Estudio: Residencia y condiciones económicas podrían influir en desarrollo de cáncer
Lugares con mayor desarrollo tienen menos letalidad que sectores predomina la pobreza
(CRHoy.com) La zona de residencia y las condiciones económicas podrían tener una repercusión en el desarrollo de algunos tipos de cáncer.
A esa conclusión llega una serie de estudios hechos en la Universidad de Costa Rica (UCR) sobre las expectativas de tener una larga vida sin padecer enfermedades que pueden ser letales, según el lugar donde usted viva o su condición socioeconómica.
El trabajo fue realizado entre el 2011 y el 2019, por un grupo interdisciplinar conformado por Romain Fantin, del Centro Centroamericano de Población (CCP); Carolina Santamaría Ulloa, funcionaria de la sección de Genética Humana del Instituto de Investigaciones en Salud (Inisa); Cristina Barboza Solís, epidemióloga y docente de la Facultad de Odontología de la UCR, y Cyrille Delpierre, investigador asociado externo del Centro de Epidemiología de Investigación en Salud de las Poblaciones (Cerpop) en Francia.
Según esas investigaciones el diagnóstico y la muerte por cáncer en general (y para la mayoría de los lugares del cuerpo donde surge el tumor) se da en zonas urbanas, que también poseen en promedio más ingresos socioeconómicos.
De acuerdo con la epidemióloga Cristina Barboza Solís, los tumores malignos de mama, próstata, colon y tiroides son más comunes de detectar entre los cantones con mayor desarrollo económico. Específicamente en los dos primeros, al existir el tamizaje, esto facilita su detección temprana y, por lo tanto, reduce la letalidad en estas zonas específicas.

Foto: UCR
Explicó que en términos generales, el vivir en cantones de alto desarrollo económico parece ser un diferencial importante a la hora de saber cuántas posibilidades de supervivencia tiene una persona diagnosticada con cáncer.
De acuerdo con la investigadora, el análisis interdisciplinario demostró que en este tipo de lugares la letalidad por esta enfermedad es más baja que en lugares donde predomina la pobreza, posiblemente debido al acceso a un diagnóstico temprano y oportuno.
"Si es por regiones rurales o urbanas, también hay diferencias entre los diferentes tipos de cáncer. Por ejemplo, una posible mayor exposición al sol y el eventual poco de uso de protector solar produce más casos de cáncer de piel en zonas rurales. En cambio, los tumores malignos de cérvix, útero y pulmón son más frecuentes en zonas urbanas.
En el caso de las defunciones por zonas urbanas o rurales, el cáncer gástrico es más representativo en el campo (aunque se detectan casos por igual que en la ciudad), mientras que la letalidad del cáncer de pulmón y de mama es mayor en las áreas citadinas", explicó.
Zonas rurales y mixtas presentan menos morbilidad
Los análisis demuestran que la gente que vive en el campo o en sitios donde se combinan realidades urbanas y rurales tiene una vida más sana. La razón: sus pobladores parecen haber adquirido mejores hábitos saludables que sus contrapartes de las ciudades, como una mejor alimentación o ejercicio físico. La misma explicación aplica para la buena salud que tienen los sectores indígenas en contraposición con los no indígenas.
"Si se trata de algunos factores asociados al cáncer y sectores socioeconómicos, los lugares con mayores recursos tienden a consumir más alcohol que en las zonas más empobrecidas. El fenómeno del fumado, en cambio, ha ido mutando, ya que en el pasado era una práctica más común en zonas adineradas del país, pero recientemente se ha desplazado a lugares con mayores índices de pobreza, lo que explica que no haya diferencias en la mortalidad por cáncer pulmonar, pero sí en su diagnóstico, que está siendo más común en estos segundos territorios", apunta la investigación.
Para los investigadores, el aumento evidenciado en la letalidad por cáncer, una vez que ya fue diagnosticado en cantones más pobres podría sugerir que los servicios de salud públicos provistos por la Caja Costarricense de Seguro Social no están siendo lo suficientemente efectivos a la hora de prevenir, diagnosticar precozmente y tratar oportunamente los tumores malignos, un factor que incide en la letalidad de esta enfermedad.