Análisis: Chaves opta por el despido ante discrepancias
Presidente no está dispuesto a sacrificar su capital político
(CRHoy.com) -En lo que lleva de mandato, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, ha optado por el despido antes que por el diálogo frente a cualquier discrepancia en los procesos de toma de decisión con algunos de los miembros de su gabinete o jerarcas de instituciones autónomas.
Así lo sostiene la investigación del Observatorio de la Política Nacional (OPNA), la política nacional entre ajustes y acomodos, de la Escuela de Ciencias Políticas, de la Universidad de Costa Rica (UCR).
De acuerdo con el estudio, la administración Chaves Robles se caracteriza por un estilo de gobernar "marcado por la centralidad del Poder Ejecutivo y la figura presidencial."
"Con el paso del tiempo, durante los primeros meses de la administración se han dado una serie de despidos y renuncias bajo dudosas condiciones, en las cuales resaltan la opacidad con que se han manejado y la falta de respuestas por parte de Casa Presidencial", sostienen los investigadores del equipo coordinado por el analista Rotsay Rosales.
Desde el pasado 8 de mayo -cuando Chaves asumió el poder- se han producido dos bajas en el equipo de ministros y otras 13 en nombramientos de cargos menores, en total.
Destacan las renuncias de los exviceministros Ricardo Seravalli (Juventud), Rodolfo Chévez (Educación), Rocío Solís (Educación), Édgar Mata (Agricultura y Ganadería), Rocío Valerio (Agricultura y Ganadería) y de la exministra Laura Bonilla (Agricultura y Ganadería).
También fueron destituidos de sus cargos Ernesto Calvo, exviceministro de Cultura, Patricia Navarro, exministra de Comunicación, Álvaro Ramos, expresidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y Randall Vega, exviceministro administrativo de Seguridad.
Fuerte inestabilidad
"En general, el gabinete actual de ministros ha sufrido una fuerte inestabilidad en estos primeros meses de administración, que ha evidenciado que cualquier altercado que ponga en riesgo el capital político del Presidente, o ante cualquier discrepancia con la línea de gobierno impuesta, esto se traducirá en una falta de confianza hacia el jerarca, que podría motivar una presión por la renuncia o la destitución directa", afirman los investigadores.
Y aunque algunas salidas obedecieron a motivos personales, agregan los expertos, otros despidos o renuncias estuvieron relacionadas con polémicas que afectaron la imagen de la administración.
En muchos de los casos, hubo desencuentros o discrepancias alrededor de algunas decisiones que contrariaron la línea de gobierno impuesta por el mandatario "y en el caso de la exviceministra Académica del Ministerio de Educación Pública, Rocío Solís, su renuncia se debió a constantes faltas de respeto, comunicación y transparencia durante el ejercicio del cargo".
Sobresalen los casos de la destitución de la ministra de Comunicación, Patricia Navarro, el 2 de setiembre anterior, después de una serie de enfrentamientos con la prensa y la renuncia de la jerarca de Agricultura y Ganadería, Laura Bonilla, el 9 de setiembre pasado, tras cuestionamientos sobre su capacidad de liderazgo y la forma de gestionar su cartera ministerial.
En esencia, ambos casos reafirman la centralidad de la figura presidencial, y demuestran la indisposición que el Presidente tiene para poner en riesgo su capital político ante cualquier escándalo o conflicto con su consejo de ministros. También evidencian lo indispuesto que está de aceptar violaciones a la línea de gobierno impuesta por él mismo, por lo que no teme hacer uso de sus poderes presidenciales para elegir y remover a discreción a los miembros de su gabinete.
Según los investigadores, en el caso de Bonilla la injerencia política y el descontento que tenían varios sectores con su gestión motivaron su renuncia.
Sin embargo, apuntan que el inmediato nombramiento de Víctor Carvajal como su sustituto "demuestra un intento presidencial por tener un control más directo sobre el Ministerio de Agricultura y Ganadería", que resulta clave para el desarrollo de varios proyectos del Gobierno, como la llamada "Ruta del Arroz", que ha generado gran descontento entre los productores nacionales.
En el caso de Navarro, aunque el Ministerio de Comunicación jugó un papel fundamental en la construcción de la línea de comunicación del Gobierno y su relación conflictiva con la prensa, "el descontento que acarrean este tipo de políticas autoritarias y las constantes polémicas que la rodearon, terminaron afectando gravemente su gestión, por lo cual, ante la posible erosión de su capital político, el Presidente optó por la destitución de la jerarca."
Presión
Más recientemente, se unió el caso de la destitución de Álvaro Ramos de la Presidencia Ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por oponerse abiertamente a la línea de Chaves con respecto al aumento salarial para los empleados de la institución.
El Presidente despidió a Ramos el 17 de setiembre pasado tras el desacuerdo con el aumento salarial de ¢7.500 aprobado por la Junta Directiva de la Caja para los trabajadores de la entidad, que fue objetado por Chaves.
El 7 de diciembre anterior, el mandatario anunció su decisión de denunciar a Ramos y a otros cinco directivos de la institución ante el Ministerio Público por su posición de aprobar el polémico incremento salarial.
Una vez más, el Presidente privilegió el despido ante diferencias en el proceso de toma de decisiones, solo que en el último caso lo hizo con el exjerarca de la CCSS, una institución pública con autonomía constitucional.