Logo

Exempleado de INBioparque: “toda la inversión quedó al garete”

Sin adecuado mantenimiento instalaciones se podrían deteriorar

Por Pablo Rojas | 22 de Abr. 2017 | 12:03 am

Álvaro Montero siente una estocada en el pecho cada vez que recuerda que el INBioparque está cerrado.

No es para menos. Dedicó 8 años de su vida a trabajar ahí y este técnico forestal puso gran parte de su esfuerzo en la construcción de los distintos ecosistemas del parque.

Desde diciembre de 2015, el lugar cerró por falta de recursos,pese a que en abril de 2014 el Estado desembolsó 1.500 millones de colones (de un total de 7 mil millones) por la compra de los terrenos en Santo Domingo de Heredia. Justo ahí, entre pecho y espalda, vuelven los recuerdos del arduo trabajo desplegado entre 1997 y 2005.

"Lo que siento es una gran decepción. Cuando empezó, el INBioparque era un punto de partida de la bio-alfabetización. El plan era que todas las instituciones o personas que quisieran aprender de la naturaleza tuvieran en un lugar todo a la mano", expresó Montero.

Para desarrollar los ecosistemas del parque, los funcionarios visitaron distintas zonas boscosas del país donde extrajeron plantas y especies, bajo la vigilancia del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).

"Por ejemplo, la zona de bosque seco tenía colecciones del Parque Nacional Palo Verde. Para eso tuvimos que mejorar el suelo y cambiarle las condiciones", apuntó Montero.

¿Para perderse?

Montero señala los posibles efectos negativos que tendría un cierre prolongado. Pese a que el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) tiene 2 empleados en el sitio, el mantenimiento debe ser riguroso.

"Algunas plantas que están ahí son agresivas. Ocuparán su espacio y por sí solas buscan sobresalir. Si no le dan mantenimiento adecuado y controlado, llegaría a deteriorarse. Muchas se perderían", expuso el exfuncionario.

Montero está tan preocupado que ofrecer su conocimiento y colaboración ad honorem para evitar que se pierda lo que tanto costó constituir.

"Tengo sentimientos encontrados. Hay decepción y rabia. Todos los recursos que se dejaron al garete. Se perdió. La idea era dejarlo para futuras generaciones por tanto que costó", indicó Montero.

Los terrenos adquiridos por el Estado rondan las 5.5 hectáreas.  La Fundación INBio, propietaria del inmueble, optó por vender ante una complicada situación económica por una sensible reducción de la cooperación internacional.

El INBioparque abrió sus puertas en el año 2000. Sin embargo, su construcción y adaptación inició varios años antes.

Para Álvaro, el Estado debe definir el futuro del parque.

Entre las opciones está un convenio con una universidad estatal para que, por medio de una fundación, reabran el parque o lanzar un cartel de licitación para que un tercero lo abra y lo administre.

Comentarios
9 comentarios