Testimonio de reclusa certificó estado de salud de Ofelia Taitelbaum
Una privada de libertad de apellidos Vargas Granados, compañera de dormitorio de Ofelia Taitelbaum en el Centro de Atención Institucional Vilma Curling, declaró sobre la condición de salud que notaron de la sentenciada ex Defensora de los Habitantes quien ahora estará bajo arresto domiciliario con monitoreo electrónico.
Así consta en la resolución del Juzgado de Ejecución de la Pena de San José N° 2025002882 donde declara con lugar el recurso interpuesto por la defensa particular de Taitelbaum.
"La privada de libertad Vargas Granados, compañera de dormitorio de la sentenciada, indica que ella fue quien recibió a la Ofelia, la ha visto con varios cambios entre ellos depresión, dificultad en el caminar, además a visto la inflamación en su brazo izquierdo así como que la escucha quejarse por el dolor en las caderas.
En ocasiones se ha tenido que levantar de la cama por el dolor y ella la sienta en una banca de cemento ya que no hay sillones ni nada que sea cómodo. Es muy limitada la posibilidad de que ella pueda hacer ejercicios ya que solo han botellas para hacerlo. No le es posible lavar, por lo que ella y otras compañeras le brindan ayuda para bañarse, peinarse, destapar la bandeja de alimentos, corte de uñas, entre otros. Agrega que ya sufrió una caída como a los 3 o 4 meses de haber ingresado. El CAI carece de un plan para atender a las personas adultas mayores, siendo que Ofelia es la única con una edad tan avanzada. Cuando la llevaron a la cita con el doctor particular, ella volvió llorando y nos dijo que como le habían colocado las esposas y en razón del traslado tenía mucho dolor (intervención completa en audio)", consta en la resolución de la cual tiene copia CR Hoy.
El documento firmado por la jueza, Carla Bonilla Ballestero, contiene el dictamen médico-legal No. DM.L 2025-00003441 de fecha 21 de mayo del 2025, en el cual se describen los antecedentes médicos de la privada de libertad como padecimientos, tratamientos y recomendaciones médicas.
"De dichas conclusiones, se destaca que para los peritos un cambio de modalidad vendría en brindar beneficios en cuanto a la integridad física y evitar mayores afectaciones a la salud de la privada de libertad, lo cual demuestra que en efecto la prisionalización vendría en detrimento de la salud de la privada de libertad y que al existir un alto riesgo de recurrencia del cáncer y concurrencia de otra neoplasia, ameritaría un estricto manejo y seguimiento con la especialidad en oncología , situación que debería en este caso asegurarse el contar no solo con las referencias, citas sino además de traslado para recibir las mismas, privando el derecho a la salud y a su atención", dice el documento.
Una resolución judicial, de este martes, ordenó cambiar la ejecución de la pena de cárcel que descuenta Taitelbaum, y en su lugar se le designó arresto domiciliario bajo monitoreo electrónico.
Esto tras una diligencia que realizó la defensa particular ante el Juzgado de Ejecución de la Pena, que se resolvió este martes. La exfuncionaria descuenta una sentencia de 7,5 años de prisión por la comisión de 29 delitos de uso de documento falso. Ingresó a la cárcel de mujeres conocida como el Buen Pastor desde octubre del 2024.
Taitelbaum purga su condena desde el 25 de octubre del año anterior, día en que se entregó en los Tribunales de Goicoechea, luego de que en enero de ese mismo año un tribunal le impuso la pena. Ese día se giró una orden de captura; sin embargo, ella se entregó antes.
Ella fue declarada culpable por hechos que se remontan a 2014.
En julio de ese año, Taitelbaum se vio forzada a renunciar como jerarca de la Defensoría, luego de que una costurera de nombre María de los Ángeles Otárola denunciara públicamente que le negaron asegurar a su hijo ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La razón eran registros en la Dirección General de Tributación a nombre de Otárola, con montos superiores a los ₡30 millones por supuestos servicios profesionales brindados a tres empresas vinculadas con Taitelbaum.
Otárola nunca brindó dichos servicios ni recibió el dinero que aparecía registrado a su nombre. Tras hacerse pública la denuncia, salió a la luz una conversación telefónica en la que se escuchó a la exjerarca pedirle a la mujer que se desdijera ante la prensa sobre lo denunciado.
A cambio, le ofrecía asumir la deuda con Hacienda e incluso encargarse de agilizar los trámites para que la sancarleña obtuviera una pensión, así como una nueva casa.