Logo

Expertos advirtieron fallas en barco que el SINAC compró en ₡500 millones y nunca pudo usar

Por Carlos Castro y Álvaro Sánchez | 1 de Dic. 2025 | 12:24 am

Una evaluación elaborada por funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) reveló que el barco que compró la entidad para la vigilancia en Isla del Coco, que costó 500 millones de colones y que nunca se pudo usar, tenía grietas, propelas con fallas de funcionamiento y problemas en el panel del piloto automático, entre otros defectos relevantes.

El informe sobre el estado del navío, llamado El Guardián de la Isla del Coco y comprado en el 2019, lo elaboraron los funcionarios Maikeel Pérez Montero y Esteban Herrera Herrera. Ellos advirtieron sobre los daños detectados y el riesgo de utilizar el barco en esas condiciones, por lo que permanece fuera de servicio desde su adquisición.

En ese momento realizaron pruebas junto a la empresa proveedora Lutz y un representante de la firma holandesa fabricante. Aunque la evaluación inicial se programó para el 27 de enero de 2022, se les notificó —cuando ya estaban en ruta hacia Golfito— que se había suspendido por imprevistos de última hora.

Aun así, continuaron hasta el puerto para efectuar un monitoreo en la marina Bahía Golfito. Luego ingresaron al barco para una inspección general y hallaron fallas básicas como baterías descargadas y perkos —herramientas de soporte— mal colocados.

El reporte indicó que las propelas no tenían ánodos de zinc, pese a que la empresa aseguró haberlos instalado el 20 de diciembre de 2021. Por esa razón, estos duraron poco más de un mes. Además, el equipo técnico anotó más grietas en la defensa del barco, a pesar de las reparaciones previas.

Una vez autorizada la evaluación profunda y las pruebas en el mar, detectaron fallos adicionales a los encontrados el día anterior.

"A las 8:00 se llenan tanques de combustible y agua y se sale a bahía para comprobar que la embarcación se encuentre en buen estado, tras varios intentos no se logra que el barco planee, además observamos que en pantalla no sé está marcando adecuadamente la inclinación de propelas, también de nuevo sale el error de piloto automático, el cual se suponía había sido reparado por la empresa, por tanto, se regresa a muelle, se asegura el barco, se envía correo indicado con lo hallado".

En una tercera intervención detectaron un grave deterioro en el sistema de propulsión e identificaron "fatiga en el metal por la acción de la electrolisis producida por la falta de ánodos de zinc durante los periodos en que el barco no ha contado con los mismos".

Los expertos del Sinac explicaron que estos daños no se relacionaban con los reportados por el caso del casco sucio.

Daños y repuestos improvisados

Pérez y Herrera añadieron que, cuando iban a cargar combustible para dejar el barco lleno, el representante de Lutz les informó que el sistema de propulsión no funcionaba por un daño eléctrico. La empresa intentaba conseguir el repuesto en la frontera con Panamá, por lo que no realizaron más pruebas ese día.

"Los representantes de Lutz realizan la instalación de un repuesto, el cual vemos es muy diferente al original que han sacado del barco por lo que se considera prudente por nuestra parte que en el futuro sea instalado el repuesto original, los funcionarios de Lutz trabajan hasta lograr terminar la reparación a las 14:20 horas aproximadamente, luego se lleva la embarcación a cargar los tanques de combustibles, ya el taque de agua había sido previamente llenado".

Finalmente, lograron llevar el barco al agua para una prueba con dos personeros de Lutz, dos de Sinac y dos de Guardacostas, quienes operaron el navío.

En las primeras planeaciones hacia Cabo de Punta Matapalo —simulación de una salida hacia la Isla del Coco desde Puerto Golfito— alcanzó la velocidad máxima solicitada de 30 millas por hora, por lo que regresaron al muelle.

No obstante, la segunda prueba consistía en mantener un rumbo fijo durante cinco minutos y alcanzar el planeo de 20 nudos, pero el barco nunca superó los 11 nudos por hora.

"En ese momento el capitán Matthajis Van Deer Leek cambia de rumbo saliéndose del rumbo establecido de 207°, por lo que de manera siempre respetuosa que se le dice que debe mantener el rumbo fijo según se estipulo en el itinerario de pruebas.

En ese momento los representantes de Lutz al ver que no pueden alcanzar la velocidad y que no pueden cambiar el rumbo indican que desean regresar a muelle y dan por terminada la prueba, antes de sacar el agua de los recipientes se les vuelve a preguntar si están seguros de terminar la prueba sin hacer todas las pruebas faltante, e indican que desean terminar y que se saque el agua de los tanques para regresar a el muelle, y piden que se vacíen los tanques de agua y regresar a la marina Bahía Golfito", dice el documento.

video-0-o6cgl7

Estas son las especificaciones técnicas con las que se presentó la embarcación:

  • Windmill 14 marca Alunautic
  • Longitud total: 14 m
  • Anchura total: 4,25 m
  • Peso ligero (sin combustible ni personas): 8 toneladas
  • Capacidad de carga: 2,5 toneladas
  • Velocidad máxima: 40 nudos y velocidad crucero de 35 nudos
  • Distancia: 400 a 700 millas
  • Capacidad: 7 personas

Barco no cumplía requisitos del cartel

CR Hoy reveló que esta embarcación se puesta en muelle en el 2021, se compró sin cumplir los requisitos técnicos establecidos en el cartel licitatorio.

Un oficio firmado por el comandante Adrián Delgado, jefe de Mantenimiento del Servicio Nacional de Guardacostas, confirma que existieron advertencias sobre los incumplimientos. Aun así, la compra siguió en firme.

Actualmente, el barco continúa sin operar por fallas mecánicas y por pruebas que no demostraron las condiciones mínimas para patrullar la Isla del Coco en labores contra el narcotráfico.

El funcionario cuestionó varios aspectos, pero destacó dos puntos clave que el barco Alunautic, modelo Windmill 14 —vendido por Lutz Hermanos— no cumplía:

Para patrullaje contra narcotráfico necesitaba capacidad mínima para seis pasajeros y solo ofrece espacio para cinco.

Su capacidad de carga es de 1.080 kilogramos, cuando el cartel exigía 2.500 kilogramos.

La administración, según documentos del Sistema Integrado de Compras Públicas (SICOP), ejecutó la garantía de cumplimiento el 25 de mayo de 2023 por $42.468 (unos ₡21 millones) debido a los incumplimientos.

El barco sigue sin uso, aunque Sinac lo recibió formalmente. Tras varias pruebas —incluidas en el SICOP— el bote no alcanzó las especificaciones técnicas requeridas, situación que la empresa objetó.

"Según los requerimientos técnicos solicitados en el cartel el rol principal de la embarcación que es el de patrullaje queda limitado a que la embarcación lleve ¾ de su capacidad de combustible, 5 personas a bordo, una capacidad de 100 kilogramos de carga y la mitad de la capacidad de agua.

En los requerimientos operativos se indica que la embarcación deberá tener la capacidad para llevar a bordo de 6 a 10 persona indiferentemente del rol para el cual será utilizada, de acuerdo a lo anterior dicho bote no podría realizar patrullajes con la capacidad requerida en el cartel, mismo especificado con un mínimo de 6 personas", advirtió Delgado en el oficio MSP-DM-DVFP-DSNG-DO-SMANT-231-2021.

Comentarios
0 comentarios