Iván Barrantes destapa pecados de Restauración: “Había un conflicto interno”
Exceso de controles y división interna formaron parte de la "bomba molotov" que afectó a la agrupación

Iván Barrantes (derecha) diseñó la campaña del PAC que llevó a la Presidencia de la República a Luis Guillermo Solís.
Cuatro días habían pasado desde que el Partido Restauración Nacional había dado su golpe más certero en unas elecciones nacionales. Era un jueves 8 de febrero y mientras Fabricio Alvarado retomaba su agenda política, el estratega que llevó a la Presidencia de la República a Luis Guillermo Solís, Iván Barrantes, recibía una llamada del comando de campaña del partido del sol para que les hiciera un diagnóstico y propusiera cómo ganar la segunda ronda electoral.
El diagnóstico no gustó en las tiendas azul y amarillas. Es como si Jicaral ganara la final y se convirtiera al día siguiente en un equipo de primera división sin las herramientas y la capacidad para mantenerse en ella: En organización, en estrategia, en todo, había que comenzar de cero. Eran necesarias contrataciones, apoyos, habían ganado la primera vuelta sin estar estructurados… en resumen, era como montar una empresa desde cero.
Así resume ahora Iván Barrantes la situación que se encontró al llegar al partido, contactado por dos personas con las cuales tuvo comunicación: Fabricio Alvarado y el novel jefe de campaña Juan Carlos Campos:
Había que mejorarlo todo... las campañas son empresas porque manejan una cantidad fuerte de recursos, requiere de una estructura donde los criterios de eficiencia son primordiales", reafirmó el estratega antes de confirmar lo que hoy parece ser un secreto a voces: "el tema económico no era un problema porque había recursos, el problema es que a lo interno había un conflicto que hacía que lo económico no fluyera.
El diagnóstico de Barrantes no pasó más allá de eso. Las conclusiones no fueron del agrado del comando de campaña que prefirió mantener su esquema de trabajo – de partido pequeño– como lo hicieron para la primera ronda. Barrantes volvió a su empresa dos semanas después y en abril el fracaso en las mesas fue mayúsculo.
¿Boicot?
Los acontecimientos de la última semana en donde empresas como One Sports Costa Rica de Juan Carlos Campos, Crescendo Mercadeo del productor Luis Alonso Naranjo y Opol Consultores, que reclaman facturas millonarias al partido, han venido a poner en evidencia la división interna que existía entre el comando de campaña y el Comité Ejecutivo durante el proceso electoral, especialmente después del 4 de febrero.
Hoy, allegados a la campaña de Alvarado levantan el dedo acusador contra el presidente del partido, Carlos Avendaño, contra quien usan palabras tan fuertes como "boicot".
Dineros que no se giraban a tiempo, negociaciones que no llegaban a buen término por falta de una firma, contratos verbales que no se oficializaban y la imposibilidad de acreditar a todos los fiscales ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) forman parte de la lista de señalamientos.
Una fuente consultada por CRHoy que se unió para la segunda ronda electoral al comando de campaña, pero prefirió hablar "en off" mencionó por ejemplo discrepancias fuertes por la necesidad de contratar mayor presencia en medios de comunicación.
De hecho el PAC terminó gastando un 178% más en propaganda electoral que Restauración Nacional. Los de gobierno sumaron ₡1.289 millones, contra apenas ₡462 millones del partido del sol, según los reportes de ambos partidos al TSE.
Todo ello, aunado a una mayor presencia de políticos de otros partidos, especialmente Liberación Nacional y la Unidad Socialcristiana, terminó de acrecentar las desconfianzas de un sector de la agrupación.
Consultado al respecto, Avendaño confirmó en entrevista a este medio que en efecto muchas veces no se accedió a los requerimientos de gastos que efectuaba el comando especialmente en publicidad, pero que a pesar de ello, la relación fue "normal".
Sin embargo descartó que haya participado en un boicot contra Alvarado pues desde el Comité Ejecutivo se trabajó siempre en tratar de cumplir los requerimientos del comando de campaña.

Molotov
De acuerdo con Barrantes, hubo una combinación de factores que terminaron por convertir al partido en una bomba Molotov.
En primer lugar se encuentra el exceso de controles que debía aplicar el partido debido al "delirio de persecución" que existe en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
"El Tribunal hila demasiado delgado. Es un problema no de Restauración sino del sistema, porque si usted es proveedor y da un servicio durante la campaña entra en un ritmo de juego depredador de si está el contrato, la documentación, la naturaleza del negociación, y aunque el proveedor de el servicio y ofrezca testigos, las facturas, el monto y todo el mundo vio el evento, si al final no hay contrato queda guindando y ahí se va el pleito a lo civil… lo mismo le va a pasar no al partido, sino a Avendaño: van a irse a la vía Civil y luego a lo penal", dijo el experto.
En este aspecto el comando de campaña de Restauración Nacional y en especial Juan Carlos Campos "pecó de ingenuo", afirmó, pues ante esta situación y en un momento en que el flujo de recursos financieros no era el que se necesitaban existían dos opciones: no hacer nada, o pedir prestado o fiado y "jugársela". "Creo que pasó la opción dos", añadió.
El segundo aspecto fue el relacionado con la organización y el conflicto interno. Había un comando de campaña que no tenía las suficientes potestades para tomar decisiones y muy dependiente del Comité, sin adecuada organización electoral.
Hay que tener la capacidad y la chequera y Restauración no tenía ninguna de las dos, entonces que pasó?, Quedaron el 80% de las mesas descubiertas, sin chequera y dependiendo de un no o un sí del partido y si a eso le sumamos la división que había entre Avendaño y el comando de campaña, esto termina de convertir la bomba molotov".
Débil en las elecciones, la agrupación del sol no logró acreditar cerca de un 80% de los nuevos fiscales para la segunda ronda electoral. De 3.258 nuevas inscripciones en Juntas Receptoras de votos, 2700 eran del PAC y solo 558 eran de los restauradores.