¿Deben los Alvarado rodearse de personas de otros partidos?
Analistas y ex ministro dan su opinión
Tanto Fabricio Alvarado como Carlos Alvarado, afirmaron estar abiertos a escuchar propuestas y a rodearse de las mejores personas en un futuro gobierno, pero también han sido enfáticos en que no le están ofreciendo puestos a nadie en este momento.
Para analistas políticos y ex ministros, es ideal, en la coyuntura que se encuentra el país, que haya un acuerdo nacional que reúna a personas de diferentes partidos y grupos, independientemente de quien logre la presidencia.
"Es una buena oportunidad para que el país busque la manera de encontrar un acuerdo nacional con las mejores gentes de los mejores partidos", señaló el ex ministro de la Presidencia, Rolando Laclé, quien aclaró que ya está alejado de la política, pero que eso no le impide emitir su criterio.
Laclé vio con buenos ojos la adhesión de Mario Redondo a Fabricio Alvarado, pues considera que es una persona que debería ocupar un puesto en un futuro gobierno.
Sin embargo, aunque se habló de que Redondo sería el posible Ministro de la Presidencia, el aspirante aseguró que en este momento no está para ofrecer o entregar puestos a nadie.
Para el analista político Daniel Calvo, Fabricio Alvarado tiene una ventaja y es que no adquirió compromisos con nadie, por lo que se le facilitaría negociar con todas las fuerzas políticas.
"Fabricio hasta el domingo a las 8 de la noche le faltaba equipo, después de las 8 le sobra equipo. Jamás se imaginó que iba a llegar a esas instancias, no asumió compromisos y eso le da la posibilidad de amarrar fichas de los otros partidos", dijo Calvo, mencionando nombres como los de Max Umaña y Edna Camacho, los candidatos a vicepresidentes de Rodolfo Piza, que le podrían ayudar en Transportes y Hacienda, o Álvaro Ramos, quien apoyó a Juan Diego Castro, en Seguridad.
A inicios de semana la ex presidenta de la República, Laura Chinchilla, escribió en su twitter que los partidos perdedores de las elecciones deben analizar y reflexionar bien la decisión sobre el apoyo a uno u otro candidato.
"Los "pactos de cúpula" pueden no representar a muchos de sus electores. Prioridades: análisis introspectivo escuchando a las bases, y retomar el norte de sus plataformas programáticas", escribió la ex mandataria.
Los dirigentes de partidos perdedores deben actuar reflexivamente en sus políticas de alianzas.
Los "pactos de cúpula" pueden no representar a muchos de sus electores. Prioridades: análisis introspectivo escuchando a las bases, y retomar el norte de sus plataformas programáticas— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) 6 de febrero de 2018
Acuerdo entre ellos
Para el analista Gustavo Araya, tanto Fabricio Alvarado, como Carlos Alvarado tienen 3 caminos para esta campaña: el primero es generar alianzas con los partidos que ya están fuera de la contienda para "suprimir o llenar las falencias".
El segundo es acercarse entre ellos, ver posibilidad de alianzas y generar un acuerdo que permita que, independientemente del ganador, exista la posibilidad de una campaña basada en propuestas que permitan al país salir adelante.
Araya cree que este es el camino ideal, y que tanto Fabricio como Carlos pueden complementarse, aportando de un lado lo que le falta al otro y viceversa.
El tercero de los caminos es continuar hablando de los temas en los que se polarizó la campaña y que podrían convertir el resto de la campaña en una especie de "guerra santa" con la religión, matrimonio igualitario y demás siendo el centro de discusión.
"Al camino número 2 le veo sentido, pero ahorita tal como están las cosas, veo una estrategia muy clara: grupos apostando por el escenario uno, haciendo alianzas de cúpula, como lo mencionó doña Laura Chinchilla. Así habría un seguro ganador, que son los partidos perdedores", consideró el politólogo.
Hasta ahora, ambos candidatos reiteran que no están ofreciendo puestos a nadie en este momento.