Ministra de Justicia impulsa plan para dignificar cárceles: “No más jaulas”
Funcionaria presentó este lunes la primera política penitenciaria de Costa Rica
Cecilia Sánchez Romero se acostumbró a vivir con el reproche popular durante su gestión como ministra de Justicia y Paz. Eso, poco pareció importarle desde que asumió el puesto en julio de 2015.
En una entrevista concedida a CRHoy.com, en agosto de 2016, la jerarca aseguró que no abandonaría su lucha por ‘dignificar’ a los privados de libertad, pese a los constantes señalamientos recibidos.
Y así fue. Mantuvo su palabra. A pocos días de dejar su cargo, procura que ese legado persista para las futuras administraciones.
Como una de sus últimas gestiones, antes de asumir el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento Delincuente (Ilanud) a partir de enero, la funcionaria anunció la primera política penitenciaria de Costa Rica.
Se trata de un documento de 102 páginas, elaborado con la participación de 150 personas, en el cual se pretende sentar las bases para establecer una ‘manera más humana’ de administrar los centros penales.
El documento, impulsado por Sánchez, no solo invita a un cambio en la manera en que se gerencia las cárceles. También, se decanta por variar la forma en que se construyen los centros penitenciarios, muy lejos de la idea tradicional de barrotes o encierros.
“La infraestructura carcelaria no se desarrolló con los principios establecidos. No más jaulas, no más panópticos, no más construcciones que se conviertan en depósitos humanos”, dijo Sánchez el lunes, durante un foro desarrollado en el Colegio de Abogados de Costa Rica.
Medidas polémicas
Con Sánchez al frente, el Instituto Nacional de Criminología (INC) –adscrito a Justicia- emitió 2 circulares para concretar el traslado de privados de libertad de centros cerrados (cárceles) a centros semi-institucionales (fuera de prisión, con algunos requisitos y restricciones).
También, cerró el ámbito del Centro Penal La Reforma conocido como ‘Las Tumbas’ (donde reclusos pasaban encerrados 23 horas) e impulsó los cambios de nombres en las prisiones existentes.
“Entre más me golpeaban más me daban ganas de seguir haciendo. Entonces, le dábamos con más entusiasmo después de los ataques (…)”.
“La política plantea, entre sus retos y desafíos, la articulación interna de la institución. Entre ellas, las funciones de atención técnica y toda la parte gerencial. Debemos mejorar mucho la parte gerencial: que se articule con el trabajo, ya propiamente, de política penitenciaria”, apuntó la funcionaria, quien también es la madre de Celso Gamboa, magistrado de la Sala Tercera.
Como otro de los puntos a tomar en cuenta, la ministra solicitó ‘sensibilizar’ más al personal administrativo que trabaja en todas las dependencias del ministerio pues “se debe saber para quiénes se labora”.
Incluso, aprovechó la coyuntura para enviar un mensaje a los reclusos: “A la población privada de libertad, yo quiero transmitirle –a través de los directores penitenciarios- que no los estoy abandonado. Siempre estarán conmigo y donde quiera que yo esté, voy a seguir esto. Siempre he creído en la lucha por los derechos humanos, en una sociedad más solidaria e inclusiva", citó.
Las críticas contra Sánchez y la cúpula del ministerio arreciaban popularmente en casos donde sentenciados con beneficios carcelarios reincidían o se veían envueltos en ajustes de cuentas.
Sánchez, de 63 años, trabajó durante 28 años en el Poder Judicial, donde fungió como jueza y fiscal. También, se desempeñó como consultora de organismos internacionales.
Ella estará en el puesto hasta el próximo 31 de diciembre y aún no se ha definido su sucesor.