Fiscalía pidió prisión preventiva contra 23 sospechosos de conformar el Cártel del Caribe Sur
La audiencia de medidas cautelares contra 24 detenidos durante la operación Traición, que permitió desarticular al Cártel del Caribe Sur —la primera organización criminal costarricense catalogada como cártel—, finalizó el lunes, y ahora los imputados aguardan la resolución que determinará cuáles restricciones se les impondrán.
La Fiscalía Adjunta Especializada en Contra de la Delincuencia Organizada (FAEDO), a cargo del trámite legal del caso, solicitó un año de prisión preventiva contra 23 personas, entre ellas Anitta McDonald Rodríguez, exdirectiva del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
Ella era la suegra de Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, máximo cabecilla del cártel, y también la hermana de Estefanía McDonald Rodríguez, esposa del sujeto, quien es investigada por legitimación de capitales y permanece en fuga.
Anitta habría asumido el mando de la estructura desde hace algunos meses, cuando Jordie Kevin Picado Grijalba, alias Noni, hermano de Shock y sublíder del grupo, cayó detenido para someterse a un proceso de extradición hacia Estados Unidos, pendiente de resolución.
Gaudy Cortés Madrigal, esposa de Noni, también afronta la petición de prisión preventiva. En la lista de arrestados que aguardan la resolución figuran personas de apellidos Mora García, Méndez Nájera, Aguilar Arguedas, Muñoz Ewers, Siu McKenzie, Anthony y Chavarría Obando.
Se suman otros de apellidos Rivera Salazar, Peña Rodríguez, Alvarado Calero, Chacón Matarrita, Díaz Arrieta, Rodríguez Morales, Guzmán Duarte, Suárez Herrera, Presida Grijalba, Enrique Ordoñez, Quesada Pita, López Argüello, Ampie Carmona, Ramos Sánchez y Ramos Loría.
Contra un funcionario actual de Incopesca de nombre Greymer Ramos Loría, la Fiscalía solicitó la suspensión del cargo durante un año, aunque la institución donde labora determinó apartarlo únicamente por dos meses.
El funcionario figura en el expediente judicial como colaborador activo del grupo criminal. Su función era asesorar en trámites gubernamentales y agilizar gestiones relacionadas con embarcaciones inscritas a nombre de distintos miembros del cártel.
En el expediente aparece como jefe de Combustibles de la oficina de Limón; sin embargo, la institución sostiene que Ramos Loría ocupa otro puesto actualmente. El ente gubernamental confirmó que, además se le abrió un proceso administrativo interno para determinar si cometió alguna irregularidad en sus funciones.
Los dos líderes principales del Cártel del Caribe Sur permanecen en prisión. Noni está recluido en la cárcel La Reforma.
Recientemente, el Tribunal Penal de Pavas ordenó extender su detención provisional de forma indefinida mientras un juez costarricense avala su entrega a la Corte del Distrito Este de Texas, donde es requerido por narcotráfico.
Esa misma autoridad solicitó la extradición de Shock, quien permanece detenido en Londres, Inglaterra, por la misma causa, luego de ser seguido por la Administración de Control de Drogas (DEA) en coordinación con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Primer cártel en Costa Rica
El Cártel del Caribe Sur era la poderosa organización que controlaba gran parte de la importación de cocaína y marihuana al país, para exportarla y proveer a otros grupos delictivos a nivel interno.
Esta agrupación era comandada por los hermanos Picado Grijalba, ambos sometidos a procesos de extradición hacia Texas, Estados Unidos. Shock, el mayor, fue capturado en Londres y permanece ahí mientras se dicta una resolución.
Con el megaoperativo, que incluyó 64 allanamientos y la participación de 1.200 agentes, el OIJ espera desmantelar a la organización.
La poderosa coalición tenía líneas de exportación hacia Europa y Estados Unidos y era el principal grupo que disputaba el control de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), en Limón, para el envío de cargamentos ilícitos.
Shock y Noni, a su vez, habrían logrado vincularse con Tony Alexander Peña Russell, alias La T, jefe de una banda de sicarios que operaba en el sur del centro de Limón como brazo armado de la organización.
Según autoridades estadounidenses, Shock estaría enviando cocaína desde hace al menos 12 años y enfrenta cargos por tráfico internacional de drogas y asociación ilícita. Su hermano Noni afronta una acusación similar, al ser considerado uno de sus principales aliados.
Jordie Kevin fue capturado a finales de agosto para someterlo a otro proceso de extradición, convirtiéndose en el quinto costarricense detenido con ese fin. La dirección del OIJ reveló que, tras la detención de su hermano en Europa, él asumió el mando de la organización.































