OIJ: Sicarios en Costa Rica tienen “vida útil” de 1 año
El reclutamiento indiscriminado de sicarios por parte de grupos criminales en los últimos dos años para ejecutar homicidios en medio de las pugnas que tienen las organizaciones, ha dejado en evidencia un fenómeno particular que está bajo análisis del Organismo de Investigación Judicial (OIJ): su vida útil es muy corta.
La policía judicial ha estudiado los casi 2.000 homicidios ocurridos desde el 2021 a la fecha y notaron que los gatilleros usualmente son ultimados en medio de estos conflictos, en un año aproximadamente, desde que iniciaron su trayectoria criminal.
Además, estarían cumpliendo un ciclo de perpetrar máximo 5 asesinatos para luego ser ellos las víctimas de las balas.
"Empezamos en el 2022 a revisar casos y vemos que el sospechoso es A, a este lo vinculamos con hasta cuatro homicidios y el quinto homicidio, eso es un ejemplo, al sospechoso lo matan. Luego este otro que lo mató se logra vincular con otros tres o cuatro homicidios y luego a este segundo lo matan, y así van, es una cadena de muerte y violencia, donde prácticamente cuando una persona empieza en esa estructura criminal, normalmente en esa posición de sicario, a la vuelta un año termina muerto", explicó Michael Soto, subdirector del OIJ.
El jerarca explicó que una vez que tengan más información detalla de la mayoría de los casos, podrían exponer un estudio formal para visibilizar esta situación que encierra a muchos jóvenes del país que terminan sin vida por su ambición monetaria y de visibilidad social.
"No lo tenemos técnicamente comprobado, sino que desde la experiencia de la revisión que hemos hecho de todos estos casos en algún momento podríamos profundizar con un estudio, pero básicamente la vida útil de un sicario en Costa Rica podría andar rondando el año, como le digo hay que profundizarlo. Es decir que el que se mete a eso termina muerto con mucha rapidez y van esa escalada de violencia, muerte, muerte, muerte o cárcel. Pareciera increíble, pero muchas veces al meter a alguien a la cárcel vinculado a este tipo de actividades, casi que lo estamos salvando", añadió.
Pese a que igual son sujetos que tienen familias y personas que dependen de ellos de alguna u otra forma, para los grupos criminales son solo peones que son fácilmente reemplazables en caso de que caigan en una de las operaciones, ya sea por una detención o que sean abatidos en un contraataque del grupo rival.
"La mayoría mueren rápido, vienen de estas zonas de miseria urbano-marginales, lamentablemente no terminan su educación formal y algún porcentaje termina en la cárcel si no es que acaban muertos. Ellos son peones de sujetos más astutos que los ven como elementos de cambio para cumplir una función y si los matan no pasa nada porque ponen a otro, sin sustituibles y la pérdida no significa nada para la organización", dijo Soto.
Ejecutados por su misma gente
Pese a que el lapso del año y el ciclo de cinco asesinatos no es una regla, la policía le toma interés al tema, pues pese a que era un patrón conocido años atrás, los números por este tipo de agresiones mortales eran pocas.
No obstante, algunos sicarios que logran superar esa barrera de tiempo y número de ejecuciones, son víctimas de la misma organización, pues se ha detectado que los mismos cabecillas criminales, ordenan matarlos en medio de pugnas internas por diferencias de criterios o por órdenes incumplidas.
Soto dijo que conocen de casos en los que ha mediado robos de droga, dinero o hasta amores clandestinos, por los cuales se llevan a cabo los asesinatos entre miembros de las bandas.
"El mismo grupo los manda matar, y talvez el que los manda matar, también sufre con la misma suerte y lo matan por otra cosa. Es un ciclo que durante estos dos últimos años lo notamos muy fuertemente. Ha sido así en otros años, pero ahora lo vemos más fuerte y evidente", señaló el funcionario.
Según los datos más recientes del OIJ, en el país se registran 817 homicidios, de los cuales casi 550 tienen como causa venganzas, ajustes de cuentas, discusión o riñas, cuando a la misma fecha del 2022 se reportaron prácticamente 100 casos menos (458).
La estadística señala que la mayoría de las víctimas de ataques mortales este año (555 personas) son muy jóvenes, pues están en el rango de edad entre los 18 y 39 años.
En las últimas 5 semanas, en el país se perpetraron más de 100 homicidios, dato que preocupa a las autoridades en vista de que falta diciembre, el que históricamente ha sido el mes más violento del año.