Madre de víctima de femicidio en Puntarenas: “Por la espalda fue que la mató”
Sujeto la mató en su propia casa

Valentina Elizondo
"Por la espalda fue que me la mató", repite Vilma Campos con la voz quebrada. Su hija, Valentina Elizondo, fue asesinada de un disparo y tenía 6 meses de gestión. El crimen ocurrió en Puntarenas, a manos de su expareja y padre de su primera hija.
La tarde del viernes anterior al asesinato coordinaron para que Valentina dejara a su hija Mariana Sofía al cuido de su madre. El plan era recogerla más tarde, tras hacer algunos mandados con su actual pareja.
Las lluvias impidieron el reencuentro. La última conversación entre madre e hija fue a las 5:05 p.m. del sábado. "Ella me mandó mensajes, estábamos ahí mensajeando hasta que mi yerno (pareja actual de Valentina) me llamó", recuerda Vilma.
Pensó que sería Valentina avisándole que pasaría por la niña, pero no fue así. "Él empezó a llorar y me dijo: 'Me la mató, suegra, me la mató'. Vieras como yo me puse, pues desesperada", narró Campos.
Al llegar a la escena, ya estaban la ambulancia y la policía. "No me dejaron verla", lamentó.
Valentina, de espíritu alegre y fuerte carácter, era madre de una niña y esperaba otra bebé. Su madre la recuerda como "una excelente mamá" y "el alma de la fiesta".
Sin embargo, desde que inició su relación con el femicida, su esencia cambió.
Ella sufrió con él en los dos años y resto, ya casi no era la misma. Eran siempre los mismos problemas: agresiones verbales, psicológicas… él tenía problemas de ira, era ‘bipolar', explicó Campos.
Pese a los intentos por ayudarla, la situación se tornó cada vez más insostenible. "Yo le aconsejaba: 'No permita que él la trate mal, no permita gritos'. Ella tampoco era una persona sumisa, también tenía su carácter, se defendía", afirmó.
La situación escaló tanto que, en octubre o noviembre de 2024, se interpusieron medidas de protección. "Ya él llegaba por X razón, digamos a dejarle plata o a ver a la chiquita, y entonces ya se hizo un problema. Ya él era agresor", detalla la madre.
Fue un solo disparo, directo, letal. "Fue de una sola bala que me la mató él a mí, a mi hija. Por la espalda fue que me la mató", repite con dolor.
Pese a la tragedia, Mariana Sofía, la hija de Valentina, permanece ahora con su abuela. "Gracias a Dios, yo la tengo. Ella es la que le da fuerzas a uno para seguir y ella quedó en buenas manos", aseguró Vilma.
Este caso se suma a la alarmante cifra de femicidios en Costa Rica. Mientras tanto, una madre llora a su hija y se aferra a su nieta para sobrevivir al horror.
A Valentina la mataron en su propia casa, no en una cabina, como se dijo inicialmente. El asesino de Valentina se entregó a las autoridades y permanece detenido.