Nueva vicecanciller había sido sancionada por abandono de trabajo
Carolina Fernández es la nueva vicecanciller. Ella fue suspendida por 30 días porque cuando fue encargada de negocios en Brasil abandonó varias semanas su trabajo. Foto cortesía
El gobierno de Carlos Alvarado nombró como vicecanciller a una funcionaria diplomática de la Cancillería que en el gobierno de Laura Chinchilla fue sancionada por abandonar durante varias semanas su trabajo, en ese momento como ministra consejera y encargada de negocios de la embajada de Costa Rica en Brasil.
Se trata de la ex presidenta de la Asociación Costarricense de Diplomáticos de Carrera (ACDC), Carolina Fernández, además hermana de la asistente personal del ex presidente, Luis Guillermo Solís, Verónica Fernández.
La noche del martes Fernández, abogada de profesión, confirmó vía telefónica su designación a CRHOY.
CRHOY intentó localizar a la canciller y vicepresidenta, Epsy Campbell para consultarle sobre la designación de Fernández, sin embargo no respondió los mensajes dejados.
CRHOY tuvo acceso al más reciente escalafón del Servicio Exterior, el de diciembre de 2017, en el cual se constata que Fernández ocupa el puesto 90 entre los 153 diplomáticos de carrera de la Cancillería,lo que la ubica en uno de los puestos más bajos dentro del Servicio Exterior, como lo es el de Primer Secretario.
Suspensión en lugar de despido
En 2011, Fernández se desempeñaba como ministra consejera y encargada de negocios de la embajada de Costa Rica en Brasil. Durante unos meses, esa sede diplomática estuvo sin un embajador, por lo que Fernández era la máxima representante de nuestro país en ese momento.
Ese año, Fernández viajó a Omán por razones personales y se ausentó del trabajo durante varias semanas, dejando la embajada sola en manos de la secretaria administrativa. Su viaje lo hizo sin sacar permiso ni vacaciones.
Ese cargo en Brasil era el primero que Fernández ocupaba durante su carrera diplomática.
A pesar de que su comportamiento violó el Código de Trabajo y la Ley 3530 y el Estatuto del Servicio Exterior, el entonces canciller René Castro no la despidió como hubiera correspondido, sino que solo la sancionó con una suspensión de 30 días por el abandono de sus funciones.
