Niñas eran agredidas con un chuzo eléctrico por su madre y padrastro
Tras la primera denuncia Pani decidió devolver a las menores a los sospechosos de agresión
(CRHoy.com).- Dos niñas, de apenas 5 y 4 años, fueron agredidas y amenazadas por su madre y su padrastro con un chuzo eléctrico en Alajuela, según una denuncia a la que tuvo acceso CRHoy.com y que fue confirmada por las autoridades del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Tanto la madre como el padrastro reconocieron haber comprado el chuzo –que da descargas eléctricas– como instrumento para disciplinar a las pequeñas. Sin embargo, pese a esta situación, las autoridades del PANI les devolvieron a las niñas luego de que la mamá aceptara recibir atención en una "escuela para padres".
La denuncia la interpuso el padre de las menores el 19 de setiembre del 2017, ante la oficina del PANI en Alajuela Oeste, luego de que su hija mayor le contara que ella y su hermanita estaban siendo agredidas.
En la boleta de apertura del proceso se indica que, "en la relación de hechos que describe la denuncia, la señora (madre de las niñas) acepta haber utilizado un ‘chuzo' como forma de amenaza para corregir la conducta negativa de la niña. Ella es agresiva, no hace caso, golpea a los compañeros", citó la madre y recalcó que no usó el chuzo en el cuerpo de la niña mayor, pero que sí lo utiliza como amenaza.
Sin embargo, la mamá sí confirmó "que su actual compañero sentimental también lo utiliza. Su pareja sentimental se percibe molesta con la intervención del PANI. Se conoce por otras fuentes que ambos adultos tienen conflictos personales. El señor (padrastro) acepta haber utilizado la amenaza como forma de disciplina ‘yo fui el que compró el chuzo, con esto me ahorro los fajazos.' Niega la existencia de violencia doméstica ‘discutimos como toda pareja'", dijo el hombre, según se indica en la boleta de apertura del proceso.
Pese a tan contundente confesión, al comportamiento y negativa de la niña de volver con su mamá y padrastro, la funcionaria del PANI consideró que debían estar con ellos, "ya que su madre acepta el tratamiento institucional".
"Me pegaba el chuzo"
En ese mismo documento se incluye la declaración de la niña de 5 años, la cual contó que el padrastro la agredió dos veces con el objeto, "me pega el chuzo en mis manitas, piernitas y culito. Una vez él pasó y me agarró del pelo, juega brusco…".
El padre de las niñas aportó un audio en donde su hija mayor le cuenta que el padrastro la golpea y le jala el cabello, "él me pega en la panza y me da patadas".
Las menores tuvieron que volver a la casa en donde habían estado siendo agredidas. Cuatro meses después, la abuela paterna acudió a las autoridades para interponer una nueva denuncia contra la madre de las pequeñas, y gracias a eso y a la insistencia del padre, se le otorgó la "guarda temporal" al progenitor desde hace casi dos años.
El papá de las menores, que prefiere que no se revele su identidad para cuidar a las niñas, expresó su molestia contra el PANI, al que califica de ineficiente pues, "pese a que ellos reconocieron que me las agredían, se las dieron de inmediato a la mamá. Creyeron en el programa de ‘escuela para padres' ¡Por Dios!, ninguna escuela va a corregir a una persona que agrede a un chiquito con un chuzo eléctrico. Si la misma madre permitió que las agrediera, ¿qué se puede esperar?".
Una lucha constante
El papá aún no tiene la custodia oficial de sus hijas, que ahora tienen 7 y 5 años; de hecho, elevó el caso a la vía judicial para poder quedarse con ellas. "Yo esperaba una intervención grande del PANI, tenían el testimonio de reconocimiento de la agresión", indicó.
Tras los recientes casos contra menores de edad –que fallecieron la semana pasada– y el reconocimiento de "errores en los protocolos" por parte del PANI, el padre de las mejores dijo que de no ser por su insistencia, "a lo mejor mis hijas no hubieran topado con suerte, me hubieran matado a mis hijas".
En el documento del caso de las niñas, la madre dice que se compromete a modificar su conducta y acepta asistir a la escuela de padres, pero el padrastro, "duda poder continuar con el proceso atencional y seguimiento del PANI, ya que toma una posición desafiante, ante la conflictiva que existe entre los adultos y afirma que al llegar a la casa va a botar el chuzo".
Al progenitor le preocupa la situación, pues la fiscal que lleva su caso le ha dicho que existe – aunque leve- la posibilidad de que le devuelvan las niñas a la mujer, " ella dice que ya dejó a su compañero pero no es así", dijo el papá.
Afirmó que a lo largo del proceso hubo varios inconvenientes, uno de ellos la actitud de la psicóloga que lleva el caso; explicó que, "ella estaba completamente parcializada y le quería dar las niñas a estos agresores".
"Llegábamos a las citas y la funcionaria estaba en puras risas con la mamá y el padrastro", dijo. Además, apunta que envió reiterados correos en donde denunció la conducta de esa funcionaria y pedía que la sacaran del caso, pero nunca recibió respuesta.
Tras una consulta de este medio, el PANI confirmó la existencia del caso e indicaron que este se encuentra en proceso psicosocial.