558 mil ticos mayores de 24 años no tienen secundaria completa
Académica y orientadora atribuyen que bajo presupuesto puede acrecentar la cifra
La Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), detalló que 558.864 costarricenses mayores de 24 años no tienen secundaria completa. Esto representa (15,7%) de toda la población mayor de esa edad.
La cifra anterior enciende las alarmas de expertos y exjerarcas del sector Educación, quienes detallan la urgencia de que se implemente políticas públicas para disminuir la exclusión educativa, pues sostienen que estas personas son precisamente aquellos que en antiguas generaciones se vieron obligados a dejar el colegio o no tuvieron el incentivo de seguir estudiando.
Según explicó a crhoy.com la exviceministra académica del Ministerio de Educación Pública (MEP), Karla Salguero, muchos jóvenes no logran culminar su educación básica porque se ven limitados debido a las presiones económicas a las que se enfrentan las familias más vulnerables del país, aunado a un Estado que recorta aún más el presupuesto en educación.
La disminución del presupuesto educativo se ha convertido en un tema crítico en la permanencia de los estudiantes en los centros educativos. Algunos no logran culminar la educación básica debido a la falta de recursos económicos, y los que sí terminan la secundaria muchas veces no tiene la posibilidad de continuar con estudios superiores porque no cuentan con los recursos.
Las presiones económicas que enfrentan sus familias los llegan a empujar a buscar trabajo, muchas veces en el sector informal, donde las condiciones suelen ser bajas y se corre el riesgo de incluso involucrarse en actividades delictivas, explicó Salguero.
De acuerdo con la ex viceministra, la responsabilidad no cae en los estudiantes que terminan saliendo del sistema educativo, sino, que recae en el Estado y los accesos que le da a los niños y jóvenes.
Este porcentaje de jóvenes que no cuentan con los estudios de secundaria completa se ven limitados en el campo laboral.
La falta de educación secundaria o superior limita las posibilidades de que muchos jóvenes accedan a un empleo digno y seguro, lo que crea un ciclo de pobreza y exclusión. Además, se ven limitados porque no cuentan tan siquiera con los requisitos básicos como para acceder a un técnico en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
Por ejemplo, muchos ni tan siquiera cuentan con el noveno, que es uno de los requisitos más bajos para lograr acceder a estudios, trabajos o incluso ayudas económicas para los estudios, agregó Salguero.
Ante esta situación, Arlin Cascante, vocera del Colegio de Profesionales en Orientación, agrega que la falta de recursos también se traduce en deficiencias para un centro educativo, en infraestructura, calidad docente, y demás factores que se suman a la exclusión de estudiantes.
Si no hay recursos, no hay más becas, la infraestructura educativa no se puede atender, hay deficiencia en la tecnología, esto también forma parte de las variables de exclusión, porque la exclusión educativa es multifactorial y esto también contribuye a que no culminen los estudios.
El Informe del Estado de la Educación señala que hay una crisis y claro, la hay, si se reduce el presupuesto año tras año esto impacta fuertemente en las poblaciones más vulnerables (…) en las familias donde los papás no han logrado concluir sus estudios y los hijos no pueden continuar por falta de recursos, explicó Cascante.
Actualmente, a nivel de primaria hay un 11,4% que no la ha completado y un 26,5% que sí lo ha hecho. Asimismo, según la encuesta del INEC, solo un 18.8% de los jóvenes de 24 años han logrado culminar la secundaria en 2023
Por su parte, solo un 23,6% logró alcanzar la educación superior, mientras que un 3,4% se encuentra sin instrucción. Estos datos evidencian la crisis que atraviesa este grupo de personas, donde muchos quedan fuera del sistema educativo y sin las oportunidades básicas de contar con título para ingresar a las universidades.
Factores de exclusión educativa

Infografía del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En el país, un porcentaje significativo de jóvenes no asisten a la educación formal y las razones varían entre hombres y mujeres.
El informe destaca varios factores sociales que afectan la continuidad en los estudios de los jóvenes entre 5 y 24 años, quienes enfrentan distintas barreras para completar su educación.
De acuerdo con el INEC, el trabajo es la principal razón de exclusión en ambos géneros (hombres y mujeres), aunque con una mayor incidencia en hombres, donde el 31,4% reportan que deben trabajar, mientras que, en el caso de las mujeres, el porcentaje es del 21,5%.
Esto muestra la presión económica que recae en los jóvenes, quienes suelen asumir responsabilidades laborales a una edad temprana para apoyar a sus familias.
Asimismo, él cuido de niños, ancianos y otras personas también figura —según los datos del INEC— como un obstáculo para las mujeres jóvenes en su continuidad educativa. Un 14,5% de las mujeres reportan que deben dedicarse a estas tareas, en comparación con el 0,4% de los hombres.
La disparidad en los datos anteriores revela el peso de las normas, culturas y de género que asignan a las mujeres estas responsabilidades que afecta su preparación académica.
Por su parte, las limitaciones económicas y la falta de interés son otros de los factores que sobresalen en el estudio del INEC.
Según detallan, el 19.8% de las mujeres y el 16,8% de los hombres expresan que no pueden pagar su educación, lo que evidencia la necesidad de un mayor apoyo financiero y becas para jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Por último, la falta de interés en el aprendizaje formal es otra de las razones señaladas. Esta causa es mencionada por el 12,3% de los hombres y el 10,2% de las mujeres.
Esta situación muestra que, además de las barreras económicas y de responsabilidades familiares, existen desafíos en la motivación y la conexión con el sistema educativo.
Sobre este tema, se consultó al MEP si tiene un plan de acción para retener a los estudiantes, en medio de la crisis económica que atraviesa el MEP con los recortes presupuestarios, no obstante, al cierre de la nota no se ha obtenido una respuesta.