Posibles anomalías en Laboratorio contra el Cáncer enfrentan a cúpula de la UCR
Tras investigación de Contraloría Universitaria, Consejo determinó que proyecto se manejó de manera "contraria" a los estatutos

El proyecto es financiado con un préstamo del Banco Mundial y fue ideado como un "espacio para el entrenamiento de estudiantes y para contribuir con la detección temprana de los tipos de cáncer con mayor incidencia en la población". Imagen UCR
(CRHoy.com) La construcción de un millonario laboratorio para entrenar estudiantes y estudiar avances médicos en la lucha contra el cáncer, mantiene enfrentadas a las altas autoridades de la Universidad de Costa Rica (UCR), al punto que hasta la propia Contraloría Universitaria debió interceder para investigar el tema.
El Laboratorio contra el Cáncer es un inmueble de cuatro pisos ya levantado en la Ciudad de la Investigación por un monto cercano a los $6,7 millones y con recursos provenientes de un préstamo con el Banco Mundial.
Las diferencias surgieron desde el momento en que la Administración Superior decidió sacar a la Escuela de Medicina y excluir el área de salud del manejo del nuevo inmueble, para otorgarlo directamente a la Vicerrectoría de Docencia.
Esta decisión adoptada por la Rectoría universitaria ha generado inconformidades a nivel interno, por cuanto en la comunidad universitaria relacionada con el área médica afirman desconocer por completo sobre los planes con el inmueble, señalan un "secretismo" en torno a la obra y que está completamente desvinculada de cualquier tipo de coordinación en investigación en la lucha contra el cáncer.
Así lo resumió el propio director de la escuela de Biología, Gustavo Gutiérrez Espeleta, quien además es uno de los principales investigadores del cáncer en el país, al cuestionar la existencia de una serie de "dudas sin respuesta", en torno al proyecto.
"Hay una serie de cosas que no calzan, que seguimos preocupados, y la actitud es de mantener las cosas así, como ha sido un quehacer de esta administración en particular de no rendir cuentas ni siquiera a la comunidad universitaria; como por ejemplo por qué está en manos de la Vicerrectoría de Docencia cuando es la de Investigación la que debería estar a cargo, por qué no hay una unidad base en este proyecto, cuál fue el proyecto de fondo para construir el edificio, no hay una idea detrás de ese edificio… yo que trabajo con cáncer y todos los demás del área, y nadie nos ha dicho nada… no hay ninguna coordinación", aseveró Gutiérrez.
El cambio de mando se produjo a partir de la resolución VD-R-10102- 2018 del 1 de marzo del 2018 en donde se comunica que el Laboratorio de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva (Leicimi) estaría adscrito a la Vicerrectoría de Docencia, con código presupuestario propio.
Esto a pesar un año antes, en la nota de la Rectoría R-4967-2017, se comunicaba que dicho laboratorio estaría a cargo de la Escuela de Medicina, perteneciente a la Vicerrectoría de Investigación.
Producto del cambio, el 22 de marzo del año anterior, mediante nota CU-202-2018 suscrito por la catedrática integrante del Consejo Universitario, Madeline Howard, se solicita a la Contraloría Universitaria investigar "la figura" que cobijaba el proyecto de construcción del laboratorio.
En dicha nota, en el punto 5, se hace la observación de que debido al cambio, el Programa de posgrado en Ciencias Médicas tuvo que no renovar a partir de enero de 2018, los cursos ofrecidos por el Leicimi, pero además se advierte de asignaciones de cargas académicas "irregulares" a la Dirección de Medicina, por estas aparentes razones:
- No cumplen con lo establecido en la resolución VD-R-9927-2017
- No cuentan con el visto bueno del Director
- Se gestionan para personas que no forman parte del cuadro docente de la Escuela de Medicina
Asimismo, señala directamente a la Administración central de la UCR de generar "noticias que no se basan en la realidad":
A partir de entonces el tema se convirtió en discusión recurrente en el consejo universitario, hasta que el 5 de marzo pasado la Contraloría Universitaria remitió los resultados de su investigación señalando varias de las presuntas anomalías. Pese a ello, el Consejo tomó la decisión de crear una comisión para analizar "de manera integral" la gestión del laboratorio, durante un plazo de seis meses.
La medida generó un inmediato congelamiento de las actividades en torno al proyecto. Por ejemplo, se decidió "devolver" a la Comisión de Asuntos Financieros y Presupuestarios el dictamen referente a la modificación presupuestaria sobre un traslado de plazas al Laboratorio de Docencia en Cirugía y Cáncer.
El 26 de marzo, el Consejo Universitario estuvo de acuerdo en una propuesta del representante Guillermo Santana y de Teresita Cordero, en torno a dejar sin efecto las resoluciones que permitían el traslado a Docencia bajo este alegato:
La situación jurídica del Laboratorio resulta ser contraria a los preceptos estatutarios contenidos en el Capítulo XI Organización de la Investigación del Estatuto Orgánico, en el Reglamento de la Investigación en la Universidad de Costa Rica, así como con lo dispuesto en los Lineamientos para la emisión de la normativa institucional.
En la misma resolución le exigieron a la Rectoría, abstenerse de realizar cualquier actuación administrativa o ejecutiva relacionada con el laboratorio, hasta que la comisión brinde sus recomendaciones.
Pese a ello, la Rectoría no estuvo conforme y el 21 de mayo pasado solicitó la "nulidad absoluta", del acuerdo del Consejo, por considerar que "carecen de valor o efecto jurídico".
Tanto la Rectoría como la Vicerrectoría de Docencia decidieron pedir los audios "íntegros", relacionados a las sesiones donde se ha discutido el tema a fin de presentar alegatos de defensa.
CRHoy envió consultas formales sobre el tema a Marco Zúñiga, designado por la Administración como director del nuevo Laboratorio, así como al miembro del Consejo Universitario Guillermo Santana y a Madeline Howard quien suscritió la nota solicitando la investigación, para ahondar en el tema. Al cierre de este artículo no habían respondido.
Mientras tanto, en el área médica y de investigación universitaria persisten las inquietudes:
"La comunidad universitaria que trabaja el tema de cáncer nunca ha sido convocada a este proyecto, se ha manejado a dedo, a discreción de alguien que no sabemos quién es. ¿De dónde vienen las plazas, los fondos, cómo se construyó, quién tomó la decisión?… entre más pasa el tiempo se acumulan más dudas que respuestas", aseveró Gutiérrez.