Estas son las reformas “necesarias” que la CCSS plantea para mantener el régimen de pensiones IVM
Se eliminará gradualmente el retiro anticipado
(CRHoy.com) La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dio a conocer las principales medidas que se piensan aplicar para mantener estable el Régimen de Pensiones de Invalidez Vejez y Muerte (IVM).
Según el presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya, la principal necesidad de aplicar reformas a dicho régimen es el envejecimiento de la población así como la caída en la natalidad de forma drástica en Costa Rica, situación que provocaría usar las reservas del IVM para el 2030 y agotarlas para el 2037.
Tal y como lo explica Macaya, esta situación ha provocado que la población trabajadora disminuya considerablemente con el pasar de los años y que la cantidad de jubilados crezca con respecto a los contribuyentes.
De esta manera, se especificó que en el año 1970, por cada 32 personas trabajadoras, había 1 persona pensionada; sin embargo al llegar al 2019, por cada 6,9 personas trabajadoras había una persona jubilada.
Esto sería mucho peor para los años venideros, cuando para el 2030 el país contaría con 4,4 personas trabajadoras por cada persona pensionada.
Por esta razón y para poder ampliar la vida del régimen de pensiones IVM, se plantean las siguientes reformas:
- Eliminar gradualmente la pensión anticipada para el 2029.
- Cambios en la cuantía adicional para reducir incremento en el porcentaje de la pensión.
- Modificación en el cálculo del salario promedio de referencia.
Para la primer medida, se pretende mantener la edad de jubilación normal de 65 años. Sin embargo, la CCSS asegura la necesidad de cerrar gradualmente la pensión anticipada.
En este momento, la pensión anticipada permite a las mujeres jubilarse en una edad mínima 59 años y 11 meses; mientras que en los hombres es de 61 años y 11 meses.
Según Macaya, la posibilidad de la pensión anticipada no tuvo una fuente de financiamiento que garantizara su validez durante más tiempo y esto ha desgastado enormemente al IVM.
Es por esta razón que el proceso iniciaría en el 2025 y se reducirá año tras año hasta llegar a la eliminación de este beneficio de manera total para 2029.
Para la segunda medida, se modificaría el cálculo en la cuantía adicional; la cual se aplica cuando la persona no se jubila y sigue trabajando durante más tiempo del correspondido, aumentando el monto que recibirá al pensionarse.
En este momento, después de 20 años laborados o 240 cuotas, cada año adicional de trabajo agrega un 1% al salario de referencia que incrementa el cálculo de la pensión.
Por esto, en vez de ser 240, se propone que sean 300 cuotas para iniciar con el cálculo de la cuantía adicional. Ese sería el umbral para comenzar a añadir por año el 1% adicional para calcular el monto de la pensión.
Macaya aseguró que esta medida se tomó como acuerdo unánime en una mesa de diálogo social llevada a cabo en el 2017 y en donde participaron los representantes de todas las organizaciones, empresas y entidades nacionales.
La tercera medida recae en la modificación del cálculo en el salario de referencia, con el cual se fija el salario para obtener porcentaje que define el monto de la pensión.
En la actualidad, se toman en cuenta los últimos 20 años de contribución al IVM y se utiliza ese promedio para determinar el salario de referencia al cual se le aplica la tasa de reposición de salario.
Sin embargo, la propuesta radica en que no sean 20 años o 250 cuotas, si no que sean las 300 cuotas más altas que la persona ha cotizado durante su vida laboral; equivalentes a 25 años.
La CCSS fue enfática en que estas medidas siguen en discusión por parte de la junta directiva de la institución y esperan que se logren votar y así establecer, antes de finalizar el 2021.
"Es importante y necesario hacer estas modificaciones para garantizar una pensión para nuestros hijos y nietos. Las medidas son fundamentales para llevar la sostenibilidad del sistema de pensiones al menos hasta el 2050" señaló Román Macaya.
