A un año de la captura del Padre Víquez: Esto es lo que se sabe
Víquez continúa en comunicación con su familia y su representación legal en Costa Rica
(CRHoy.com) La madrugada del domingo 18 de agosto de 2019, miembros de la División Especial de Investigación de la Policía Federal de México irrumpieron en una pequeña casa de habitación en Monterrey, México, para detener al sacerdote costarricense Mauricio Antonio Víquez Lizano.
A un año de su captura y encarcelación, que derivó de su huida de Costa Rica por denuncias por abuso sexual y violación, algunas de las víctimas del polémico cura ya habrían manifestado a la Fiscalía su intención de no continuar con el proceso.
Así lo confirmó el abogado de Víquez, Rafael Rodríguez, quien argumentó que ese detalle ya está en conocimiento del Ministerio Público, aunque alegó no poder revelar más datos.
"No le podría indicar muy bien porque como usted sabe y entiende, don Mauricio, que es el imputado, no se encuentra en Costa Rica, pero son al menos 3 personas que habían de previo denunciado, y en un informe se indica que han renunciado de continuar con la causa", acotó Rodríguez.
La oficina de prensa de la Fiscalía señaló, que en este momento la Oficina de Asesoría Técnica y Asuntos Internacionales, no ha recibido información sobre la extradición de Mauricio Víquez Lizano, y respecto a la posible negativa de algunos ofendidos de continuar las causas, alegaron que es parte privada del proceso.
Sin embargo, añaden que este detalle no significa que el caso en Costa Rica vaya a prescribir bajo ninguna circunstancia.
"Por su parte, la Fiscalía Adjunta de Asuntos de Género señaló que el caso en contra de esta persona avanza en investigación y, mientras se defina lo relacionado a su extradición, la prescripción del caso se suspende", apuntaron.
Para el momento de su detención en México, contra Víquez se tramitaban en Costa Rica al menos 6 denuncias de tipo penal por delitos sexuales, en perjuicio de hombres que para el momento de los hechos eran menores de edad.
A finales del 2019, un juez mexicano resolvió la aprobación para extraditar hasta Costa Rica a Víquez, sin embargo, inmediatamente su abogado en ese país interpuso una serie de recursos de apelación para evitar dicha acción.
Desde entonces Víquez, se comunica vía telefónica con su familia en suelo nacional, de igual modo con su abogado en el país, al que le ha manifestado su preocupación por la pandemia del COVID-19.
"Con don Mauricio hay comunicación, él se encuentra en buen estado de salud, preocupado por la situación del COVID-19 y los abogados lo que indican es que el tribunal debe resolver sobre lo que es constitucional en México", apuntó Rafael Rodríguez, representante de Víquez.
Huida y captura
Mauricio Antonio Víquez Lizano escapó de Costa Rica el 7 de enero de 2019. Una semana antes, fue informado por la Conferencia Episcopal en San José sobre procesos de denuncia en su contra por delitos sexuales.
La iglesia católica alegó que le revelaron a Víquez sobre las denuncias porque también se llevaban a cabo procesos canónicos y estos deben ser informados a la parte acusada, contrario a lo que ocurre en la parte judicial.
Lo cierto es que, una vez informado, Víquez decide escapar de Costa Rica, huye por la frontera de Paso Canoas hacia Panamá y el 9 de enero, toma un vuelo directo a México, donde aterriza a las 2 p.m de ese día en el aeropuerto Benito Juárez de la capital, Ciudad de México.
Luego de 8 meses en fuga, la Policía Federal allanó una pequeña casa en un pequeño pueblo conocido como San Nicolas de los Garza, en Monterrey, Nuevo León.
El arresto derivó de un proceso de investigación que inició el Organismo de Investigación Judicial, tras el análisis de varias cuentas de la red social Facebook, a través de las cuáles Víquez se comunicaba con personas en Costa Rica.
Según ha conocido CRHoy.com a través de fuentes en México, en la vivienda estaban además de Víquez, dos presuntos estudiantes universitarios, quienes coincidieron con el sacerdote tico porque un amigo en común, aparentemente de la iglesia católica de México, los llevó a ese sitio.
Actualmente Víquez está encerrado en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, donde espera la resolución sobre su caso, mientras que en Costa Rica, algunas personas empezaron a cansarse de esperar.