Fiestas locas colegiales se reinventan con más licor y drogas
La edad en la que los menores participan es más temprana
Las fiestas locas de colegiales se reinventaron. Ahora no solo se hacen a fin de año y con estudiantes de 11° o 12°, sino que ahora incluyen a los más jóvenes, de 7°, 8° y hasta a niños de los últimos años de escuela.
Luis Emilio Paniagua, vocero del Colegio de Orientadores, advirtió que lo más preocupante es que muchos adultos participan como organizadores, mientras los padres de familia ignoran la realidad.
Estas fiestas además no son solo un foco de consumo de licor sin medida, sino que abre la puerta para que los menores prueben otras drogas peligrosas, como las sintéticas que están en auge.
Aumenta riesgo
Paniagua comentó que a pesar de que las fiestas se realizan desde hace tiempo, su evolución es preocupante, pues las conductas de riesgo empiezan a edades más tempranas.
"Se les llaman de varias maneras: "after party" o "fiesta semáforo", por ejemplo, pero tienen en común que son actividades con mucho licor y acceso a otras drogas. La edad y la manera en la que se organizan, han ido cambiando", comentó el vocero.
El cambio es evidente desde el 2015, según el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD).
Guillermo Araya, director del ICD, comentó: "A los narcotraficantes les interesa un público cada vez más joven y si no actuamos todos en conjunto, muy pronto sus tentáculos podrían llegar a las escuelas".
¿Cómo atraen a los menores? Las redes sociales, centros comerciales, parques, cualquier vía es utilizada por los organizadores para invitar a los jóvenes a estas fiestas en donde pueden encontrar licor, drogas y sexo.
"Para lograr mucha asistencia los narcotraficantes contratan colegiales, universitarios y desgraciadamente, hasta algunos padres de familia que reclutan participantes, se trata del crimen organizado", agregó Araya.
¿Cómo enfrentarlo?
Para los orientadores, es necesario que padres y madres, mejoren la comunicación con sus hijos. Además, deben invitarlos a unirse a esta lucha contra las fiestas que ponen en riesgo a menores de edad. Es importante que los jóvenes se involucren en actividades acordes con estilos de vida saludables que les permitan divertirse, recrearse, socializar.
Una encuesta nacional sobre tráfico de drogas en educación secundaria 2015, indica que para el 41% de los muchachos es muy fácil conseguir drogas. La más fácil es el alcohol (71%), seguido del tabaco (61%).

