Formación docente: ingrediente clave en receta para enfrentar crisis educativa
Mejorar capacidades de profesores recién graduados y sus habilidades en conectividad es necesario en contexto actual
(CRHoy.com).— La mejora en la formación inicial de los docentes es uno de los ingredientes clave en la receta para que el país enfrente la crisis que vive la educación pública.
Esa es una de las propuestas que el Consejo Nacional de Rectores (Conare) hizo a las autoridades para que las universidades ayuden al Ministerio de Educación Pública (MEP) a caminar con mayor certeza a través de las tinieblas que genera el "apagón" de la educación, debido al impacto de la pandemia del COVID-19.
Francisco González, presidente del Conare, sugirió, además, una revisión del perfil de formación y contratación del profesorado y conocer quiénes son las personas que estudian educación, sus motivaciones y su vínculo real con la realidad educativa.
El rector de la Universidad Nacional (UNA) planteó que hay otros ejes de la enseñanza de la educación que se deben revisar, como las condiciones en que ocurre el aprendizaje y sus desigualdades; el modelo de gestión y las métricas que se utilizan para medir los resultados.
También mencionó la necesidad de realizar una inversión sostenible en educación y acudir al uso de la tecnología para mejorar la enseñanza y las competencias de los estudiantes, para facilitar su incursión futura en el mercado laboral.
Las propuestas las mencionó el presidente del Conare durante un foro que organizó el Programa Estado de la Nación para analizar los resultados del Informe Estado de la Educación, que reveló graves falencias en el sistema educativo público que empeoraron a partir de la pandemia.
Gestión por resultados en el MEP
En el mismo foro, la ministra de Educación Pública, Gisselle Cruz, indicó que para atajar futuras consecuencias del "apagón" que sufre la educación pública, el MEP prepara indicadores que servirían para medir la eficiencia del sistema, que se acompañarían con acciones concretas como la nivelación de aprendizajes, la recuperación pedagógica y la innovación en el sistema educativo.
Cruz también propuso medidas como el fortalecimiento de la educación combinada y la potenciación de herramientas tecnológicas para enfrentar el gris panorama de la educación.
Como posibles soluciones al problema, el dirigente gremial Gilberth Díaz, presidente del Sindicato de Trabajadoras de la Educación Costarricense (SEC), sugirió la búsqueda de un acuerdo nacional sobre aspectos como la capacitación docente, mejoras en la conectividad de los estudiantes, y con un presupuesto que no sufra de recortes de importancia, como el del 2022.
En esa misma dirección apuntó Olga Sauma, directora ejecutiva de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED). Para ella, es necesario un acuerdo nacional en el que el sector empresarial colabore a que el país goce de un sistema educativo más flexible, fortalecido y que se maneje por gestión por resultados.
El apoyo al profesorado para que desarrolle mejores competencias digitales es otra de las ideas que los participantes en el foro pusieron en la lista de acciones prioritarias que se deben ejecutar para impedir una crisis aún más profunda en la educación pública costarricense.
El sistema educativo costarricense se encuentra en su peor crisis en décadas por los rezagos que se han acumulado históricamente, huelgas, el impacto de la pandemia y la rigidez institucional.
De acuerdo con el último informe Estado de la Educación, hay problemas de fondo detrás de esa crisis de amplias proporciones, tales como:
- Escasas habilidades de los estudiantes de como la comprensión de lectura.
- Mala resolución de problemas de Español y Matemáticas.
- Baja calidad de la formación inicial del personal docente.
- Deficiencias en infraestructura, entre otras.