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Esto es lo que realmente dicen las Guías de Sexualidad del MEP

Por Agencia | 9 de Feb. 2018 | 10:18 am

Imagen únicamente con fines ilustrativos (Daniela Abarca).

Los nuevos programas de “Educación para la Afectividad y Sexualidad Integral” del Ministerio de Educación Pública han desatado la polémica y dividido criterios en varias zonas del país. Pero, ¿sabe usted lo que dicen?

Estos contenidos se basan tanto en la Política Curricular en el marco de la visión “Educar para una Nueva Ciudadanía”, como en la “Política de Educación para la Afectividad y Sexualidad integral”. Además cuentan con aportes del Ministerio de Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Dirección de Vida Estudiantil, Dirección de Desarrollo Curricular y docentes de Psicología.

Este plan de estudios no nació de la noche a la mañana, sino que es el reflejo de un proceso que tomó cerca de 30 años y da una respuesta humanista sobre el tema de la sexualidad, basada en vínculos, valores, madurez emocional y respeto, sin embargo, este no ha estado exento de detractores que siguen viéndolo desde una perspectiva negativa, precisamente por el desconocimiento.

¿Qué dice el programa?

El concepto de sexualidad es entendido y desarrollado como “una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano: basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción”.

El objetivo del MEP es que los estudiantes comprendan que sin importar su sexo, identidad sexual, identidad de género, orientación sexual, etnia, discapacidad, edad, capacidades y necesidades específicas, los seres humanos son personas sexuadas, por lo tanto tienen derecho a vivir su sexualidad desde las particularidades individuales y en el contexto social y cultural propio de cada persona.

En temas de género, el MEP trabajará en que los estudiantes sean conscientes de la diversidad de identidades y experiencias de género que existen, las cuales tienen derecho a vivir plenamente, con igualdad y equidad, su sexualidad libre de violencia y discriminación.

“Se busca trascender los binomios hombre-mujer y masculinofemenino, para abordar más bien la diversidad de las vivencias y las expresiones de la afectividad y la sexualidad, todas ellas legítimas y respetables, siendo todas las personas sujetas de derechos y responsabilidades”, señala el documento.

En cuanto a derechos sexuales y derechos reproductivos, el MEP pretende el fortalecimiento de una sexualidad segura, informada, corresponsable y sin discriminación. Además incluye la defensa, promoción y exigibilidad del cumplimiento de los derechos sexuales y los derechos reproductivos.

Por último, con respecto a cultura, poder y violencia se enfatizará en la promoción de cambios culturales orientados al desarrollo de relaciones igualitarias, respetuosas y libres de abusos, así como a la prevención y erradicación de toda forma de violencia.

¿Qué NO dicen las guías?

NO promueven la homosexualidad:

Si bien los programas abordan temáticas relacionadas a la diversidad sexual, en ningún momento se habla de imponer en los estudiantes intereses, gustos, preferencias, ideologías ni estilos de vida.

“Este enfoque reconoce que en los seres humanos existe diversidad de cuerpos, deseos, emociones e identidades. Esto significa también reconocer que no es legítimo que algunas personas puedan gozar de sus derechos y otras no, ni tampoco es legítimo que algunas personas sean consideradas como “diferentes a la mayoría”, y mucho menos que por su condición sean excluidas y discriminadas”, indica el programa.

Incluso referente a temas de homosexualidad, únicamente se menciona en cuatro ocasiones y en todos los casos abordados desde una perspectiva positiva y científica.

NO fomentan las relaciones sexuales tempranas:

Otra de las críticas principales de la asignatura es que al abordar estos temas se despierta el interés sexual de los jóvenes y se promueven las relaciones sexuales a temprana edad.

“Hay un mito de que cuando hablamos de sexualidad promovemos la relaciones sexuales tempranas, al contrario cuando existe una educación adecuada se propicia que ellos puedan entender cuando algo no está bien y puedan evitar los riesgos que existen por relaciones impropias, embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual”, añadió Mora.

Es falso que durante las clases se incite a los estudiantes a tocarse:

La metodología propuesta por el MEP permitiría aprovechar las preguntas o vivencias de los jóvenes y a partir de eso puedan reconocer, identificar y reflexionar sobre distintos escenarios en los cuales deben tomar decisiones y reducir riesgos, no obstante en ninguna de las clases los docentes pedirán a los niños ni jóvenes tocamientos, acercamientos o conductas inadecuadas en el salón de clases o en los hogares.

NO impone la ideología de género:

Tanto la Iglesia Católica como grupos conservadores, diputados y padres de familia han denunciado que los planes del MEP buscan imponer la llamada “ideología de género”, con el propósito de adoctrinar bajo esta línea de pensamiento a los estudiantes.

“La educación para la afectividad y sexualidad parte de un enfoque de derechos humanos que no pretende de ninguna forma adoctrinar o imponer una visión de mundo. Los padres, madres o representantes que consideren que los contenidos de los nuevos programas son contrarios a sus creencias, de acuerdo con lo señalado por la Sala Constitucional, pueden solicitar al centro educativo que se les dispense de recibir esta asignatura”.

NO promueven el aborto:

El objetivo del MEP con las clases de educación sexual no es suscitar a las estudiantes al aborto sino poner un alto a la problemática del embarazo adolescente. Según datos del MEP, en Costa Rica, desde hace 45 años, más del 18% de los embarazos corresponden a madres adolescentes. Y en la mayoría de los casos, el padre no es un joven de su edad, sino un adulto al menos diez años mayor que ella.

La ministra pidió a los costarricenses no cerrar los ojos ante estas problemáticas sociales que han sido invisibilizadas durante años.

Además el MEP aseguró que el Estado está obligado a garantizar el derecho efectivo de sus estudiantes a una educación para la afectividad y sexualidad que sea integral, que forme para la vivencia del amor y sus diversas expresiones.

“Una educación inclusiva, científica, actualizada, contextualizada, y que permita a los estudiantes desarrollar conocimientos, actitudes y habilidades para una vivencia plena y responsable de su sexualidad, sin ignorar de ninguna manera los deberes que este ejercicio conlleva”, enfatizó Mora.

De igual forma recalcó que las familias cumplen un papel fundamental dentro de la sociedad, por lo que la labor del sistema educativo será complementaria y nunca sustitutiva de la formación que se brinda en los hogares.

Las asignaturas por año

Primaria:

Primer Grado: Los estudiantes aprenden a conocer su cuerpo y cómo cuidarlo por medio de la higiene, una sana alimentación y el ejercicio.

Segundo Grado: Reconocen la importancia de mantener relaciones respetuosas con personas de distintas edades.

Tercer Grado: Se les enseña a evitar conductas violentas.

Cuarto Grado: Conocen los sistemas del cuerpo humano y cómo mantenerse saludable.

Quinto Grado: Estudian los cambios que ocurren en el cuerpo al pasar a la adolescencia.

Sexto Grado: Reconocen procesos fisiológicos relacionados con la reproducción humana.

Secundaria:

Sétimo Grado: Aprenden a convivir con la diversidad de manera respetuosa.

Octavo Grado: Reconocen sus derechos sexuales y reproductivos.

Noveno Grado: Se fomenta la toma de decisiones informadas para una vivencia plena de la sexualidad.

Décimo Grado: Se imparte una asignatura específica, en la que los estudiantes expresan sus inquietudes y vivencias.

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