Nueva ola de contagios sería incentivada por pérdida de inmunidad de la vacuna, señala experto
(CRHoy.com) La pérdida de la inmunidad de la vacuna podría estar detrás del aumento de contagios por la nueva ola pandémica que azota a nuestro país, así lo afirma el demógrafo y salubrista, Luis Rosero Bixby.
Los expertos que monitorean la emergencia sanitaria confirmaron la presencia de una nueva oleada de casos tras el reporte epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud este 3 de mayo, donde se diagnosticaron 1.032 contagios, de los cuales solo 117 fueron nexo.
Tanto Luis Rosero, como Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA) coinciden en que un sub registro de casos evitó que semanas atrás se percibiera el aumento de infecciones. Sin embargo, la tasa de reproducción, que mide la velocidad del virus, viene en aumento desde hace ya varias semanas.
La apertura controlada en la que entró el país desde inicios de abril -y que permitió mayor movilidad-, más las actividades sociales como conciertos y días libres, se suman al tema de la vacunación entre factores determinantes para el surgimiento de esta quinta ola.
Para Rosero Bixby, muchas personas ya están perdiendo la inmunidad que les provocó la vacunación contra el COVID-19 y eso está aumentando las consultas, los diagnósticos y los contagios.
"El hecho de que las personas otra vez se están mezclando más, hubo un relajamiento (en las medidas de prevención de contagios) porque mucha gente ya estaba cansada de las medidas, junto con otro factor importante, que es que muchos estamos perdiendo la inmunidad de la vacuna, porque muchas personas ya están a cuatro o cinco meses desde la última dosis y están perdiendo esa inmunidad", señaló el científico.
En la actualidad, en nuestro país se inmuniza con la vacuna Pfizer de la farmacéutica con el mismo nombre, y el biológico Spikevax, de la empresa Moderna.
La primera vacuna en ser aprobada de uso de emergencia, fue la fabricada por Pfizer BioNTech, que consta de dos dosis, aplicándose la segunda, 21 días después de iniciar el esquema.
Sin embargo, en la autorización condicional de la agencia estadounidense de medicamentos (FDA), se indica que, hasta el momento, no hay datos disponibles que permitan determinar durante cuánto tiempo genera una protección, como tampoco existe evidencia de que esta vacuna prevenga la transmisión del SARS-CoV-2 entre personas.
Empero, cumple la misión de prevenir las complicaciones por enfermedad grave o el fallecimiento derivado del contagio.
La siguiente vacuna en recibir el visto bueno de las autoridades regulatorias fue la del laboratorio Moderna. Al igual que la desarrollada por Pfizer y BioNTech, se basa en ARN mensajero, capaz de replicar la proteína de la espícula del virus para activar el sistema inmune del cuerpo humano.
La casa fabricante detalló, tras ensayos clínicos, que esta vacuna tiene una efectividad del 94.1% en la protección contra el COVID-19.
No obstante, al igual que con Pfizer, la inmunidad se mantiene durante varios meses, pero todavía no se conoce la duración completa.
"Se han reconocido los beneficios de administrar una dosis de refuerzo, dada la creciente evidencia de la atenuación de la eficacia real de la vacuna contra la infección leve y asintomática del SARS-CoV-2 con el paso del tiempo", explicó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ese motivo, Rosero Bixby asegura que las autoridades, deberían "hacer un esfuerzo más grande en que las personas se pongan la tercera dosis y aquellos vulnerables la cuarta dosis".
Actualmente, en el país se aplican dos dosis del esquema básico y dos refuerzos, tras la más reciente aprobación de la cuarta vacuna.