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Admirador de la izquierda latina maneja datos confidenciales de los ticos

Empezó a coquetear con la política cuando era estudiante en la UCR. Elogió a Rafael Correa y se unió a grupo estudiantil procubano-venezolano

Por Gerardo Ruiz | 22 de Feb. 2020 | 1:37 pm

(CRHoy.com).- Alejandro Ismael Madrigal Rivas. El nombre por sí solo no aporta mucha información. La situación cambia cuando se liga ese nombre con la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) que tiene al mandatario, Carlos Alvarado, en medio de un caliente escándalo político.

Madrigal Rivas, de 30 años recién cumplidos, no es cualquier economista. Es uno  con una marcada tendencia ideológica de izquierda que empezó a ejercitar con seriedad en el 2013, cuando fue elegido como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (Feucr) en representación del "Partido Progre".

Durante sus años de estudiante, el empleado de Casa Presidencial militó de manera activa en la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), una entidad que opera al amparo de los gobiernos de izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

El Secretariado Ejecutivo de la Organización lo integran estudiantes de Cuba, Ecuador, Brasil y Nicaragua, según información pública que está en el perfil de la entidad en la red social Facebook.

Ecured, un proyecto de enciclopedia colaborativa en red del gobierno comunista de Cuba, define a la Oclae como una "instancia movilizadora y coordinadora de las luchas antiimperialistas del movimiento estudiantil de América Latina y el Caribe".

Alejandro Madrigal simpatiza con los regímenes de izquierda que ha defendido el Frente Amplio, cuyo líder en Costa Rica es el diputado José María Villalta. (Foto: Tomada de Internet)

Admirador de la revolución latinoamericana

Según una publicación en Internet de la Presidencia de la República de Ecuador, del 8 de mayo del 2014, Madrigal fue bondadoso en elogios, en calidad de presidente de la Feucr, al darle la bienvenida a esa casa de estudios al entonces presidente ecuatoriano, Rafael Correa, parte del eje de la izquierda latinoamericana hasta el 2017, cuando dejó el poder.

"Nos sentimos orgullosos y honrados de recibir una figura símbolo de la transformación social como lo es el Presidente Rafael Correa", dijo el estudiante Madrigal ese día, destacó en su reseña el gobierno ecuatoriano.

La UCR también recogió y publicó en su sitio web las palabras que el economista dijo en esa fecha: "El proceso de Revolución Ciudadana en Ecuador, al igual que otros procesos en Latinoamérica, son un vivo ejemplo de que otra realidad es posible, una realidad donde el ser humano no esté subyugado por el capital y el mercado, donde la pobreza y la miseria sean enemigos públicos y deben disminuir hasta desaparecer, en lugar de perdurar en el tiempo; un lugar donde la gente tenga acceso a educación y salud, a vivienda, a un empleo digno y a un ambiente preservado, donde la sociedad más que buscar la acumulación de riqueza, como un fin en sí mismo, busque el buen vivir".

En el 2014, también, el estudiante de Economía tuvo un rol destacado en las manifestaciones universitarias en defensa del presupuesto para el Fondo Especial para la Educación Superior Universitaria Estatal (FEES). Las protestas que condujo de la mano de Henning Jensen, rector de la UCR, terminaron con un resultado histórico.

El FEES del año 2015 resultó ser el más alto en toda la historia de las universidades públicas hasta ese momento, con un aumento de un 14% con respecto al 2014.

El Fondo alcanzó entonces los ¢410.000 millones gracias a la decisión política del entonces presidente, Luis Guillermo Solís Rivera (2014-2018) de ceder ante los reclamos estudiantiles a pesar de que el país enfrentaba una baja inflación y un elevado déficit fiscal. 

Después, varios expertos señalaron ese elemento como uno de los ingredientes del inmanejable faltante de recursos públicos que enfrenta el Gobierno y del altísimo endeudamiento público que el país experimenta hasta hoy.

El decreto que incendia al Gobierno

Esa inclinación hacia la izquierda llevó a Alejandro Madrigal a dar el salto de la política universitaria a la de las "grandes ligas".

Primero fue cercano al Partido Frente Amplio (FA) y posteriormente al Partido Acción Ciudadana (PAC), según consta en fotografías del economista con el actual diputado frenteamplista, José María Villalta,—cuyo partido defiende y exalta la Revolución Sandinista y ha tenido una posición proclive a defender la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela—y con el propio Carlos Alvarado, durante la campaña política del 2018.

Las gráficas de Madrigal con ambos líderes se hicieron virales en redes sociales después de que CRHoy.com destapara la existencia de la UPAD, que operó durante año y medio a la sombra del poder presidencial en Zapote.

Cuando este diario digital denunció que el decreto de creación formal de la UPAD, publicado hasta el 17 de febrero pasado en La Gaceta, pretende tener acceso a datos de carácter privado de los costarricenses sin que se especificara cuáles ni con qué fin, saltaron las alarmas. Y estas se encendieron con mayor intensidad al conocer quiénes laboraban en ella, al amparo del despacho del presidente de la República.

Numerosos actores políticos, sociales y hasta institucionales reaccionaron con preocupación al enterarse de que la UPAD habría tenido acceso a datos confidenciales de la ciudadanía, materia privada según la Constitución Política y la Ley N.° 8968.

Ahí, el calor del juicio político contra Alvarado también empezó a quemar a Madrigal, quien hasta ayer gozaba de cierto anonimato en el gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC).

En un mensaje que colgó en sus perfiles de redes sociales el 28 de mayo de 2019, el economista dio cuenta de que hacía un año, es decir, casi desde el inicio del gobierno de Alvarado, había ingresado a laborar a Casa Presidencial con la tarea de analizar datos.

"Hoy más que nunca estoy seguro que el análisis de datos es indispensable para la toma de decisiones de política pública. Y me alegra mucho que mi esfuerzo esté puesto en lograr ese objetivo y porque cambie un paradigma dentro de cada gobierno nacional", escribió Madrigal en aquel momento y, sin querer, testificó desde cuándo empezó el Gobierno a manipular datos confidenciales.

El desenlace de la historia de la UPAD aún está en veremos pues aunque el Gobierno anuló el decreto de su creación tras los múltiples cuestionamientos, anunció que iniciará un proceso de diálogo para crear conciencia sobre la importancia de contar con una unidad de ese tipo al servicio del presidente de la República.

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