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Analistas: Ejecutivo tensa relación con Congreso por torpeza

Gobierno sigue sin priorizar en la agenda legislativa y envía proyectos mal hechos

Por Alexánder Ramírez | 14 de Jul. 2021 | 9:23 am

El presidente de la República, Carlos Alvarado, ha tenido un manejo errático de la relación del Gobierno con el Poder Legislativo. (Archivo/CRH).

(CRHoy.com) -El manejo "errático y torpe" del Poder Ejecutivo deteriora y tensa sus relaciones con la oposición en la Asamblea Legislativa en momentos decisivos para el futuro de la agenda de proyectos de ley que impulsa.

Así lo reconocen los politólogos Daniel Calvo, consultor en estrategia y comunicación política, y Sergio Araya, coordinador de Proyectos del Área Política para Costa Rica de la Fundación Konrad Adenauer.

La designación de Ottón Solís como embajador de Costa Rica en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es lo que podría verse "como la cereza en el pastel" de un mal manejo de las relaciones con el Congreso a lo largo de la administración Alvarado Quesada.

Sin embargo, no es el único hecho reciente que desnuda la falta de una estrategia al más alto nivel para mantener una relación cordial con el Poder Legislativo, sostienen Calvo y Araya.

 

Según Calvo, el nombramiento se suma a una larga cadena de hechos que demuestran una ausencia de priorización de la agenda legislativa en las sesiones extraordinarias del Congreso, que concluirán pronto, y el envío de proyectos de ley mal hechos que fue debilitando la relación del Ejecutivo con la oposición.

"El caso de Ottón Solís demuestra la absoluta impericia por parte del Presidente de la República. Es nombrar en ese cargo a una de las figuras más polarizantes en el país y es hacerlo en momentos clave, como este, para el avance de la agenda complementaria de proyectos negociados con el Fondo Monetario Internacional", afirmó Calvo.

Improvisación

Analistas políticos sostienen que la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, está ausente de las grandes discusiones. (Archivo/CRH).

En criterio de los analistas, el Ejecutivo tiene rato de improvisar y su ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, sigue sin una coordinación adecuada con la Asamblea Legislativa.

Araya recordó, por ejemplo, que el Gobierno prometió el año pasado, en medio de la pandemia del COVID-19, impulsar diálogos para identificar acciones con el propósito de contener el gasto público y reactivar la economía, antes de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin embargo, luego tuvo que frenar el proceso, tras presión de los ciudadanos y cuestionamientos de la oposición por inconsistencias en la propuesta.

Después del acuerdo con el organismo financiero internacional, el Ejecutivo envió al Congreso los proyectos de ley de la agenda complementaria, muchos de ellos orientados a crear o aumentar cargas impositivas, sin una estrategia articulada y con textos que incluso se oponen entre sí.

La designación de Ottón Solís en la OCDE termina de enrarecer la relación del Ejecutivo con la oposición. (Archivo/CRH).

"El Gobierno lo que ha hecho es enrarecer y tensar el clima en la Asamblea Legislativa. Hay que recordar el caso de la UPAD (Unidad Presidencial de Análisis de Datos) a tal punto que el Presidente fue llamado a comparecer y rendir cuentas ante la comisión investigadora, un caso que incluso provocó la renuncia de Víctor Morales como Ministro de la Presidencia", dijo Araya.

Esto, ha perjudicado la construcción de los consensos necesarios para poder avanzar con la agenda legislativa.

Araya insistió en que el Gobierno viene desde meses atrás deteriorando su relación con la oposición.

La designación de Solís fue desafortunada -manifestó Araya- porque técnicamente no fue una figura que acompañó el proceso de incorporación de Costa Rica a la OCDE y más bien se trata de una persona que genera polémica, además de ser un referente político del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC).

"El Presidente reivindica al máximo referente de su agrupación política con un agravante adicional: es el tipo de prácticas que don Ottón y el PAC criticaron desde su inicio (…) y ahora literalmente están cayendo en lo mismo. Se da una falta de congruencia que justifica esta reacción tan negativa. La congruencia y la concordancia son fundamentales", agregó.

Araya sostuvo que la actitud del Presidente pareciera un tipo de "provocación política" en momentos en que el Ejecutivo tramita la agenda complementaria de proyectos acordados con el FMI, para obtener el financiamiento por $1.7780 millones, crédito pendiente de su último debate en el Plenario Legislativo para ser aprobado.

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