta el brote de sarampión más grave en 30 años, con más de 1.000 casos confirmados hasta mediados de mayo.

En estas 10 preguntas y respuestas explicamos por qué ocurre este brote, dónde golpea con más fuerza y qué consecuencias está teniendo en la salud pública del país norteamericano.

1. ¿Qué es el sarampión y por qué se contagia tan fácil?

El sarampión es una enfermedad viral que provoca fiebre alta, erupciones en la piel, tos y ojos rojos. Aunque suele asociarse con la infancia, puede ser peligrosa tanto en menores de cinco años como en adultos con defensas bajas, ya que puede derivar en complicaciones como neumonía o inflamación cerebral.

El virus se transmite por el aire mediante gotículas respiratorias expulsadas al toser o estornudar. Puede permanecer en el ambiente o en superficies hasta por dos horas. Por eso, basta con estar en un lugar donde estuvo una persona infectada para contagiarse. Una sola persona enferma puede transmitir el virus a entre 12 y 18 personas no vacunadas.

La vacuna triple vírica (MMR), que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, es la forma más eficaz de prevenir esta enfermedad. Pero cuando las tasas de vacunación bajan, el virus encuentra terreno fértil para reaparecer.

2. ¿Cuán grande es el brote de 2025 en Estados Unidos?

Hasta mediados de mayo, se han confirmado 1.024 casos de sarampión, la cifra más alta desde los años noventa.

Texas es el epicentro del brote, con 718 casos reportados, especialmente en el sur del estado, en el condado de Gaines. La tasa de vacunación del condado es del 82%, pero en algunas localidades no llega ni al 50%.

Además de Texas, estados como Nuevo México, Oklahoma, Alaska, Georgia, Nueva York y Rhode Island también han registrado casos, aunque en menor número.

A nivel nacional, la cobertura vacunal ronda el 92,7%.

3. ¿Qué ha provocado este brote?

La principal causa es la caída en las tasas de vacunación. En muchas comunidades —especialmente en zonas rurales o con creencias antivacunas— han aumentado las exenciones por motivos personales o religiosos, debilitando así la inmunidad colectiva.

La pandemia de Covid-19 también dejó secuelas: muchas vacunas se pospusieron, creció la desconfianza hacia las autoridades sanitarias y proliferó la desinformación en redes sociales.

A esto se suma la falta de recursos y organización en algunos sistemas de salud pública, lo que complica el seguimiento de coberturas vacunales y la respuesta rápida ante nuevos brotes.

4. ¿Dónde está el principal foco?

El foco principal está en el sur de Texas, con los condados de Gaines, Cochran, Dawson, Lubbock, Terry y Yoakum entre los más golpeados. Allí, las bajas tasas de vacunación han permitido que el virus se propague con rapidez.

La ley de Texas obliga a vacunar a los niños en las escuelas públicas, pero permite exenciones por "razones de conciencia", incluidas las creencias religiosas. En el condado de Gaines, por ejemplo, más del 13% de los alumnos de jardín infantil recibieron una exención de la vacuna el año pasado.

Otros estados como Nuevo México, Oklahoma, Alaska, Georgia, Nueva York y Rhode Island también han reportado casos, algunos vinculados a viajes o contagios locales en comunidades vulnerables.

5. ¿Qué impacto ha tenido el brote en la salud pública?

El brote ha provocado dos muertes confirmadas, ambas en niños que no estaban vacunados. Además, 93 personas han sido hospitalizadas por complicaciones graves, como neumonía o deshidratación.

6. ¿Qué medidas se están tomando para controlar el brote?

Las autoridades han desplegado centros de vacunación de emergencia y acelerado la distribución de dosis para cubrir a más personas. También se han lanzado campañas informativas para incentivar la vacunación.

En algunas áreas, las personas no vacunadas que estuvieron expuestas al virus deben cumplir cuarentenas de 21 días. Además, se ha reforzado la vigilancia epidemiológica para detectar e intervenir rápidamente en nuevos casos.

7. ¿Cuál es el papel de la vacunación en la prevención del sarampión?

La vacuna triple vírica (MMR) es altamente efectiva y segura: dos dosis brindan hasta un 97% de protección contra el sarampión.

Mantener una alta cobertura vacunal permite alcanzar la inmunidad de grupo, que protege incluso a quienes no pueden vacunarse por razones médicas. Sin esta barrera colectiva, el virus encuentra nuevas víctimas con facilidad.

8. ¿Cómo ha afectado el brote a otros países?

El brote en Estados Unidos ya ha tenido repercusiones en países vecinos. México y Canadá han reportado casos vinculados a viajeros procedentes de zonas afectadas. Esto ha generado alerta regional, ya que la movilidad entre fronteras facilita la propagación del virus.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que si no se refuerza la vacunación y la vigilancia, el sarampión podría volver a establecerse con fuerza en América.

9. ¿Qué desafíos enfrentan las autoridades sanitarias?

Uno de los mayores retos es la desinformación, que ha erosionado la confianza en las vacunas. Muchas personas, influidas por mensajes falsos en redes sociales, dudan de la eficacia o seguridad de la vacunación.

También hay dificultades logísticas y de acceso en zonas rurales o marginadas, donde es más complicado hacer llegar las vacunas y registrar adecuadamente las inmunizaciones.

10. ¿Qué lecciones deja este brote para el futuro?

El brote de sarampión de 2025 es una advertencia clara: ninguna enfermedad prevenible está bajo control si se relaja la vigilancia sanitaria o se permite que la desinformación gane terreno.

Aunque el sarampión fue declarado eliminado en Estados Unidos en el año 2000, su resurgimiento demuestra que esta victoria puede ser reversible si no se mantiene una alta cobertura vacunal.

Expertos en sanidad estadounidenses llaman a revisar las políticas de vacunación, restringir exenciones no médicas y reforzar la educación pública sobre la importancia de las vacunas. También subrayan la urgencia de fortalecer los sistemas de salud locales, mejorar el monitoreo de inmunizaciones y garantizar acceso equitativo a la atención médica, especialmente en comunidades vulnerables.

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