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De pobres a ricos de un día a otro: así caen los lavadores de dinero

Demostrar el lavado de dinero es muy difícil, solo el 20% de los casos se condenan

Por Yaslin Cabezas | 29 de Mar. 2017 | 12:03 am
Casa del palidejo, imagen ilustrativa.

Casa del palidejo, imagen ilustrativa.

Aparecen con propiedades de millones de colones de un momento a otro o registran vehículos de super lujo sin siquiera tener licencia de conducir… así caen quienes se dedican al lavado de dinero en Costa Rica. 

Osvaldo Hernández, jefe de la Sección de Legitimación de Capitales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) afirmó que estos casos han venido en aumento y se han vuelto más visibles.

"Los ‘ricos mágicos‘, son gente que no tiene nada y de la noche a la mañana ostentan un capital exorbitante sin ningún respaldo. Las organizaciones crean capital sucio y no saben cómo limpiarla", explicó.

Pero los delincuentes se las ingenian. Utilizan panaderías, comercios, venta de bienes raíces o productos agrícolas para lavar dinero.

"Buscan a alguien que tenga una actividad comercial lícita y le inyectan ese dinero sucio, poquito a poquito. Cuando las ganancias llegan al banco, nadie sospecha. Compran caro el ganado o una producción agrícola y la venden barata", añadió.

Han registrado casos de sospechosos que ponen a nombre de sus familiares o parejas bienes o carros, cuando éstos ni siquiera saben conducir.

"Todo lo que se pueda usar para producir dinero, lo utilizan también para lavar dinero", detalló.

Pero un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos asegura que en Costa Rica ese dinero sucio se genera más por narcotráfico.

Difícil condenar

Álvaro Montoya, fiscal adjunto de la Fiscalía de Legitimación de Capitales explica que investigan a muchos sospechosos de lavar dinero, pero solo el 20% se logra condenar. El resto se desestima por inocencia o por falta de pruebas.

"Hay muchas actividades sospechosas pero son difíciles de probar. Una cosa son los chismes de pueblo y otra que yo, como fiscal, debo estar 100% seguro de que la plata con la que se construyó una casa o se compró un carro de lujo proviene de un delito", reconoció.

Imagen ilustrativa.

Imagen ilustrativa.

El trasiego de dinero por fronteras o aeropuertos muchas veces está ligado a este delito, según Montoya.

"En algunos casos se detectan camiones que traen cantidades importantes por las fronteras dentro de los motores o en otros escondites", citó.

En eso es importante el trabajo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) pues cada vez que la persona se acerca a un banco a hacer una transacción mayor a $10 mil debe indicar de dónde proviene el dinero y así es como inicia la investigaciones.

"Ellos lo que hacen es analizar informes que hacen los diferentes bancos cuando consideran que un cliente no tiene una debida justificación de sus ingresos y transacciones. Todo banco tiene que tener un grupo de personas que se dediquen a conocer a sus clientes y cuando detectan cosas sospechosas hacen la referencia a la UIF y de ahí nos las envían a nosotros", explicó.

Pero una cosa es sospecharlo y otra es probarlo. Las autoridades del país están maniatadas porque están en la obligación de demostrar que el dinero, casas o vehículos que investigan son fruto de un delito.

"En muchas investigaciones requerimos cooperación internacional y no tenemos respuesta. Nosotros tenemos que demostrarlo, en lugar de que el sospechoso tenga que aclarar de dónde obtuvo en dinero", añadió.

De los últimos casos condenados, Montoya recordó el de un vecino de Heredia que fue gravemente herido en su casa. Cuando la policía llegó, encontró cerca de un millón de dólares. Se demostró que se dedicaba a lavar dinero y actualmente descuenta una pena.

El experto dice que hay que hacer reformas a la ley para facilitar la condena de los sospechosos.

Montoya insiste en que la legitimación de capitales no se va a acabar ni en Costa Rica ni en el mundo, pues para ello deberían acabarse muchos otros delitos y la tendencia es que eso no pase.

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