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La carta de un papá al ministro de Educación que se viraliza en redes

Por Agencia | 10 de Jun. 2018 | 12:25 pm

Douglas Agüero, padre de un joven de 14 años con Asperger, le envió ayer un mensaje al Ministro de Educación, Edgar Mora, por medio de las redes sociales.

Su hijo, hace un año, se encerró en un baño de un centro educativo con la intención de quitarse la vida. El bullying, bromas y hasta la incomprensión de algunos docentes lo motivaron a pensar en esa idea.

Él ha luchado contra padres de familia que a lo largo de los últimos años han pedido la exclusión de su hijo y asegura que se preocupó tras leer el tuit del ministro en las redes sociales que decía: "Suicidarse es una forma de decir la verdad, posiblemente la más vehemente de todas".

Ante esto Douglas Agüero decidió dar a conocer su lucha, con el objetivo de que se generen los espacios y herramientas para eliminar los obstáculos que ha enfrentado su hijo y así logre terminar el colegio y entrar a la universidad.

"Él es el jefe de Estado del ejército costarricense, los estudiantes son nuestros soldados y esta expresión parece como si estuviera tomando café. Si hay un adolescente que está pensando en una decisión de esta y escucha lo que dice el ministro cómo lo puede interpretar", expresó el padre de familia.

"Mi hijo comprende a la perfección ecuaciones matemáticas, físicas, químicas, le encanta el inglés y  maneja a la perfección lo correspondiente a la academia, pero las bromas, el sarcasmo y las relaciones sociales con sus esquemas tradicionales son en ocasiones incomprensibles para él.

Tras ese post, el ministro ofreció disculpas y aseguró que su intención era "entender las circunstancias imperiosas que llevan a al suicidio: las vivencias y motivos de quienes lo intentan". Sin embargo, previo a ello recibió críticas de personas como la exministra de Salud, María Luisa Ávila y diferentes políticos y diputados que reprocharon sus palabras.

Hoy, meses después de este lamentable acontecimiento y con la ayuda primero de Dios, de la dirección del centro educativo, de la terapia de psicóloga pero sobre todo del mucho amor, cariño, comprensión, apoyo y acompañamiento, mi hijo ha vuelto a sonreír y sus pares han generado un espacio inclusivo en él aula.

La carta completa:

Señor Ministro, con el debido respeto le dirijo estas palabras desde lo profundo de mi corazón y con un definitivo sentimiento de malestar e incomprensión de su concepto emitido en una red social, manifestándose en relación a su pensamiento con respecto al suicidio.

Como padre de un joven adolescente con síndrome de Asperger, dentro del espectro autista me he enfrentado no solo a la imperiosa obligación de aceptar con humildad y profunda fe en Dios para comprender y asimilar el diagnóstico. También he tenido que asumir un papel preponderante de aprendizaje, de acompañamiento, de mediación con profesores, profesionales, centros educativos y con otros padres. Algunos comprensivos y muy dispuestos a colaborar, otros por el contrario reacios al diálogo y a participar de manera inclusiva coherente y brindar la posibilidad siquiera de tratar de comprender así como de aportar cosas positivas.
Desde muy pequeño le he inculcado a mi hijo aparte de valores y principios, también he permitido que él desde una perspectiva al inicio guiada luego y paulatinamente con mucha paciencia la posibilidad del ejercicio de su libre y propio albedrío, su desarrollo e integración para con sus pares y sus profesores.
De forma admirable mi hijo del cual estoy profundamente orgulloso inició un caminar en ocasiones solitario en otros trayectos con uno o tal vez dos amigos que siempre han sido temporales y pasajeros. Lo he visto llorar, patalear, revolcarse, caer y lo más importante siempre lo he visto levantarse.
Con un coeficiente intelectual de 139, considerado como “Súper Dotado” mi hijo comprende a la perfección ecuaciones matemáticas, físicas, químicas, le encanta el inglés y con la correspondiente adecuación curricular se maneja a la perfección en lo correspondiente a la academia, por otro lado las relaciones sociales y sus esquemas tradicionales son en ocasiones incomprensibles para él. Tanto es así que al no comprender que algunas conversaciones presentan señales que indican un cambio de “guión” o que dentro del TEA los niños asumen que las otras personas están pensando exactamente lo que ellos dicen y nada más. Estos son solo dos ejemplos de lo que para las personas “neurotípicas” es considerado anormal, mientras que los “neuroatípicos” es muy común.

Situaciones como estás causan que los pares de mi hijo provoquen el llamado “bullying”, causando estrés, frustración y malestar a niños y jóvenes dentro del espectro autista.
Señor Ministro esto acumulado por años y sumado al cambio de etapa al ingresar a la adolescencia ha provocado en mi hijo muchos cambios algunos tangibles otros intangibles, pero que al final son caldo de cultivo para lo que usted llama al suicidio como una manera de decir la verdad y que posiblemente sea la más vehemente.

Yo como padre que lucha día a día y enfrenta con valor y fe el hecho de que mi hijo sí puede lograr vivir y compartir con el mundo neurotípico y ser totalmente autónomo e independiente repudio su expresión y no solo no la comprendo, tampoco la comparto y por su investidura me parece que sus opiniones como la anteriormente citada es muy irresponsable e irrelevante.
Recuerde señor Ministro que usted es no solo figura pública, todavía más allá, usted por el cargo que ostenta es la cabeza del llamado ejército costarricense.

Señor Ministro recapacite ya que en la mayoría de los casos los padres o la familia desconocen que el hijo o la hija desean la muerte y por eso no son conscientes de que rechaza la vida hasta que comete el intento de suicidio.

Aunque nos podamos sentir muy enfadados como progenitores con nuestros adolescentes tras este deseo de perder la vida, no debemos mostrarle al joven que nos sentimos rabiosos en este momento, ya que esto les haría desear todavía más la muerte. El año pasado mi hijo en horario del colegio explotó y se encerró en un bañó con la firme intención de terminar con su vida.

Hoy meses después de este lamentable acontecimiento y con la ayuda primero de Dios, de la dirección del centro educativo, de la terapia de psicóloga pero sobre todo del mucho amor, cariño, comprensión, apoyo y acompañamiento, mi hijo ha vuelto a sonreír y sus pares han generado un espacio inclusivo en él aula.

Señor Ministro lo instó a cavilar y pensar mejor sus exhortaciones en beneficio de mi hijo, su hijo si lo tiene y por los hijos de todos.

Douglas Orlando Agüero Picado.
Padre Orgulloso de un maravilloso joven.

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